Jalisco
Sorprende espectáculo ''gigante'' a los tapatíos
La Pequeña, El Campesino y el Perro Xolo causan admiración durante sus recorridos, con motivo de los centenarios de la Independencia y Revolución Mexicana
Los Gigantes de Guadalajara”, de la compañía francesa Royal de Luxe, la mañana de ayer se presentó la novedad que aguardaba dentro de un sarcófago enterrado en la Glorieta de La Normal. Se trata del Campesino Gigante, quien fue liberado ante una inmensa multitud que esperaba impaciente su despertar desde temprana hora.
La desesperación de los espectadores comenzaba a sentirse con gritos, aplausos y silbidos, cuando el gigante asomó la cabeza y se elevó por los aires con su atuendo humilde, un gabán y un sombrero. Miles de visitantes acudieron a su encuentro.
Las importantes magnitudes del Campesino dejaron prácticamente hipnotizados a los presentes, quienes de inmediato comenzaron a tomar fotografías. Los niños tenían un semblante de admiración, los adultos estaban boquiabiertos y no dejaban de lanzar exclamaciones de sorpresa sobre la imponente figura.
El recorrido fue por la Avenida Alcalde en busca de su sobrina, la Pequeña Gigante, que al mismo tiempo lo buscaba en la Avenida Federalismo. Al llegar al templo del Santuario, el Campesino se sintió sofocado y se detuvo a beber agua. Para ello necesitó de un enorme embudo y la ayuda de los bomberos, quienes le lanzaron un potente chorro de agua con una manguera contra incendios para saciar su sed.
Luego reinició su caminata hasta llegar a la Plaza de Armas en el Centro Histórico de Guadalajara, donde finalmente se sentó, se quitó los guaraches y sumergió sus pies en una tina con agua para descansar. Después de unos minutos, gracias a una melodía tranquila que provenía de un curioso vehículo con varias bocinas, el gigante finalmente se durmió durante aproximadamente dos horas y media. El recorrido continuaría.
Conquista Xolo
Una aventura más por la ciudad realizaron la Pequeña Gigante y el Perro Xolo. A su paso arrancaron sonrisas, gritos y aplausos a los miles de niños y adultos que acudieron a los dos recorridos de las marionetas que están de visita en la Perla Tapatía.
La gracia del Perro Xolo conquistó a los asistentes con su tierno parpadeo, el movimiento de cola, el levantamiento de sus orejas y sus repentinas carreras. La docilidad del canino negro, que frecuentemente se acercaba a los espectadores, recibió innumerables caricias a las que respondió moviendo la cola y orejas sacando la lengua y con un suave parpadeo.
Todos los pequeños querían tener de cerca a Xolo. “¡Ven, ven Xolo!”, gritaban los infantes. Incluso, en algunos momentos, niños y adultos le silbaban para atraer su atención, como lo hacen con sus mascotas. “Parece de verdad”, expresaban.
No sólo en sus movimientos Xolo se mostró como un can real, también sorprendió orinando en varias ocasiones durante el trayecto, que inició en el terreno ubicado en Ávila Camacho, cerca de la Glorieta de La Normal, siguiendo por Federalismo, Jesús García, Alcalde, 16 de Septiembre hasta La Paz. La niña continuó hasta la Plaza Juárez.
La Pequeña fue despertada en la mañana por Xolo, quien jaló su cobija; luego, la Pequeña tomó un baño realizando pausados movimientos con sus brazos; se vistió con una blusa rosa, completando el atuendo con una falda azul rey. Y continuó su trayecto caminando y mirando hacia ambos lados de la avenida, observando todo a su paso, con un parpadeo frecuente. El trayecto lo alternó caminando, sentada o colocada en un autobús escolar. En el Centro de la ciudad, justo frente de Catedral, hizo algunos ejercicios de gimnasia, los cuales se ganaron aplausos de los asistentes.
A su paso, Xolo visitó el mural que cayó del cielo frente al Teatro Degollado. Después de una siesta la Pequeña y el Perro Xolo regresaron al terreno del circo en La Normal. En esta ocasión utilizó en un tramo de su trayecto un patín, se colocó lentes y gorro apropiados; además disfrutó de una paleta de caramelo. El retorno fue por 16 de Septiembre, La Paz, Federalismo y Ávila Camacho.
GUADALAJARA, JALISCO (28/NOV/2010).- Como parte del espectáculo “
La desesperación de los espectadores comenzaba a sentirse con gritos, aplausos y silbidos, cuando el gigante asomó la cabeza y se elevó por los aires con su atuendo humilde, un gabán y un sombrero. Miles de visitantes acudieron a su encuentro.
Las importantes magnitudes del Campesino dejaron prácticamente hipnotizados a los presentes, quienes de inmediato comenzaron a tomar fotografías. Los niños tenían un semblante de admiración, los adultos estaban boquiabiertos y no dejaban de lanzar exclamaciones de sorpresa sobre la imponente figura.
El recorrido fue por la Avenida Alcalde en busca de su sobrina, la Pequeña Gigante, que al mismo tiempo lo buscaba en la Avenida Federalismo. Al llegar al templo del Santuario, el Campesino se sintió sofocado y se detuvo a beber agua. Para ello necesitó de un enorme embudo y la ayuda de los bomberos, quienes le lanzaron un potente chorro de agua con una manguera contra incendios para saciar su sed.
Luego reinició su caminata hasta llegar a la Plaza de Armas en el Centro Histórico de Guadalajara, donde finalmente se sentó, se quitó los guaraches y sumergió sus pies en una tina con agua para descansar. Después de unos minutos, gracias a una melodía tranquila que provenía de un curioso vehículo con varias bocinas, el gigante finalmente se durmió durante aproximadamente dos horas y media. El recorrido continuaría.
Conquista Xolo
Una aventura más por la ciudad realizaron la Pequeña Gigante y el Perro Xolo. A su paso arrancaron sonrisas, gritos y aplausos a los miles de niños y adultos que acudieron a los dos recorridos de las marionetas que están de visita en la Perla Tapatía.
La gracia del Perro Xolo conquistó a los asistentes con su tierno parpadeo, el movimiento de cola, el levantamiento de sus orejas y sus repentinas carreras. La docilidad del canino negro, que frecuentemente se acercaba a los espectadores, recibió innumerables caricias a las que respondió moviendo la cola y orejas sacando la lengua y con un suave parpadeo.
Todos los pequeños querían tener de cerca a Xolo. “¡Ven, ven Xolo!”, gritaban los infantes. Incluso, en algunos momentos, niños y adultos le silbaban para atraer su atención, como lo hacen con sus mascotas. “Parece de verdad”, expresaban.
No sólo en sus movimientos Xolo se mostró como un can real, también sorprendió orinando en varias ocasiones durante el trayecto, que inició en el terreno ubicado en Ávila Camacho, cerca de la Glorieta de La Normal, siguiendo por Federalismo, Jesús García, Alcalde, 16 de Septiembre hasta La Paz. La niña continuó hasta la Plaza Juárez.
La Pequeña fue despertada en la mañana por Xolo, quien jaló su cobija; luego, la Pequeña tomó un baño realizando pausados movimientos con sus brazos; se vistió con una blusa rosa, completando el atuendo con una falda azul rey. Y continuó su trayecto caminando y mirando hacia ambos lados de la avenida, observando todo a su paso, con un parpadeo frecuente. El trayecto lo alternó caminando, sentada o colocada en un autobús escolar. En el Centro de la ciudad, justo frente de Catedral, hizo algunos ejercicios de gimnasia, los cuales se ganaron aplausos de los asistentes.
A su paso, Xolo visitó el mural que cayó del cielo frente al Teatro Degollado. Después de una siesta la Pequeña y el Perro Xolo regresaron al terreno del circo en La Normal. En esta ocasión utilizó en un tramo de su trayecto un patín, se colocó lentes y gorro apropiados; además disfrutó de una paleta de caramelo. El retorno fue por 16 de Septiembre, La Paz, Federalismo y Ávila Camacho.
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