Jalisco

Sanciones contra la discriminación quedan en papel

Los castigos contra los servidores públicos que cometen conductas discriminatorias incluyen la remoción definitiva del cargo, pero no hay reglamento efectivo

GUADALAJARA, JALISCO (11/FEB/2017).- Desde hace más de un mes y medio, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en Jalisco aprobó el reglamento de Ley para prevenir y eliminar la discriminación.

El fiscal de Derechos Humanos, Dante Haro, quien funge como secretario técnico del Consejo, espera que pronto sea publicado este documento, a fin de cumplir con lo que se les encomendó desde su integración, a mediados del 2016.

“Creemos la necesidad de que se apruebe el reglamento para poder cerrar el andamiaje y no se deje ningún espacio donde quepan omisiones”.

Mientras se publica y se aplica este reglamento, el Consejo atiende quejas ciudadanas en materia de actos discriminatorios y se les da seguimiento. Sin embargo, no tiene la facultad de emitir sanciones.

“Hemos recibido varias quejas de ciudadanos, de algunas dependencias, y las derivamos directamente para que se abra un procedimiento administrativo, de acuerdo con la instancia correspondiente: Por ejemplo, si se quejaron de tal dependencia, hay un órgano sancionador de cada dependencia”.

La creación de este Consejo es uno de los lineamientos marcados en la Ley para promover la igualdad, prevenir y eliminar la discriminación en Jalisco, con el fin de que se cuente con un grupo de observancia que ayude a desarrollar políticas públicas que de inclusión social.

Por otra parte, como parte de la Ley estatal por la igualdad entre mujeres y hombres de Jalisco se creó el Sistema para la igualdad, el cual opera con un consejo encabezado por el Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM).

El Sistema ha tenido actividad permanente y funciona a pesar de que la ley no tiene un reglamento, señala la secretaria ejecutiva del IJM, Paulina Hernández.

También va de la mano con las 15 acciones urgentes que contempla la Alerta de Violencia contra las Mujeres, y una de éstas es generar una mesa de armonización legislativa con sociedad civil, Secretaría General de Gobierno (SGG) y el Poder Legislativo, denominada para ver lo que compete tanto a leyes como a reglamentos.

“El reglamento de Igualdad está en proceso de elaboración, lo que hacemos con la SGG es que nos vemos de manera periódica y nos mandamos información por correo electrónico y nos retroalimentamos… estamos apenas en la construcción del reglamento”.

Denuncian el bajo cumplimiento de leyes

El primer paso para abordar los temas de igualdad y discriminación fue se publicaran las leyes.

Su publicación se debió en gran parte al empuje que hicieron diversas asociaciones civiles, quienes se han encargado de denunciar casos ciudadanos de violaciones a los derechos humanos y exigir sanciones para quienes cometan actos en materia de desigualdad y discriminación.
Sin embargo, a pesar de la realización de leyes, no se ha avanzado en las sanciones a nivel municipal o estatal, afirma la investigadora experta en género de la UdeG, Guadalupe Ramos Ponce.

“Desde la academia y la sociedad civil veíamos apatía y poco interés de los diferentes Gobiernos para publicar dos de las leyes más importantes; por fin se logra su publicación, pero no hay avance justamente en su implementación, con la falta de un reglamento”.

Advierte que si se hiciera un análisis desde antes de que existieran las leyes a la actualidad, no se han tenido grandes cambios en el alcance de  metas sobre igualdad y la discriminación.

No obstante, además de que no existen las sanciones específicas, no hay una difusión sobre en qué casos se puede considerar un delito y en cuáles no, para al menos hacerlos visibles y denunciarlos ante la autoridad.

En materia de igualdad,  indica que algo urgente a trabajar es el de generar espacios de decisión para las mujeres y disminuir la brecha salarial.

“Se han realizado diagnósticos, es un primer paso, reconocer la existencia de un problema, pero se queda en un diagnóstico, hay que ver cuál es la política pública que se hará a partir de ello y hacer que esta brecha disminuya”.

Para que la reglamentación y la implementación sirvan, las autoridades deben emitir los programas de prevención, pues de esta manera se podrían evitar los actos de desigualdad y de discriminación. “Si se da la información adecuada a los ciudadanos sobre sus derechos y situaciones, se podrían prevenir la discriminación”.

Subraya que la violencia contra la mujer está íntimamente ligada a la desigualdad permanente que la sitúa como “ciudadana de segunda”.
A la par de poder contar con reglamentos estatales en materia de igualdad, es importante que la violencia se haga visible en todos sus tipos, e integrar cada uno a la ley estatal en la materia.

INMUJERES DE GUADALAJARA

Sin reglas puede haber omisiones

Hay tres elementos centrales en los niveles federal, estatal y municipal, que deben cumplimentarse para llegar al objetivo deseado al momento de publicar una ley. Se trata de la publicación de la ley misma, la creación de su reglamento y la implementación de un programa para su efecto.

En el caso de la Ley de igualdad entre hombres y mujeres, que no cuenta con un reglamento todavía, podría ser objeto de omisiones de parte de ciudadanos y servidores públicos, indica la directora del Instituto Municipal de las Mujeres en Guadalajara, María Elena García Trujillo.

“Todo empieza con una ley, después el reglamento y después viene el programa por la igualdad. La ley estatal es bastante general y permite abarcar lo más posible; sin embargo, también es un doble fuego porque permite ser omisos a los servidores y servidoras públicas, y no existen atribuciones  específicas en la ley, lo que sí debe contener el reglamento”.

En la esfera municipal, Guadalajara presentará ante el pleno del Ayuntamiento una iniciativa para la creación del Reglamento para la igualdad sustantiva entre hombre y mujeres, que tendrá atribuciones exclusivamente municipales.

La directora reconoció que el municipio va tarde en esta aprobación, pero con este marco normativo se podrá sostener la estrategia municipal para la igualdad.

“Entendemos y asumimos que vamos tarde, porque la ley estatal se publicó en 2010 y la Ley general ya tiene muchísimos años. Estamos en 2017 y estamos sin reglamento por la igualdad”.

En este reglamento municipal se deben establecer lineamientos para cada dependencia estatal, que se establezcan las tareas que le tocan a cada instancia y así abonar en el terreno de igualdad entre hombres y mujeres.

Al tener atribuciones y acciones específicas, se tiene la posibilidad de generar sanciones.

“Es la importancia de contar con un reglamento, el tema de la especificidad que permite llevar a cabo la política pública, con programas que, como sucede en el nivel federal, debiéramos tener un programa por la igualdad, como el Programa Nacional por la Igualdad 2013-2018”.

GUÍA

Identifican 18 tipos de violencia

La CNDH identificó 18 tipos y modalidades de violencia contra las mujeres, los cuales deben estar regulados en las leyes de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia (tanto federal como locales):

• Sexual.
• Psicológica.
• Psicoemocional.
• Física.
• Patrimonial.
• Económica familiar o doméstica.
• En la comunidad o social.
• Laboral.
• Docente o escolar.
• Institucional o de servidores públicos.
• Violencia feminicida.
• Obstétrica.
• De pareja o en el noviazgo.
• Política.
• Contra los derechos reproductivos.
• De género.
• Moral.
• Violencia mediática o publicitaria.

DEBE APLICAR LEY GENERAL

Tener una legislación incompleta, al contar con una ley publicada, pero sin un reglamento, permite que no se den políticas públicas en los tres niveles de Gobierno para prevenir, erradicar y sancionar los actos de desigualdad y discriminación.

El experto en derechos humanos, Francisco Macías Medina, indica que actualmente se tienen huecos en temas que no se debaten, a pesar de su gran relevancia.

Sin embargo, existe una Ley general a nivel nacional y un programa de igualdad construido, con lo que se puede trabajar desde los Estados.
“Hay una omisión legislativa que seguramente está generando huecos en la construcción de políticas públicas, en la claridad de lo que debe hacerse y lo que debe impedirse en el tema de igualdad, y también se genera una imposibilidad de que un órgano pueda atender o castigar un cumplimiento, pero ya hay una Ley general que se debe cumplir”.

Por otra parte, menciona que más allá de las sanciones que pudieran especificarse en un reglamento, los tratados internacionales destacan la importancia de la existencia de garantías, que ya se pueden dar con las disposiciones de las leyes federales por parte de todas las instancias.

Por ejemplo, acciones como incluir programas de igualdad y discriminación en los presupuestos, son cosas que se pueden hacer sin que exista un reglamento.

“Necesitas un reglamento para ver quién está facultado para hacer qué, pero la política de lo que está diseñado a nivel federal, eso ya se tiene, y eso impacta a los organismos que garantizan estos temas; por ejemplo, tenemos  un ombudsman que automáticamente tendría que salir a escena, comisiones edilicias, legislativas”.

LA VOZ DEL EXPERTO

Letra muerta

Cándida Elizabeth Vivero Marín (académica de la UdeG).

Si se tiene una ley, pero no existe algo que obligue su aplicación, puede ser considerada letra muerta, advierte la coordinadora del Centro de Estudios de Género del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara, Cándida Elizabeth Vivero Marín.

Asegura que ambas leyes, la de igualdad y discriminación, son dos temas que deben estar en la agenda de los Gobiernos, para que no sigan existiendo estas fallas y candados.

“Cuando tenemos una ley, pero no hay algo que la aplique, se convierte en letra muerta, pues mientras no hay aplicabilidad en la ley, seguimiento y sanciones, la ley puede estar ahí, pero en realidad no tiene una aplicación efectiva, y esto vuelve a retrasar los avances y proyectos que pudieran generarse”.

Además de la falta de un reglamento, se necesita armonización e implementación de las leyes para incidir en una reducción de delitos como la violencia contra las mujeres o los actos discriminatorios.

Es por eso que los programas de prevención, de educación e información, pueden no tener un alcance tan alto como se requiere, mientras no existan castigos para quienes no cumplan con lo que se establece o se recomienda.

Específicamente en la Ley de igualdad  refiere que sí se han tenido avances, pero todavía falta más participación de todos los sectores, para que conozcan lo que marca la ley y la cumplan.

Uno de los temas importantes, por ejemplo, es el exigir y cumplir con una igualdad salarial entre hombres y mujeres.

“Sí hay esfuerzos, pero sí hay muchísimo por hacer… hay que sentar a todos los sectores de la sociedad, tanto a los empresarios, las esferas religiosas, todos estamos en el barco; todavía tenemos techos de cristal, diferencias salariales, discriminación por embarazo, y en el caso de la violencia obstétrica, tenemos al sector médico que se siente culpabilizado, pero hay que sensibilizar y re-educar a los estudiantes de medicina”.

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