Jalisco
Se solicita guionista
SEGÚN YO
Ciertamente hay algunos talentos a los que reverencio y dejo pasar para que avancen sin mi dudoso tutelaje, pero abundan los rejegos que no se dejan contaminar con mis sinuosos procedimientos y porfían en la confección de relatos que trotan de la desarticulación de motivos a la carencia de argumentos, dando pequeños saltos entre lo cursi o lo facilón y pegando carrera hasta rematar en lo francamente chafa. No es fácil hacerles entender que si el ingenio no interviene, aunque sea disfrazado como eso que comúnmente llamamos chispa, los relatos se vuelven insufribles y soporíferos.
Lo peor viene cuando, tratando de pergeñar una historia realista y convincente, me salen con cada bodrio que ni en la telenovela más barata podría funcionar. Hacen una mescolanza de hipótesis, conjeturas, conflictos, personajes, artefactos y situaciones que ni sus santas madres que los quieren tanto y todo les celebran podrían digerir. Ya de que me salen con que aparece un individuo que hasta que aterriza un avión se dan cuenta de que está medio tocado, luego saca una lata con foquitos (como bomba de caricatura), se revela como el profeta inspirado por una exótica divinidad y suelta un mensaje de advertencia sobre una catástrofe venidera, en un país que ni es el suyo, se da uno cuenta de que a estos noveles escritores la chiluca les anda patinando y no precisamente por los terrenos de la lucidez y la creatividad.
Ahora, que si semejante disparate lo instalaran en una historia en la que dicho conflicto funciona como el pretexto que aduce un gobierno perverso, para distraer la atención y atomizar la irritación de un pueblo agobiado por incontables despropósitos, estaríamos hablando casi de una obra maestra. Sería genial que las luces, las cámaras, el staff de producción, los justicieros hombres de negro y la desbordada difusión mediática se desviaran sobre las errabundas intenciones de un deschavetado volador, en vez de ocuparse de documentar las airadas reacciones de millones de cuerdos terrestres que deben conformarse con el intercambio de malestares, en cualquier espacio que les conceda la oportunidad de hacerlo.
Creo, no obstante, que aún el estudiante más disperso, conformista, de creatividad limitada y nula experiencia tendría buenas perspectivas de chamba en esa secretaría de Guionismo que tanta falta anda haciendo en ciertos rumbos del planeta. Tengo la certeza de que, hasta el más indolente y poco imaginativo de mis adolescentes alumnos sería capaz de tejer una trama más inteligente y con menos cabos por atar como, por ejemplo, la historia sobre un presidente al que de repente amenazan de muerte, nadie vuelve a hablar de eso y el desenlace se queda al garete.
patyblue100@yahoo.com
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