Jalisco
Recuerdan plan para dividir la Arquidiócesis
La propuesta fue descartada por el anterior jerarca de la Iglesia Católica Juan Sandoval Íñiguez
La opción de la división territorial a la arquidiócesis de casi 21 mil kilómetros cuadrados y más de seis millones de habitantes fue descartada tajantemente por el jerarca anterior, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, pero la posibilidad se reactivó con la llegada del nuevo arzobispo. Dos sacerdotes entrevistados sobre el tema: el historiador Armando González Escoto y el cronista diocesano Tomás de Híjar Ornelas, afirman que Robles Ortega tiene en su agenda este análisis.
De Híjar asegura que “el cardenal Robles ya tomó el pulso de lo que implica la gran extensión de la Arquidiócesis y su densa comunidad, por lo que seguramente valorará la conveniencia de recortar su territorio, máxime que (en enero) se cumplen 150 años de historia de su fundación y de que se le desmembraron varias diócesis vecinas”.
Estos dos entrevistados incluso señalan que la sede de un nuevo obispado podría ser Tlajomulco de Zúñiga, municipio que ha vivido una intensa redensificación poblacional en este siglo. González Escoto recordó que también se ha hablado de Ocotlán y Ameca.
El rector de la Universidad del Valle de Atemajac, Francisco Ramírez, expresó que el arzobispo Robles ha recibido tal inquietud de muchos sacerdotes. En todos los casos, admiten los entrevistados, el cardenal ha asegurado que la decisión requiere un profundo estudio, además de que, recuerda Francisco Ramírez, deberá ser discutido con la Comisión de Diócesis de la Conferencia del Episcopado Mexicano y considerar lo que se analice en Roma.
A un año de haber asumido la autoridad eclesiástica como arzobispo de Guadalajara, el cardenal José Francisco Robles Ortega ha ido conociendo a profundidad la situación de su comunidad arquidiocesana y marcando un estilo que lo distingue de su antecesor el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, según testimonios recabados sobre el tema.
La investigadora de El Colegio de Jalisco Laura Fuentes señala que “el actual arzobispo se ha diferenciado del estilo excesivamente protagonista y mediático de su antecesor, quien opinaba de todo, sobre todo en temas políticos”.
Especifica que en sus opiniones sobre temas polémicos, como el estatus legal de las parejas de homosexuales, la violencia del país y temas políticos, el cardenal Robles se ha expresado en tono muy comedido y respetuoso, sin caer en afirmaciones radicales como las de su antecesor.
También puso de manifiesto que el peso social del arzobispo tapatío se ha complementado con el nombramiento que recibió recientemente para encabezar la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), lo que lo ha fortalecido en su perfil.
El investigador de la Univa, Román Ramírez, comentó que el nuevo arzobispo ha expuesto en su desempeño varios signos de su perfil como personaje eclesiástico, lo que a su vez lo distingue del anterior jerarca: “Ha actuado con mano firme y sin muchos aspavientos, para formar su equipo de trabajo en los puestos más importantes de la estructura eclesiástica tapatía”.
Citó que con el nombramiento del secretario canciller de la Arquidiócesis tapatía, Javier Magdaleno Cueva, y con la designación como vicerrector del Seminario Diocesano del presbítero José Guadalupe Miranda, en lugar del obispo auxiliar Miguel Romano Gómez, el jerarca en funciones ha dado muestras de formar su equipo de confianza.
Ramírez Carrillo subrayó que estos nombramientos son “auténticos golpes de timón” de parte del nuevo jerarca católico, quien avanza en la formación de su propio equipo de trabajo y de paso se desmarca de su antecesor. Para fechas cercanas se anticipa el nombramiento del vicario general y de los llamados vicarios episcopales.
Trajo a colación gestos de Robles Ortega como usar una cuenta de Twitter y salir unos minutos antes de la misa dominical en la Catedral para convivir con la gente que llega temprano; son formas de fortalecer la comunicación con su grey.
Síguenos en