Jalisco

Secreto a voces

Durante la estancia de Guillermo Cosío Vidaurri en el Gobierno del Estado, la relación entre empresarios y gobernantes habría comenzado a deteriorarse

GUADALAJARA, JALISCO.- Hay un secreto a voces en el sentido de que la relación entre representantes de empresarios y gobernantes comenzó a quebrarse en el sexenio estatal de Guillermo Cosío Vidaurri (1989-1992). El ex gobernador, quien dejó ese cargo por orden del entonces Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, tras las explosiones del Sector Reforma en Guadalajara, responde:

— ¿Hubo un enfrentamiento con la clase empresarial durante su gubernatura?
— Tuve muy buenas relaciones hasta cierto momento, cuando algunas investiduras sobresalientes se creyeron con el derecho de ser quienes dictaran las determinaciones propias de quien tiene a su cargo una administración estatal. Eso, en un momento dado, pudo haber determinado algún problema, pero de mi parte no hubo nada que pudiese afectar la relación. Los problemas fueron por determinadas obras públicas.

Javier Arroyo Chávez, propietario de Farmacias Guadalajara, empresa líder en el ramo con una plantilla de 15 mil 500 trabajadores, destaca: “Antes había más comunicación para el bien de la ciudad. En décadas atrás, los gobiernos tenían pocos recursos, entonces requerían del Consejo de Colaboración Municipal y del sector privado para obras importantes. Ahora resulta que los gobiernos son los ‘ricos del pueblo’ porque fluyó muchísimo (dinero en el sector público) y bueno, dijeron: ‘Para qué buscamos a otros (para emprender proyectos) si los podemos hacer nosotros’”.

Coincide en parte Ignacio Aranguren Castiello, presidente del Grupo Arancia Industrial, una de las empresas maiceras locales más importantes, que terminó asociándose con una marca estadounidense: “Ahora los gobiernos no se asesoran con los que saben. El ejemplo es poner a una señora del tendejón a manejar Aurrerá. ¿Qué hará?, pues regarla. Fue un grave error quitar al Consejo de Colaboración Municipal”.

Abelardo Garcíarce, propietario de Consorcio Aga, con una plantilla laboral de 15 mil empleados, sostiene que Guadalajara continúa siendo una ciudad líder en el país, pero anota: “Antes caminábamos juntos Gobierno y empresarios; hoy no les importa (a las autoridades) la ciudad ni el bien del país, sólo sus intereses particulares. Es una guerra interna entre partidos y personajes. Eso nos afecta mucho. No se pudieron poner de acuerdo ni para la Villa Panamericana en el Parque Morelos”.

Carlos Álvarez Bermejillo, dueño de Laboratorios PISA, una boyante industria farmacéutica con proyección nacional, con una base de ocho mil empleados, reflexiona: “(Los gobernantes) deberían tomar más en cuenta las opiniones del sector privado, principalmente para las obras de planeación de la ciudad y del Estado; hay mucha gente capaz, con muchos conocimientos, y podrían ser consejeros. Desgraciadamente no se ha visto esa cercanía. Valdría la pena sumar esfuerzos”.

El gobernador Emilio González Márquez niega que exista una ruptura entre la clase empresarial y el Gobierno estatal: “No se ha acabado. Nos reunimos en octubre de 2008 sindicatos, empresarios, academia y Gobierno, y desarrollamos el plan económico de Jalisco que se está operando”.

— ¿El hecho de que el Centro Empresarial de Jalisco critique que el Gobierno presuma en el Tercer Informe la generación de empleos en 2009, cuando es un logro de los empresarios, no es una prueba de que no hay buena relación?

— Y yo cuándo dije que es del Gobierno. Es el Informe de Jalisco, no del Gobierno.

— ¿Por qué hay malestar de grandes empresarios con las acciones del Gobierno?
— Llevo buena relación con ellos. Yo soy el primero en decir que Jalisco tiene 50 años estancado. En muchas cosas somos un Estado de media tabla. Soy el primero en decir que el empleo y los sueldos en Jalisco están disminuyendo, y está en el Informe de Jalisco, no del Gobierno.

— ¿Entonces por qué la inconformidad?

— Porque antes les regalaban el dinero y ahora no. ¿Por qué tienen esa visión (los grandes empresarios)?, porque ahora estamos con los que están en las cámaras trabajando, estamos directamente con los empresarios que generan empleo, y las empresas en Jalisco son de menos de 20 personas, a ésas les estamos llegando (el Gobierno entregó el año pasado 15 mil créditos a emprendedores). Los (grandes) grupos tienen mucho dinero y no necesitan del Gobierno del Estado.
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