Jalisco

Se busca secretario de medio...

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Si algo puede salir mal, saldrá peor, y en política la capacidad de empeorar es infinita. El cambio en la Secretaría de Medio Ambiente puede ser una oportunidad para que, por fin, se tome en serio la cartera de la ecología. Pero como están las cosas podría llegar alguien incluso peor que los antecesores.

El primer secretario, Ramón González, tuvo como virtud crear la secretaría. A él le tocó impulsarla y hacerla crecer. Sin embrago, muy pronto, mucho más pronto de lo esperado, la lógica burocrática le ganó y se dedicó a la conservación de lo más importante: la chamba. La estrategia de protección de la propia chamba la aprendió de la naturaleza, y le salió muy bien. El secretario se mimetizó con el mobiliario, se hizo tan gris como un escritorio de burócrata y se volvió invisible. El tema de Gobierno en el que más conflictos abiertos había ni lo despeinó. Brincó de un sexenio a otro con la naturalidad que lo hace un chimpancé de rama en rama. Eso sí, año con año la secretaría, cebada con presupuesto, creció su burocracia y hubo chamba para todos.

Martha Ruth del Toro quiso hacer todo lo contrario. A la estrategia de pasar desapercibido de su antecesor opuso el criterio de la foto: la secretaria iba a donde había reflectores, trabajó en los programas que le dieran visibilidad, tomó un protagonismo que no era necesariamente malo tras la opacidad de su antecesor, pero muy pronto quedó claro que hablaba mucho y decía poco. El protagonismo no iba acompañado de un conocimiento de la materia, por lo que a las primeras de cambio llovieron las criticas aún en el estiaje. La secretaria trabajaba para la prensa, pero la prensa nunca se encontró con la secretaria. Unos meses después tuvo que regresar a su guarida y al igual que su antecesor se mimetizó en el gris profundo del smog.

La batalla por la cartera de ecología ya comenzó. El grupo de Fernando Guzmán la quiere para su causa, es decir, la candidatura a gobernador, con lo cual, independientemente del nombre, se aseguraría el tercer mal secretario al hilo. Guzmán está empujando a dos personajes muy cercanos a su grupo político: Fernando Montes de Oca y Carmen Lucía Pérez, que de ecología no saben nada. Por otro lado, el grupo de Alberto Cárdenas empuja a otro incondicional, José Álvarez Carrillo.

La oportunidad  de poner un secretario que le dé estructura, visibilidad, pero sobre todo perfil ecológico a la secretaría es irrepetible. El gobernador está de salida. A su causa, que es la candidatura a la Presidencia, la cartera ambiental de Jalisco aporta muy poco. Un secretario en pleno fin de sexenio tampoco va a realizar los grandes cambios que en materia ambiental requiere este Estado. Sin embargo, sería una oportunidad de oro para elegir un perfil profesional, que aporte solidez y conocimiento, y que ponga en la agenda del Estado, más allá de lo que dura el Gobierno, la crisis ambiental de Jalisco y particularmente la de zona metropolitana.

En el aviso de ocasión hay que aclarar que se busca un secretario de medio ambiente, no de medio pelo.
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