Jalisco

Sentidos maternales

Muchas maravillas hay en el mundo, pero la obra maestra es el corazón materno

Para el léxico mexicano, quizás no haya palabra con mayor plasticidad que la de madre. Con todo tipo de conjugaciones le moldeamos todo tipo de significados, cuyo desciframiento se vuelve una prueba casi insalvable para los extranjeros que quieran presumir haber franqueado hacia al interior de las barreras de la mexicanidad. Muchos de sus ejemplos floridos aún están proscritos para el recato de las personas y los medios mesurados.

Por otra parte, entre las frases célebres de personajes distinguidos a través de la historia del mundo, se han dedicado no pocas reflexiones a ese ser, que todavía cada quien deberá tener una para llegar a esta existencia terrícola humana. A continuación, compartimos una pequeña selección con motivo del Día de las Madres.

Muchas maravillas hay en el mundo, pero la obra maestra es el corazón materno.

Una madre es una bahía en el naufragio.

Caudal inagotable, el cariño de una madre.

La única cosa eterna en esta vida es la madre.

De todos los derechos de la mujer, el más grande es el de ser madre.

Amor grande, amor de madre.

El corazón de una madre es el capital que nunca quiebra, y con el cual se puede contar siempre y en todo tiempo con toda seguridad.

Todo amor de mujer es, si verdadero y entrañable, amor de madre...

Grande es siempre el amor maternal, pero toca en lo sublime cuando se mezcla con la admiración por el hijo amado.

¡Las madres! Pensadlo bien; ellas son las que cubren de ángeles la Tierra.

Entre todas las mujeres, sólo la madre representa la verdad.

Los hijos son los espejos en que las madres se ven.

Amamos a la madre casi sin saberlo.

Al besar la madre a un hijo amado, besa a un tiempo el amor de que ha nacido.

Las madres perdonan siempre: han venido al mundo para eso.

El porvenir de un hijo es siempre la obra de su madre.

A cualquier edad se es niño cuando una madre se muere.

Quien quiere a su madre no puede ser malo.

Hay dos cosas que sólo se olvidan con la muerte, son el rostro de la madre y el rostro de la ciudad.

Una madre es la fuerza del amor y la gracia que supera y rinde todas las fuerzas del mal.

Jamás en la vida encontrarás ternura mejor, más profunda, más desinteresada y verdadera que la de tu madre.

Las madres siempre están viajando, viajan de una camisa de sus hijos a otra camisa, de un botón de chaqueta a
otro.

Es mandato divino amar a quien la existencia nos ha dado, y gran prudencia hacer feliz su destino.

El padre y el hijo son dos. La madre y el hijo son uno.

El amor materno, un instinto que contiene el aliento de la divinidad.

Los hijos reflejan el amor y el respeto en que sus madres los han educado.

El corazón de una madre es un abismo en el fondo del cual siempre encuentras un perdón.

Muchas maravillas hay en el mundo, pero la obra maestra es el corazón materno.

La mano que mece la cuna rige el mundo.

El niño reconoce a su madre por la sonrisa.

La misión de la madre no es servir de apoyo, sino hacer que ese apoyo sea innecesario.

Transmitir la vida es admitir la inmortalidad.

Un buen padre tiene algo de madre.
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