Jalisco

Sin tu voto

Los partidos sí piensan en votos, pero lo hacen saboteando al vecino en tristes pleitos de lavadero

La ciudadanía ha demostrado lentamente que existe y puede organizarse, tanto aquí, como en Egipto o España. En ésta última, cansados y ofendidos por la corrupción e ineptitud de los políticos, han puesto en marcha la iniciativa “No les votes”.

Los españoles que así convocan, están particularmente molestos por la llamada Ley Sinde, que pretende en una explicación simplista poner candados a internet para decir adiós a nuestras libertades cibernáuticas y hola al pago de derechos.

Aquí aprobaron un bodrio semejante llamado ACTA, que no es otra cosa sino la censura de internet en un acto de absoluta sumisión a la industria de los contenidos. Es ineficaz, no mira el problema de manera integral, sino unilateral e injusta. Es también una mordaza.

Esto, en términos simplistas: los gobiernos distanciados de los ciudadanos descubren que se organizan en redes sociales y además se rolan música y otros contenidos sin pagarle a ninguno de los gordos empresarios que no hacen música ni otros contenidos, pero controlan los derechos de distribución. Matemos dos pájaros de un tiro controlando la información para saber quién dice qué y obliguemos a todos a pagar.

Los políticos se han quedado en el precámbrico y creen que bonitas bodas, eventos multitudinarios como los Panamericanos o los copetes relamidos en prime time bastan para hacernos felices, confían en nuestro olvido y para que no se nos ocurra votar por quien nos dé la gana, cancelan la posibilidad de ciudadanos independientes que compitan por puestos de elección popular. Esto es tan absurdo, anacrónico y ofensivo como ACTA.

Pero otras cosas suceden, ya se vio que si un grupo de voluntarios hace una ciclovía necesaria que al Gobierno no le interesa, ésta resulta mil veces más barata que si la hace un contratista. También que los habitantes de una colonia pueden organizarse, separar su basura y hasta ganar dinero para invertir en áreas comunes mediante la venta de los deshechos, sólo que el Gobierno prefiere dar concesiones a empresas privadas que cobran millonadas y hacen mal su trabajo. Es decir, el Gobierno sabotea la más básica organización ciudadana autónoma porque representa, entre otras cosas, eficacia, resultados y bajos costos.

Los partidos sí piensan en votos, pero lo hacen saboteando al vecino en tristes pleitos de lavadero que ni siquiera me molestaré en mencionar, lo que sí diré es que si logramos organizarnos para cubrir las necesidades básicas de nuestro entorno inmediato y los ignoramos mientras no reformen el sistema de partidos, éste se derrumbará por sí mismo, porque sin tu voto no son nada.
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