Jalisco
Reloj de asfalto
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Creo que la gloria del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) sigue siendo su carácter humano y la calidad de las personas que en él laboran para mantener el complejo andamiaje que requiere su funcionamiento; desde aquí un reconocimiento a todos ellos.
Resulta interesante que a pesar de contar con un festival consolidado a lo largo de 26 años, al que asisten personalidades como Agnes Varda y Werner Herzog (que no asistirían ni por error a festivalitos), la industria local no ha cosechado las mieles del FICG.
En este marco y seguramente aprovechando la coyuntura del festival, un grupo de trabajadores locales de la industria levantaron la voz reclamando injusticias por parte de una productora llamada Goliath Films, que realizó tres largometrajes con dinero público en esta ciudad.
Se habla de una producción, por ejemplo, que contaba con un presupuesto de 11 millones de pesos, que no pudo haber costado más de dos millones y que dejó cuentas sin pagar a los trabajadores del cine que, me consta, viven tan al día en esta maltrecha industria.
Hasta la fecha, señalan los afectados, “nadie a dado la cara y tanto la productora Goliath Films dirigida por José Antonio Hernández y Walter Schroeder, así como la productora Alux Films dirigida por Mario Ochoa, se han lavado las manos y no han dado una solución al pago de los involucrados” que por mas de cuatro meses ofrecieron su trabajo.
También acusan los afectados de malversación de los fondos de Imcine para poner una “Academia” de cine (http://acineg.net/acineg) con el objeto de conseguir mano de obra para sus futuras producciones. Finalmente, miembros de la industria local del cine se mostraron consternados ante la posibilidad de que esta productora reciba dinero de los fondos locales de apoyo.
El llamado va a las instancias culturales del Estado, para que tengan cuidado en esta y en todas las peticiones de apoyos y becas, para que no otorguen dinero a productoras que arrastran serios problemas de sus proyectos anteriores. Es decir, requerimos un país donde los actos tengan consecuencias, eso fortalecerá la industria.
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