Jalisco
Robo de carne puede involucrar a los directivos del rastro
Los robos implican pérdidas muy superiores a los 19 millones de pesos
GUADALAJARA, JALISCO (05/ENE/2011).- El
robo de la carne en las instalaciones del rastro municipal de
Guadalajara es un problema complejo y añejo. Tal problema exhibe de manera patente las carencias estructurales de este centro de matanza, cuyo diseño no está hecho para dar seguridad al manejo de la carne, según lo aseguró el presidente de la empresa Frigorífico de Occidente, Fernando Corona Alcalá.
Este entrevistado resaltó que el problema de la sustracción ilegal de la carne, “no es algo que pueda imputarse en forma exclusiva a los trabajadores del rastro tapatío, dado que en otras administraciones municipales, han salido a relucir empleados de confianza del personal directivo que han sido cómplices en los atracos”.
Otro socio de esta empresa, Orencio Arias Fierro, puntualizó que las autoridades municipales actuales han hecho bien en admitir públicamente el serio problema del robo de carne, pero se han quedado cortas “porque los robos implican pérdidas muy superiores a los 19 millones de pesos, según lo han informado”.
Al respecto, Corona Alcalá comentó que “el robo de carnes que empezó como destinado al consumo familiar, se ha llegado a convertir en algo destinado para el consumo industrial”. Insistió en que los grandes espacios que concentra el rastro en sus áreas de matanza, bolsa de ganado y comercialización, suponen un área difícil para la vigilancia, máxime cuando a ello se añade la corrupción de funcionarios públicos que han actuado en contubernio con algunos trabajadores.
En forma irónica, el citado Arias Fierro adujo que “como están las cosas, las cámaras que pretende instalar la autoridad municipal en el rastro, también se las van a robar o les van a dar de pedradas, mientras no haya un mecanismo eficiente de control y vigilancia del personal”.
EL INFORMADOR / SALVADOR Y MALDONADO
Este entrevistado resaltó que el problema de la sustracción ilegal de la carne, “no es algo que pueda imputarse en forma exclusiva a los trabajadores del rastro tapatío, dado que en otras administraciones municipales, han salido a relucir empleados de confianza del personal directivo que han sido cómplices en los atracos”.
Otro socio de esta empresa, Orencio Arias Fierro, puntualizó que las autoridades municipales actuales han hecho bien en admitir públicamente el serio problema del robo de carne, pero se han quedado cortas “porque los robos implican pérdidas muy superiores a los 19 millones de pesos, según lo han informado”.
Al respecto, Corona Alcalá comentó que “el robo de carnes que empezó como destinado al consumo familiar, se ha llegado a convertir en algo destinado para el consumo industrial”. Insistió en que los grandes espacios que concentra el rastro en sus áreas de matanza, bolsa de ganado y comercialización, suponen un área difícil para la vigilancia, máxime cuando a ello se añade la corrupción de funcionarios públicos que han actuado en contubernio con algunos trabajadores.
En forma irónica, el citado Arias Fierro adujo que “como están las cosas, las cámaras que pretende instalar la autoridad municipal en el rastro, también se las van a robar o les van a dar de pedradas, mientras no haya un mecanismo eficiente de control y vigilancia del personal”.
EL INFORMADOR / SALVADOR Y MALDONADO
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