Jalisco

Sin multas a escuelas por comida chatarra

Aunque la Secretaría de Educación en Jalisco supervisa los planteles con más alumnos, en éstos continúan vendiendo alimentos de este tipo

GUADALAJARA, JALISCO (12/MAR/2016).- Las tienditas escolares siguen sin recibir sanciones por vender productos de alto contenido calórico y bajo nivel nutricional.

En el ciclo 2014-2015, la Secretaría de Educación en Jalisco realizó inspecciones en 871 planteles para comprobar que no se vendiera comida chatarra. De éstas, se comprobó que nueve de cada 10 tienditas presentaban irregularidades (801); sin embargo, no emitieron sanciones y sólo notificaron a los encargados las anomalías, a fin de que fueran subsanadas en una siguiente visita.

Los datos se obtuvieron mediante una solicitud vía Transparencia. Aunque se precisa que hasta que se termine la “investigación” se determinará si hay sanciones, también se documenta que, en lo que va del ciclo 2015-2016, únicamente se han hecho 151 visitas a escuelas con sólo 62 apercibimientos. En conclusión, los planteles siguen sin cumplir con esta normativa federal publicada en el Diario Oficial de la Federación desde 2014, en la cual se establecen los criterios que regulan la venta y distribución de alimentos y bebidas preparados y procesados en escuelas.

Hace dos años, la Secretaría de Educación se puso como meta la revisión de un universo de mil 417 escuelas; de éstas, las primeras en revisar serían las que tenían más alumnos. Las sanciones podrían aplicarse por no cumplir con la prohibición de venta, preparación, expendio y distribución de productos con harinas refinadas, azúcares simples y grasas, así como bebidas azucaradas con alto nivel calórico (las multas pueden ir hasta los 350 mil pesos para los directivos y, de reincidir, la cifra podría duplicarse).

Aunque se solicitó entrevista sobre el tema con las secretarías de Educación y Salud, las dependencias no dieron respuesta.

Maricarmen Osés González, nutrióloga certificada por el Colegio Mexicano de Nutriólogos, precisa que se trata de un problema en el que el ambiente familiar es el primer generador de sobrepeso y obesidad; advierte que ninguna estrategia gubernamental será eficaz si desde casa siempre se tiene un refresco en el refrigerador.

Un ejemplo: durante una visita al Trompo Mágico, Luis y Jorge evidenciaron quién tiene mejores hábitos alimenticios. Sus maestros los llevaron a una sala en la que debían seleccionar su platillo (con productos de plástico): el primero eligió una hamburguesa con papas; el segundo se quedó con un pescado y verduras.

Luis forma parte de los casi cuatro de cada 10 menores en edad escolar que tienen problemas de obesidad y sobrepeso, un indicador que no ha reducido a pesar de las estrategias implementadas desde 2010 por los gobiernos federal y estatales.

“Las medidas son erróneas porque se habla de evitar y prohibir alimentos, en lugar de hablar de una disminución de porciones…”, añade Osés.
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