Jalisco

Tapatíos optan por la lectura de información

La mayoría de participantes en la Encuesta Nacional de Lectura prefiere leer para informarse o resolver sus problemas

GUADALAJARA, JALISCO (18/NOV/2015).- Particularmente en Guadalajara se registra el mayor porcentaje de personas a las que no les gusta leer. Tres de cada 10 contestó que no les gusta o les gusta poco, de acuerdo con los resultados de la última Encuesta Nacional de Lectura y Escritura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

Juan Carlos Silas Casillas, miembro del Departamento de Psicología, Educación y Salud del ITESO, observa que en el Distrito Federal tienen una tradición lectora más antigua (sólo a 2.3 de cada 10 no les gusta leer).

Los tapatíos que sí leen se perfilan especialmente al rubro de la información, como en ninguna otra ciudad. Hasta 41.6 de cada 100 encuestados afirmaron que prefieren leer información.

“Destaca que los lectores que prefieren de información y los muy poco lectores son más comunes en las zonas Sur, Centro y Occidente del país” indica en la encuesta.

Este perfil se concentra en la población de entre 31 y 45 años de edad, que reporta interés en la lectura de periódicos y en el contenido digital, incluso como publicaciones en las redes sociales. Este tipo de personas relegan a los libros, ya que leen en promedio 1.4 al año “por obligación”, cuando el promedio nacional es de 5.3 ejemplares.

Juan Carlos Silas Casillas comenta que es congruente el dato porque los tapatíos son pragmáticos: “Si me sirve lo uso. Si no sirve para qué le invierto tiempo. Me suena lógico que leen para informarse o resolver un problema, para salir de alguna circunstancia o una urgencia”.

Alicia Peredo Merlo, académica de la Universidad de Guadalajara, coincide en que los jaliscienses leen conforme a sus necesidades, además las familias y escuelas promueven entre los jóvenes la lectura moralizante que se dirige a formar ciertos valores que consideran importantes:

“Quizá, en Guadalajara, siguen apegados todavía a una moral católica y se promueven libros que fomentan estos comportamientos”.

Juan Toscano García, historiador y cronista, explica que tras la reforma educativa de la década de los setenta se perdió la costumbre de leer por entretenimiento, ya que desaparecieron los talleres y clases de lectura en el nivel medio superior: Por ello, los actuales adultos leen para informarse, “fueron acostumbrados a leer para informarse, no leen por entretenimiento porque no quieran hacerlo sino porque no lo saben hacer”.  

PARA SABER
La encuesta

La encuesta nacional se aplicó a personas de 12 o más años de edad en viviendas. En total se realizaron cinco mil 845 cuestionarios (muestra representativa nacional).

PREGUNTAS Y RESPUESTAS (EN PORCENTAJES)
¿Me podría decir si en general...?

A veces No
Deja los libros a la mitad 46.6 13/04/2015 39.6
Lee más de un libro al mismo tiempo 13 3/07/2015 83
Lee con la radio prendida 13 4/09/2015 82.1
Lee con la televisión prendida 15/07/2015 5/04/2015 78.9
Lee mientras escucha música 27/02/2015 6/06/2015 66.1
Lee los mismos libros más de una vez 36.7 8/01/2015 54.9
Nota: Las respuestas fueron múltiples, por ello no suman 100%.
Fuente: Encuesta Nacional de Lectura y Escritura 2015.


Gusto por leer
Ciudad
No le gusta Le gusta poco En ocasiones Le gusta Le gusta mucho
Ciudad de México
5/01/2015 18/04/2015 38.7 22 15/07/2015
Guadalajara
13 16/03/2015 35.6 20/04/2015 14/07/2015

Perfiles de lectores
Ciudad Preferente de libros Diversificado Preferente de publicaciones periódicas Preferente de información Muy poco lector Diversificado preferente de libros e historietas
Ciudad de México 50.4 59.3 45.2 41 41 60.5
Guadalajara 40.3 27/01/2015 31/07/2015 41.6 37.3 23
Fuente: Encuesta Nacional de Lectura y Escritura de Conaculta (porcentajes)

Entre “falta de tiempo” y “no me gusta”

A nivel nacional, destaca que el principal impedimento para leer es la falta de tiempo: casi 70 de cada 100 encuestados atribuyó a esta razón su falta de lectura. Los motivos siguientes son: “porque me da flojera” o “no me gusta”.

En contexto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) informó en julio de este año que los mexicanos son los que más horas laboran de los países que integran el grupo, aunque la carga horaria no se refleja en productividad o competitividad.

Otro estudio revela que los tapatíos duran diariamente 2.4 horas para trasladarse a sus trabajos o escuela. En ese sentido, el escritor Benito Taibo dice que precisamente ese tiempo que se pasa en el transporte puede utilizarse para leer. Profundiza que las características geográficas del país no abonan a que se gaste poco tiempo en los traslados, como otros países; sin embargo, la Encuesta del Conaculta indica que sólo uno de cada 10 contestó que lee en el transporte público.

En el estudio se añade que trabajar y residir en grandes urbes y centros de servicios impone extensos tiempos de desplazamiento y espera. Por lo tanto, incide en la evolución de los comportamientos sociales y podría colaborar para explicar por qué se lee en el transporte público.

Este factor puede ser contraproducente, asevera Alicia Peredo Merlo, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y académica Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, porque podría resultar “inhibidor de la lectura”.
Juan Carlos Silas Casillas, académico del ITESO, asegura que ve a más personas leyendo en el transporte público. Y contrapone que las condiciones económicas y laborales de los ciudadanos limita la capacidad de leer.

TELÓN DE FONDO
Rezago en comprensión

En 2006, la Encuesta Nacional de Lectura reveló que los mexicanos leían, en promedio, 2.9 libros anualmente. Casi una década después, la nueva edición del estudio indica que el promedio se incrementó a 5.3 publicaciones.

En contraste, 45.2% de los encuestados aceptaron que no comprenden lo que leen.

Desde 2012, el Informe de Resultados de PISA 2012, que evaluó a los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), señaló que a los lectores mexicanos les tomaría 65 años alcanzar el promedio de comprensión lectora de todas las naciones que conforman el bloque (34).

Y dentro de la encuesta 2015 del Conaculta destacan cuatro grupos de personas: uno minoritario que afirma que leer les resulta “difícil”; el segundo “más significativo” integrado por habitantes que “no comprender lo que leen”; un tercero conformado por gente que lee cuando lo necesita; y el cuarto que no lee libros.

“Los resultados invitan a observar con atención el devenir de estos colectivos si se pretende evitar una representación polarizada lector-no lector”.

Alicia Peredo Merlo, investigadora del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, explica que hay bajos niveles de lectura a los que se quisiera alcanzar, pero sí se lee, sólo que de otra manera: “Los jóvenes están leyendo conforme a sus necesidades”.  

En comparación con otros países, México aún está rezagado. Por ejemplo, en Finlandia, España y Portugal y Chile se leen 47, 10.3 y 8.5 libros cada año en promedio, respectivamente.

LIBROS POR AÑO POR HABITANTE
Los ejemplos
Finlandia 47
España 10/03/2015
Portugal 8/05/2015
Fuente: Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe.

Actividad rezagada

Los problemas para leer se agudizan, ya que la lectura es la quinta actividad preferida para realizar durante el tiempo libre por la población: sólo 21.1% optan por ésta opción.

Está relegada ante la televisión, el deporte, las reuniones y escuchar música, que ocupan las primeras cuatro posiciones de la encuesta.  

El historiador y cronista Juan Toscano García pone en entredicho que la televisión sea el medio de entretenimiento más utilizado, debido a que la frecuencia de uso de los teléfonos inteligentes y las tabletas electrónicas va en ascenso.  “Puede ser que la televisión sea un medio de entretenimiento en cierto rango de edad. Pero para los jóvenes es completamente diferente, y México es un país de jóvenes, no de viejos”.

LA VOZ DEL EXPERTO
Prefieren los populares

ALICIA PEREDO MERLO (ACADÉMICA DE LA UDG)

Aunque se tenga una percepción de que sólo la literatura o los autores clásicos son de calidad, los jóvenes actualmente tienden a leer y gustar de literatura más popular y cercana a sus inquietudes.

Los libros de autoayuda o superación personal tienen altos tirajes y, por lo tanto, consumo. Quizá no son lo más selecto de lectura porque pertenecen a la cultura popular, pero al fin forman parte de las encuestas de consumo lector.

Por ello podría explicarse que dentro de la Encuesta Nacional de Lectura se señale a libros como “La Biblia”, “50 sombras de grey”, “Crepúsculo” o “Juventud en éxtasis”, como los ejemplares leídos durante el último año. O que los libros de autoayuda sean preferidos por uno cada 10 personas.

La lectura es una puerta a la libertad intelectual, a la autonomía de pensamiento, simplemente por eso deberíamos leer.

PILARES
L os maestros, principales estimuladores
 
Hasta seis de cada 10 mexicanos empezaron a leer gracias a sus profesores, revela la Encuesta Nacional de Lectura y Escritura del Conaculta. Los docentes destacaron como los principales estimuladores de este hábito. Casi en la misma proporción (59.8%) de los encuestados afirmaron que sus maestros les leían siempre en la escuela.

Su importancia contrasta con la participación de la familia, ya que sólo 12.3% y 19.1% afirmaron que siempre les leía su padre o madre, respectivamente.

Ante ello, el escritor Benito Taibo comenta que anteriormente se entendía que el fomento a esta actividad era “heredado” y ahora los maestros son los protagonistas.

“Teníamos el atavismo cultural de que el libro sólo servía para aprender, y gracias a los maestros se cambió esta percepción para enseñarles que sirve para comprender el mundo”.

Taibo indaga que el hábito a la lectura se fomenta en niños de 12 a 15 años de edad, “por una infinidad de motivos tenemos que incidir en la secundaria, es ahí donde está la meta más rápida para tener a esos nuevos lectores”.

La investigadora de la Universidad de Guadalajara, Alicia Peredo Merlo, concuerda que en las escuelas está la clave porque ahora se tiende a juntar todas las lecturas en un solo rubro, y se omite motivar individualmente por tema y por alumno el interés hacia los libros.

Añade que la existencia de una biblioteca hogareña también es uno de los recursos más significativos para acceder tempranamente a materiales de lectura.

Juan Carlos Silas Casillas, académico del ITESO, profundiza que debe forjarse el sentido de imaginar cosas a través de la lectura y abrir panoramas, lo cual se fomenta desde chicos a través de una persona significativa. Por ello le preocupa que dentro de las familias exista tan poco interés para forjar este hábito en los niños.

¿Quién lo animó a leer y escribir?
Personaje Porcentaje
Padres 39.5%
Maestros 60.5%

Principales hábitos de lectura durante la infancia (porcentajes)    
Forma Siempre A veces Nunca
Le leían sus maestros 59.8 25/04/2015 14/08/2015
Leía solo 54.8 34.8 10/04/2015
Le leía su madre 19/01/2015 29/07/2015 51.2
Le leía su padre 12/03/2015 26 61.7
Le leían otros familiares 12 22/07/2015 65.4
Fuente: Encuesta Nacional de Lectura y Escritura del Conaculta.

LA VOZ DEL EXPERTO
Que lean lo que se les antoje

BENITO TAIBO (ESCRITOR)

No se debe tener miedo al texto literario de todo tipo, debemos aspirar a que se disfrute igual un ensayo científico que un ensayo económico o una novela.

Y que los jóvenes lean lo que se les antoje, que nadie les diga qué deben de leer. El fomento a la lectura se hace sin premeditación, un lector se hace a sí mismo y lee a su tiempo. Luego habrá otro tiempo y momento para leer a los llamados ‘clásicos’. Tomo una lanza por la lectura libre y defiendo lo que a los jóvenes les llame la atención y los apoyo contra el que quieran.

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