Jalisco

Reloj de asfalto

No, no hablo de El Salto, que siempre huele así ante la negación absurda de las autoridades sobre la existencia del problema

No ha terminado enero y esto ya huele a podrido

No, no hablo de El Salto, que siempre huele así ante la negación absurda de las autoridades sobre la existencia del problema y el desinterés morboso del jefe del Ejecutivo estatal, que parece preferir los Juegos Panamericanos y mitras de oro al agua limpia.

Me refiero a la actual Legislatura, cuya comisión de responsabilidades debe dictaminar una demanda de juicio político promovida por el Congreso Ciudadano contra los seis ex coordinadores de la Legislatura anterior y que debe hacerlo antes de que termine el mes.

El asunto está así: la auditoría en torno a la LIIX Legislatura muestra una pléyade de descaradas marrullerías entre las que se encuentran anomalías millonarias por falta de comprobación de gastos, documentos apócrifos y solicitudes de servicios a empresas creadas ad hoc para el robo en despoblado (Proceso Jalisco en su número 319 hace un clarísimo recuento de compañías domiciliadas en casas habitación o fincas abandonadas a las que se les pagaron decenas de millones de pesos).

La Comisión de Responsabilidades de la actual Legislatura debe dar respuesta a esta petición ciudadana antes del 31 de este mes, porque nada tontos los hombres a quienes han de referirse las canciones de Paquita la del Barrio, han legislado para que la podredumbre de sus actos no pueda ser juzgada después de un año de terminadas sus funciones.

Resulta sospechosa la lentitud del proceso, y si es cierto que el que piensa mal acierta, pues entonces lo más probable es que esperen que se pasen las fechas para que la demanda no proceda y los alegres señores puedan seguir robándonos en nuestra cara hasta que lleguen las calendas griegas.

Veremos, como hemos visto hasta ahora, cuanta falsedad hay en la dichosa guerra contra el crimen organizado que este Gobierno jura defender, y si estas miles de muertes con este pretexto no son sino el resultado de un engaño más.
En otras noticias también de corte ciudadano y en torno a esta guerra, esta semana se ha lanzado (cortesía de Ríus) una campaña clara y simple llamada ya basta de sangre, en la que se exige se detenga esta injusta carnicería (en la que se han acumulado alrededor de 300 mil muertos), mientras la actual Legislatura pospone modorramente las obligaciones de su predecesora en materia rendición de cuentas para con el pueblo.

Se exigen justicia y fin a la impunidad en casos como el de la Guardería ABC, Marisela Escobedo y un cada día más largo etcétera. Se exige educación de calidad, empleo, menores sueldos a los diputados, candidaturas ciudadanas, democracia participativa y un alto a la sangre y a la violencia. Como dijera Eduardo Galeano: hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez. Ya basta.

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