Jalisco
Rescate de la casa de la Cultura
Es un aliento en el impulso a la recuperación de áreas públicas que permitan el desarrollo cultural y recreativo de la ciudadanía
Casa de la Cultura Jalisciense que emprende la
Secretaría de Cultura del Estado. Se trata de un edificio construido en los 50 durante la administración de Agustín Yáñez; también de una arquitectura en su momento valorada y reconocida, realizada por Julio de la Peña; asimismo, de un espacio único para entonces en su género en toda América Latina; y para acentuar la importancia identitaria, se trata de una casa que confluye y es parte del área de recreación tapatía por antonomasia: el Parque Agua Azul, parque, lago originalmente, del que Octavio Paz recuerda los paseos vespertinos a los que lo acostumbró su abuelo Irineo.
La Casa de la Cultura Jalisciense debiera ser, como se ha hecho hincapié en distintas ocasiones y por diferentes instituciones, el núcleo de un área destinada a la recreación familiar, que comprende hacia el sur (a espaldas) al Museo de Arqueología, a la Plaza Juárez y al Teatro Guadalajara del Instituto Mexicano del Seguro Social, foro recientemente confiado al profesionalismo del promotor cultural,Miguel Ángel Gutiérrez; al norte (al frente), una serie de locales comerciales en total abandono, la explanada de un autoservicio, los auditorios de dos hoteles de considerables dimensiones y el Teatro Diana; al este (costado derecho), al Parque Agua Azul con su concha acústica y su pequeña gradería para teatro al aire libre, así como un enorme espacio constituido por el encuentro de avenidas: la Calzada Independencia y la González Gallo; al oeste (costado izquierdo), la gran bocacalle conformada por Constituyentes y 16 de Septiembre.
Es un paso imprescindible el rescate de este espacio histórico ya, luego de sus 50 años de vida. Es un aliento en el impulso a la recuperación de áreas públicas que permitan el desarrollo cultural y recreativo de la ciudadanía, sobre todo en zonas de la ciudad que muestran aspectos de abandono y delincuencia.
La Casa de la Cultura Jalisciense, que durante varias décadas fungió como sede de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco con Juan José Arreola como su director, y durante un poco más de la última década como sede del Sistema Jalisciense de Radio y Televisión, guarda, entre sus cuartos y divisiones internas, espacios que han sido albergue y resguardo de material y de personas valiosas para la cultura de Jalisco.
Las obras de remodelación ya son visibles en algunas partes del edificio, como se constata en el auditorio y parte del patio central. Por lo que se da prueba de que el proyecto, a estas fechas, ya rebasó el nivel del plano. Lo que faltaría por rebasar es la mira cortoplacista a la que estamos acostumbrados y en ese sentido, la remodelación de la Casa de la Cultura sería un verdadero acierto si se toma como proyecto integral la reactivación de la zona, a partir de esta casa que tanto queremos.
GUADALAJARA, JALISCO.- Loable el rescate de la
La Casa de la Cultura Jalisciense debiera ser, como se ha hecho hincapié en distintas ocasiones y por diferentes instituciones, el núcleo de un área destinada a la recreación familiar, que comprende hacia el sur (a espaldas) al Museo de Arqueología, a la Plaza Juárez y al Teatro Guadalajara del Instituto Mexicano del Seguro Social, foro recientemente confiado al profesionalismo del promotor cultural,Miguel Ángel Gutiérrez; al norte (al frente), una serie de locales comerciales en total abandono, la explanada de un autoservicio, los auditorios de dos hoteles de considerables dimensiones y el Teatro Diana; al este (costado derecho), al Parque Agua Azul con su concha acústica y su pequeña gradería para teatro al aire libre, así como un enorme espacio constituido por el encuentro de avenidas: la Calzada Independencia y la González Gallo; al oeste (costado izquierdo), la gran bocacalle conformada por Constituyentes y 16 de Septiembre.
Es un paso imprescindible el rescate de este espacio histórico ya, luego de sus 50 años de vida. Es un aliento en el impulso a la recuperación de áreas públicas que permitan el desarrollo cultural y recreativo de la ciudadanía, sobre todo en zonas de la ciudad que muestran aspectos de abandono y delincuencia.
La Casa de la Cultura Jalisciense, que durante varias décadas fungió como sede de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco con Juan José Arreola como su director, y durante un poco más de la última década como sede del Sistema Jalisciense de Radio y Televisión, guarda, entre sus cuartos y divisiones internas, espacios que han sido albergue y resguardo de material y de personas valiosas para la cultura de Jalisco.
Las obras de remodelación ya son visibles en algunas partes del edificio, como se constata en el auditorio y parte del patio central. Por lo que se da prueba de que el proyecto, a estas fechas, ya rebasó el nivel del plano. Lo que faltaría por rebasar es la mira cortoplacista a la que estamos acostumbrados y en ese sentido, la remodelación de la Casa de la Cultura sería un verdadero acierto si se toma como proyecto integral la reactivación de la zona, a partir de esta casa que tanto queremos.
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