Jalisco
Roban y recuperan escultura del “niño meón”
La escultura fue robada la madrugada del domingo, pero ayer fue recuperada y tres hombres que confesaron el robo quedaron detenidos
GUADALAJARA, JALISCO (04/ABR/2012).- La Plaza Tapatía estuvo a punto de quedarse sin uno de los “niños meones” que adornan la fuente del Callejón del Diablo y que están considerados parte del patrimonio cultural de Guadalajara: la escultura fue robada la madrugada del domingo, pero ayer fue recuperada y tres hombres que confesaron el robo quedaron detenidos: Fulgencio Solís Vela, de 62 años; Óscar Germán Jiménez Hernández, de 27 años, y Edgar Alberto Castro Gómez, de 28 años.
La Policía de Guadalajara los arrestó justamente en el Paseo Degollado, ya que habían robado una ranita de bronce de la misma fuente. Édgar Alberto Castro confesó que él había hurtado la escultura del niño y que la había vendido en una chatarrera, ubicada en Gobernador Curiel y la calle 10, Colonia Ferrocarril.
Los policías fueron el lunes al negocio, pero lo hallaron cerrado; ayer recuperaron la escultura, partida en dos. El dueño del negocio, César López Arballo, de 42 años, y el empleado César Galván Zaragoza, de 22 años, también quedaron arrestados. Pagaron mil 500 pesos por la pieza de bronce de 25.65 kilogramos.
Los actos de vandalismo a este tipo de obras no son poco comunes. En la misma Plaza Tapatía fue mutilada una vez la Diosa de la Fortuna y de la Esperanza, del italiano Carlos Nicoli, a la que le cortaron un brazo, y las esculturas de Alejandro Colunga frente al Instituto Cultural Cabañas también han sido dañadas.
La fuente de los “niños meones” fue creada por el tapatío Miguel Miramontes —nacido en 1920 y quien hoy vive en Chapala, también autor del obelisco a la Revolución en la Glorieta de El Álamo y de los futbolistas fuera del Estadio Jalisco— y data de la inauguración de la Plaza, en 1982. “Es una fuente amable, que celebra la infancia y que tiene sentido del humor; es un rasgo simpático de la Plaza Tapatía”, dice el arquitecto Juan Palomar.
La chatarrera quedó clausurada. Los detenidos y lo asegurado fueron puestos a disposición de la Procuraduría de Justicia.
La Policía de Guadalajara los arrestó justamente en el Paseo Degollado, ya que habían robado una ranita de bronce de la misma fuente. Édgar Alberto Castro confesó que él había hurtado la escultura del niño y que la había vendido en una chatarrera, ubicada en Gobernador Curiel y la calle 10, Colonia Ferrocarril.
Los policías fueron el lunes al negocio, pero lo hallaron cerrado; ayer recuperaron la escultura, partida en dos. El dueño del negocio, César López Arballo, de 42 años, y el empleado César Galván Zaragoza, de 22 años, también quedaron arrestados. Pagaron mil 500 pesos por la pieza de bronce de 25.65 kilogramos.
Los actos de vandalismo a este tipo de obras no son poco comunes. En la misma Plaza Tapatía fue mutilada una vez la Diosa de la Fortuna y de la Esperanza, del italiano Carlos Nicoli, a la que le cortaron un brazo, y las esculturas de Alejandro Colunga frente al Instituto Cultural Cabañas también han sido dañadas.
La fuente de los “niños meones” fue creada por el tapatío Miguel Miramontes —nacido en 1920 y quien hoy vive en Chapala, también autor del obelisco a la Revolución en la Glorieta de El Álamo y de los futbolistas fuera del Estadio Jalisco— y data de la inauguración de la Plaza, en 1982. “Es una fuente amable, que celebra la infancia y que tiene sentido del humor; es un rasgo simpático de la Plaza Tapatía”, dice el arquitecto Juan Palomar.
La chatarrera quedó clausurada. Los detenidos y lo asegurado fueron puestos a disposición de la Procuraduría de Justicia.
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