Jalisco
Recomiendan a Jalisco ley contra la discriminación
Experto cuestiona iniciativa que busca sancionar con prisión o con trabajo comunitario a quienes participen en actos de exclusión
GUADALAJARA, JALISCO (28/ENE/2013).- En la actual Legislatura se analiza una iniciativa para reformar el Código Penal del Estado y sancionar la discriminación como un delito. Con esta propuesta, que fue presentada en noviembre de 2012 por el diputado priista y presidente de la Comisión de Desarrollo Regional del Congreso de Jalisco, Jaime Prieto Pérez, se descartaría la formulación de una ley en este tema.
De si es suficiente tipificar como delito la discriminación, el diputado señala que la aprobación de la iniciativa, que contempla castigos para las personas y para los servidores públicos que participen en actos de discriminación, es “un gran paso porque estaríamos resolviendo un problema, pero estaremos viendo qué paso sigue. Creo que con esto no se resuelve totalmente, pero es el inicio de acciones para resolver un problema”.
Sin embargo, para el experto en temas de derechos humanos y académico del Instituto de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Gerardo Moya García, no es suficiente, ya que Jalisco requiere de una ley para prevenir la discriminación y ésta tiene que ser “innovadora”.
El especialista aclara que el camino más “fácil” para los legisladores es crear un delito o elevar las penas, pero en la práctica se ha demostrado que dicha medida no soluciona el problema, ya “las estadísticas del sistema de procuración de justicia en México para darse cuenta que eso no funciona. Tenemos niveles de impunidad de 93 o 94%”.
Moya García pide responder: “cuántos casos —de discriminación— van a pasar de la Procuraduría a un juzgado”.
Para Prieto Pérez castigar la discriminación es “el primer paso”, pero reconoce que tiene que fortalecerse a los ministerios públicos para “agilizar” en la integración de averiguaciones.
El académico del ITESO señala que en la Legislatura pasada ya se había presentado una iniciativa similar, pero “Jalisco requiere de una ley integral”, ya que es uno de los estados con mayores quejas por discriminación según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
En otras comisiones como en la de Equidad y Género, la propuesta es sumarse a la iniciativa ya presentada como lo comenta la presidenta de dicha área, la diputada Fabiola Loya Fernández, quien es integrante de la fracción parlamentaria de Movimiento Ciudadano.
La ley para prevenir actos de discriminación tendrá que esperar, ya que la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) buscará “condensar” las leyes, explica el diputado, “no por esto estamos dejando desprotegidos a los ciudadanos”.
A escala federal, el Conapred recibe quejas de actos discriminatorios realizados ya sea por una instancia pública federal o por cualquier institución privada.
Y en el Estado, la Comisión de Derechos Humanos recibió 22 quejas por discriminación en 2012.
La iniciativa
“Se impondrá de seis meses a tres años de prisión o de treinta a ciento cincuenta días de trabajo a favor de la comunidad y multa de hasta cien días de salario, al que por razones de origen, edad, sexo, embarazo, estado civil, raza, nacionalidad, idioma, religión, ideología, orientación sexual, condición social o económica, trabajo o profesión, discapacidad, características física, estado de salud o cualquier otra causa que implique discriminación, atentando contra la dignidad humana, limite, anule o genere un menoscabo a los derechos, libertades y seguridad de la persona”.
Además, “al servidor público que, por las razones previstas en el primer párrafo de este artículo, niegue o retarde a una persona un trámite, servicio o prestación al que tenga derecho, se le aumentará en una mitad la pena prevista en el presente artículo y además se le impondrá destitución e inhabilitación para el desempeño de cualquier cargo, empleo o comisión públicos hasta por el mismo tiempo de la pena de prisión impuesta”.
CRÓNICA
Rechazado de la escuela por ''cieguito''
“Porque estás cieguito” fue la razón que le dieron a Bernardo Álvarez para rechazarlo de una secundaria pública. Con ese acto se comete una doble discriminación: la negación de un servicio y el estigma con un adjetivo que minoriza, explica Bernardo mientras se acomoda la corbata en su oficina.
Recibe en su trabajo a las visitas, les muestra con señas el camino.
En el despacho DLC lleva asuntos de comunicación y recursos humanos por las tardes; en las mañanas es profesor en el Instituto de Ciencias, el primer mentor con discapacidad. Tiene 26 años, estudió Ciencias de la Comunicación en el ITESO (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente).
Así como hay instituciones que ponen límites, hay otras que tienen la confianza de dar oportunidades a personas con discapacidad, dice Bernardo, un ejemplo son sus trabajos.
Una inclusión sustanciosa no es aquella que tiene propuestas especiales para personas con discapacidad, sino la que adecua espacios en los que cualquiera puede converger, reflexiona mientras teclea en su computadora, adaptada con sonido para que él la use.
Si Bernardo está sentado en su oficina, después de su jornada como profesor, es porque libró la negación en una secundaria y encontró oportunidad en otra, la Mixta 55. Y así, presume su habilidad para sortear rechazos habituales, cuando sale en las noches, por ejemplo: “Si quieres bailo con tu hermana”, responde con humor a quienes, antes de entrar a un centro nocturno, le cuestionan si es capaz de bailar.
“¡Ah, qué muchacho, no se está quieto!”, dice de sí mismo. Cuando Bernardo no está en sus trabajos, practica charrería, compone e interpreta música o hace ciclismo; con lo que participó en los Juegos Parapanamericanos 2011 con una muestra de recorrido guiado a través de sonido. ¿El futuro? Bueno, está próximo a publicar su libro ¿Cuál es tu discapacidad?.
Lenia Ruvalcaba es una tapatía que participó en los Juegos Parapanamericanos 2011. En un viernes por la noche, durante el periodo de esa gesta deportiva, Lenia asistió a un bar en Guadalajara al que no la dejaron pasar.
En la puerta de un centro nocturno, Lenia y una amiga estuvieron esperando a entrar, mientras tanto, a otras personas que llegaban después sí les permitían la entrada. A la deportista y su acompañante no les dieron explicación para la espera.
El estar paradas en la puerta del bar se prolongó hasta por dos horas, entonces decidieron marcharse. Posteriormente, Lenia se quejó a través de su cuenta de Twitter, lo que repercutió en algunos reflectores por su calidad de deportista.
Personal del antro se disculpó a través de Facebook, justificaron que si Lenia se hubiera identificado como medallista le hubieran permitido el acceso.
“Sin embargo, no explicaron por qué le impiden la entrada a ciertas personas, ni reconocieron que estuvieran cometiendo actos de discriminación”, relata Susana Ruvalcaba, hermana de Lenia.
SABER MÁS
Legislación incluyente
Sólo 19% de las entidades del país han aprobado una legislación antidiscriminatoria, además de tipificarla como un delito.
De si es suficiente tipificar como delito la discriminación, el diputado señala que la aprobación de la iniciativa, que contempla castigos para las personas y para los servidores públicos que participen en actos de discriminación, es “un gran paso porque estaríamos resolviendo un problema, pero estaremos viendo qué paso sigue. Creo que con esto no se resuelve totalmente, pero es el inicio de acciones para resolver un problema”.
Sin embargo, para el experto en temas de derechos humanos y académico del Instituto de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Gerardo Moya García, no es suficiente, ya que Jalisco requiere de una ley para prevenir la discriminación y ésta tiene que ser “innovadora”.
El especialista aclara que el camino más “fácil” para los legisladores es crear un delito o elevar las penas, pero en la práctica se ha demostrado que dicha medida no soluciona el problema, ya “las estadísticas del sistema de procuración de justicia en México para darse cuenta que eso no funciona. Tenemos niveles de impunidad de 93 o 94%”.
Moya García pide responder: “cuántos casos —de discriminación— van a pasar de la Procuraduría a un juzgado”.
Para Prieto Pérez castigar la discriminación es “el primer paso”, pero reconoce que tiene que fortalecerse a los ministerios públicos para “agilizar” en la integración de averiguaciones.
El académico del ITESO señala que en la Legislatura pasada ya se había presentado una iniciativa similar, pero “Jalisco requiere de una ley integral”, ya que es uno de los estados con mayores quejas por discriminación según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
En otras comisiones como en la de Equidad y Género, la propuesta es sumarse a la iniciativa ya presentada como lo comenta la presidenta de dicha área, la diputada Fabiola Loya Fernández, quien es integrante de la fracción parlamentaria de Movimiento Ciudadano.
La ley para prevenir actos de discriminación tendrá que esperar, ya que la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) buscará “condensar” las leyes, explica el diputado, “no por esto estamos dejando desprotegidos a los ciudadanos”.
A escala federal, el Conapred recibe quejas de actos discriminatorios realizados ya sea por una instancia pública federal o por cualquier institución privada.
Y en el Estado, la Comisión de Derechos Humanos recibió 22 quejas por discriminación en 2012.
La iniciativa
“Se impondrá de seis meses a tres años de prisión o de treinta a ciento cincuenta días de trabajo a favor de la comunidad y multa de hasta cien días de salario, al que por razones de origen, edad, sexo, embarazo, estado civil, raza, nacionalidad, idioma, religión, ideología, orientación sexual, condición social o económica, trabajo o profesión, discapacidad, características física, estado de salud o cualquier otra causa que implique discriminación, atentando contra la dignidad humana, limite, anule o genere un menoscabo a los derechos, libertades y seguridad de la persona”.
Además, “al servidor público que, por las razones previstas en el primer párrafo de este artículo, niegue o retarde a una persona un trámite, servicio o prestación al que tenga derecho, se le aumentará en una mitad la pena prevista en el presente artículo y además se le impondrá destitución e inhabilitación para el desempeño de cualquier cargo, empleo o comisión públicos hasta por el mismo tiempo de la pena de prisión impuesta”.
CRÓNICA
Rechazado de la escuela por ''cieguito''
“Porque estás cieguito” fue la razón que le dieron a Bernardo Álvarez para rechazarlo de una secundaria pública. Con ese acto se comete una doble discriminación: la negación de un servicio y el estigma con un adjetivo que minoriza, explica Bernardo mientras se acomoda la corbata en su oficina.
Recibe en su trabajo a las visitas, les muestra con señas el camino.
En el despacho DLC lleva asuntos de comunicación y recursos humanos por las tardes; en las mañanas es profesor en el Instituto de Ciencias, el primer mentor con discapacidad. Tiene 26 años, estudió Ciencias de la Comunicación en el ITESO (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente).
Así como hay instituciones que ponen límites, hay otras que tienen la confianza de dar oportunidades a personas con discapacidad, dice Bernardo, un ejemplo son sus trabajos.
Una inclusión sustanciosa no es aquella que tiene propuestas especiales para personas con discapacidad, sino la que adecua espacios en los que cualquiera puede converger, reflexiona mientras teclea en su computadora, adaptada con sonido para que él la use.
Si Bernardo está sentado en su oficina, después de su jornada como profesor, es porque libró la negación en una secundaria y encontró oportunidad en otra, la Mixta 55. Y así, presume su habilidad para sortear rechazos habituales, cuando sale en las noches, por ejemplo: “Si quieres bailo con tu hermana”, responde con humor a quienes, antes de entrar a un centro nocturno, le cuestionan si es capaz de bailar.
“¡Ah, qué muchacho, no se está quieto!”, dice de sí mismo. Cuando Bernardo no está en sus trabajos, practica charrería, compone e interpreta música o hace ciclismo; con lo que participó en los Juegos Parapanamericanos 2011 con una muestra de recorrido guiado a través de sonido. ¿El futuro? Bueno, está próximo a publicar su libro ¿Cuál es tu discapacidad?.
Lenia Ruvalcaba es una tapatía que participó en los Juegos Parapanamericanos 2011. En un viernes por la noche, durante el periodo de esa gesta deportiva, Lenia asistió a un bar en Guadalajara al que no la dejaron pasar.
En la puerta de un centro nocturno, Lenia y una amiga estuvieron esperando a entrar, mientras tanto, a otras personas que llegaban después sí les permitían la entrada. A la deportista y su acompañante no les dieron explicación para la espera.
El estar paradas en la puerta del bar se prolongó hasta por dos horas, entonces decidieron marcharse. Posteriormente, Lenia se quejó a través de su cuenta de Twitter, lo que repercutió en algunos reflectores por su calidad de deportista.
Personal del antro se disculpó a través de Facebook, justificaron que si Lenia se hubiera identificado como medallista le hubieran permitido el acceso.
“Sin embargo, no explicaron por qué le impiden la entrada a ciertas personas, ni reconocieron que estuvieran cometiendo actos de discriminación”, relata Susana Ruvalcaba, hermana de Lenia.
SABER MÁS
Legislación incluyente
Sólo 19% de las entidades del país han aprobado una legislación antidiscriminatoria, además de tipificarla como un delito.
Síguenos en