Jalisco
Reloj de asfalto
Twitter, redes sociales y Ulises ya cayó…
Las personas en el búnker de la sociedad civil organizada que monitorearon la elección durante todo el día, se tomaron un momento para llorar. La mujer que coordinó el movimiento de los ciudadanos que sin parar defendieron urnas, casillas y boletas, sin olvidar los rondines para cazar mapaches, se tomó un momento para ver el televisor.
La mujer se quitó los grasosos lentes para dejar ver unos ojos empañados, rojizos, incrédulos y felices mientras Milenio TV anunciaba, prematuramente, la victoria de Gabino Cué en las urnas de Oaxaca.
“Éste es nuestro 2006, ésta es nuestra justicia, sólo que lo vencimos con la credencial de elector”, afirmó la mujer al borde del llanto. Sus compañeras, sus hijas, sus compañeros todos, se abandonaron al inverosímil júbilo de haber vencido al PRI después de 80 años.
Un día antes, unas horas antes, el silencio era terrible. El aire podía cortarse con una navaja. Se esperaban guerra sucia, miedo, violencia, traición y fraude. Pero los oaxaqueños salieron a las urnas a pesar de las amenazas vía celular y los noticieros informando de la captura de hombres de intereses siniestros con explosivos (todo esto, al parecer, parte de la estrategia de Ulises Ruiz para amedrentar al pueblo y propiciar un abstencionismo favorable a las acciones mapachiles).
Una de las cosas más impresionantes fue el manejo de información en las redes sociales. La elección fue de Twitter completamente. No hay medio informativo capaz de contender con un ejército de informadores ciudadanos que constantemente argumentan, opinan e informan, alimentando una red nacional dividida con claridad por temas.
“@acciónoaxaca un grupo de personas sospechosas rondan la casilla en avenida x del barrio de cinco señores”, informaba un usuario de Twitter. Inmediatamente se materializaban civiles armados con cámaras y teléfonos celulares a defender dicha casilla.
Si había reparto de despensas, regalos, coacción o compra del voto en alguna parte del Estado, había alguien que lo mencionaba en Twitter y posteriormente, aparecían las cámaras ciudadanas.
Es cierto que las elecciones 2010 fueron un laboratorio, un experimento, una ventana a las elecciones 2012; pero no solamente para los partidos. También la ciudadanía (no sólo en Oaxaca sino en todo el país) probó sus redes, su capacidad de acción, movilización y respuesta. Estoy seguro de que las organizaciones ciudadanas utilizarán este experimento para mejorar y ampliar sus redes de comunicación a nivel nacional. Para organizarse en aras de defender una democracia que nos pertenece a todos.
Finalmente, como decía la propaganda en los autos oaxaqueños: “Si sales a votar, el PRI pierde”. La gente salió a votar. Ulises ya cayó…
La mujer se quitó los grasosos lentes para dejar ver unos ojos empañados, rojizos, incrédulos y felices mientras Milenio TV anunciaba, prematuramente, la victoria de Gabino Cué en las urnas de Oaxaca.
“Éste es nuestro 2006, ésta es nuestra justicia, sólo que lo vencimos con la credencial de elector”, afirmó la mujer al borde del llanto. Sus compañeras, sus hijas, sus compañeros todos, se abandonaron al inverosímil júbilo de haber vencido al PRI después de 80 años.
Un día antes, unas horas antes, el silencio era terrible. El aire podía cortarse con una navaja. Se esperaban guerra sucia, miedo, violencia, traición y fraude. Pero los oaxaqueños salieron a las urnas a pesar de las amenazas vía celular y los noticieros informando de la captura de hombres de intereses siniestros con explosivos (todo esto, al parecer, parte de la estrategia de Ulises Ruiz para amedrentar al pueblo y propiciar un abstencionismo favorable a las acciones mapachiles).
Una de las cosas más impresionantes fue el manejo de información en las redes sociales. La elección fue de Twitter completamente. No hay medio informativo capaz de contender con un ejército de informadores ciudadanos que constantemente argumentan, opinan e informan, alimentando una red nacional dividida con claridad por temas.
“@acciónoaxaca un grupo de personas sospechosas rondan la casilla en avenida x del barrio de cinco señores”, informaba un usuario de Twitter. Inmediatamente se materializaban civiles armados con cámaras y teléfonos celulares a defender dicha casilla.
Si había reparto de despensas, regalos, coacción o compra del voto en alguna parte del Estado, había alguien que lo mencionaba en Twitter y posteriormente, aparecían las cámaras ciudadanas.
Es cierto que las elecciones 2010 fueron un laboratorio, un experimento, una ventana a las elecciones 2012; pero no solamente para los partidos. También la ciudadanía (no sólo en Oaxaca sino en todo el país) probó sus redes, su capacidad de acción, movilización y respuesta. Estoy seguro de que las organizaciones ciudadanas utilizarán este experimento para mejorar y ampliar sus redes de comunicación a nivel nacional. Para organizarse en aras de defender una democracia que nos pertenece a todos.
Finalmente, como decía la propaganda en los autos oaxaqueños: “Si sales a votar, el PRI pierde”. La gente salió a votar. Ulises ya cayó…
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