Jalisco
Registran 90% de avance las investigaciones por caso FEG
A casi un mes del multihomicidio de cuatro estudiantes de la Prepa 8 y un padre de familia, la Procuraduría estatal revela nuevos datos
GUADALAJARA, JALISCO (13/ENE/2012).- La Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco (PGJEJ), en voz de su titular, Tomás Coronado Olmos, confirmó el día de ayer que las investigaciones en torno al multihomicidio de cuatro estudiantes de la Preparatoria 8 y el padre de familia de uno de ellos, cuyos cadáveres fueron encontrados en las inmediaciones del edificio de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) llevan 90% de avance.
Como parte de las novedades en el caso, se logró identificar una relación entre una pistola calibre .32, hallada en el inmueble, con el asesinato de dos de las víctimas (el padre de familia, Armando Gómez, de 56 años de edad, y su hijo Francisco Ismael Gómez Saucedo, de 21 años), en tanto que el resto de los jóvenes fueron asesinados con un arma blanca.
En relación con los hechos, especialistas expresaron que el homicidio es el reflejo de una organización fragmentada en micro poderes que se acerca a su desintegración.
“Estamos viendo que en esa situación de falta de poder (la FEG) está pataleando sin la comunidad estudiantil que la sostuvo, y por la que estuvieron viviendo mucho tiempo con extorsiones y atropellos a los que estuvieron acostumbrados. Estamos viendo el final tétrico y apropiado a una organización de este tipo”, señaló al respecto el historiador de la Universidad de Guadalajara y estudiante de doctorado, Jesús Zamora.
A su vez, el también historiador y alumno de doctorado, Rodolfo Gamiño, hizo notar el contraste entre el poder de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), la cual, al igual que la FEG en su tiempo, sirve ahora como trampolín para las aspiraciones políticas de sus integrantes.
Dado que la FEG no tuvo la capacidad de auto regenerarse y auto democratizarse, termina en medio de un proceso de descomposición que la coloca en una situación que la sociedad tapatía reprueba, explicó Jesús Zamora.
Finalmente, como parte de las investigaciones, la Procuraduría del Estado giró ayer 18 órdenes de presentación para miembros de la FEG que pudieron haber presenciado el múltiple homicidio.
Enfrentamiento
Los especialistas entrevistados son estudiantes en el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y autores del libro Los Vikingos, como se hacía llamar la pandilla del barrio de San Andrés que se enfrentó en los 70 a la entonces poderosa FEG.
Los autores recuerdan en su investigación convertida en libro cómo un grupo de jóvenes universitarios disidentes, organizados a nivel barrial, se convirtieron en una fuerza política que se aglutinó en el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), que más tarde se transformó en un movimiento opositor al régimen.
La FEG, por su parte, estaba en desacuerdo con cualquier otra organización y hacía frente a grupos estudiantiles que le disputaran el poder al final de los años sesenta y principios de los setenta. El 23 de septiembre de 1970, cuando apareció como tal el FER, la FEG lo enfrentó de manera violenta. Ante la represión, los miembros del FER debieron convertirse en una agrupación clandestina, lo cual impidió que se presentaran en las escuelas como una opción política universitaria.
Como parte de las novedades en el caso, se logró identificar una relación entre una pistola calibre .32, hallada en el inmueble, con el asesinato de dos de las víctimas (el padre de familia, Armando Gómez, de 56 años de edad, y su hijo Francisco Ismael Gómez Saucedo, de 21 años), en tanto que el resto de los jóvenes fueron asesinados con un arma blanca.
En relación con los hechos, especialistas expresaron que el homicidio es el reflejo de una organización fragmentada en micro poderes que se acerca a su desintegración.
“Estamos viendo que en esa situación de falta de poder (la FEG) está pataleando sin la comunidad estudiantil que la sostuvo, y por la que estuvieron viviendo mucho tiempo con extorsiones y atropellos a los que estuvieron acostumbrados. Estamos viendo el final tétrico y apropiado a una organización de este tipo”, señaló al respecto el historiador de la Universidad de Guadalajara y estudiante de doctorado, Jesús Zamora.
A su vez, el también historiador y alumno de doctorado, Rodolfo Gamiño, hizo notar el contraste entre el poder de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), la cual, al igual que la FEG en su tiempo, sirve ahora como trampolín para las aspiraciones políticas de sus integrantes.
Dado que la FEG no tuvo la capacidad de auto regenerarse y auto democratizarse, termina en medio de un proceso de descomposición que la coloca en una situación que la sociedad tapatía reprueba, explicó Jesús Zamora.
Finalmente, como parte de las investigaciones, la Procuraduría del Estado giró ayer 18 órdenes de presentación para miembros de la FEG que pudieron haber presenciado el múltiple homicidio.
Enfrentamiento
Los especialistas entrevistados son estudiantes en el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y autores del libro Los Vikingos, como se hacía llamar la pandilla del barrio de San Andrés que se enfrentó en los 70 a la entonces poderosa FEG.
Los autores recuerdan en su investigación convertida en libro cómo un grupo de jóvenes universitarios disidentes, organizados a nivel barrial, se convirtieron en una fuerza política que se aglutinó en el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), que más tarde se transformó en un movimiento opositor al régimen.
La FEG, por su parte, estaba en desacuerdo con cualquier otra organización y hacía frente a grupos estudiantiles que le disputaran el poder al final de los años sesenta y principios de los setenta. El 23 de septiembre de 1970, cuando apareció como tal el FER, la FEG lo enfrentó de manera violenta. Ante la represión, los miembros del FER debieron convertirse en una agrupación clandestina, lo cual impidió que se presentaran en las escuelas como una opción política universitaria.
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