Jalisco
Reclusorios de Jalisco, reprobados en derechos humanos: CNDH
Los centros penitenciarios estatales carecen de infraestructura para garantizar la reinserción social
Si el derecho al debido proceso, al igual que los 10 derechos humanos que engloba la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para las personas privadas de su libertad, se cumpliera en Jalisco, no habría hacinamiento y se podría garantizar la reinserción social de los presos en los centros penitenciarios a cargo del Gobierno del Estado. Pero esto no ocurre.
De acuerdo con el último Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), los centros penitenciarios a cargo del Gobierno del Estado salieron reprobados en los aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno.
El Centro de readaptación social del Estado de Jalisco tuvo una calificación de 5.89 sobre 10. El Centro de reinserción femenil de Jalisco tuvo una calificación de 5.93; el Reclusorio Preventivo de Guadalajara obtuvo la peor calificación del Estado, que fue de 4.92; mientras que el Reclusorio de Puerto Vallarta obtuvo la mejor calificación: 7.93.
A esto hay que añadir que el Centro Penitenciario de Readaptación Social en Puente Grande tiene una población de cinco mil 729 internos cuando su capacidad es de dos mil 87 reclusos; es decir, hay una sobrepoblación de 74 por ciento.
“Hemos abusado de los centros preventivos, de la justicia penalizadora. Para todo usamos el Código Penal. La pirotecnia legislativa ha hecho que, al hacer más severas las normas, la prisión se sature. Los legisladores se han enfocado en castigar delitos en lugar de solucionarlos. Las reformas en el Sistema de Justicia podrían ayudar a despresurizar los centros penitenciarios”.
La Fiscalía General admite los rezagos y además acepta que el hacinamiento es mayor de lo reportado en enero pasado, pues la cifra oficial hasta el día de hoy es de 73% de sobrecupo. El primer reto, dice Maricela Gómez, comisionada de Reinserción Social, es ofrecer empleo a los internos. Sin embargo, el hacinamiento seguirá, pues no hay fecha todavía para abrir el Reclusorio Metropolitano.
Pendientes en servicios de salud y trabajo
Los nueve centros penitenciarios a cargo del Gobierno del Estado tienen instalaciones insuficientes para dar tratamiento a todos los internos. “Tienen unidades médicas para emergencias y para hacer chequeos”, por eso es necesario “sacar a los reclusos y llevarlos al hospital cuando lo requieren”, afirma el director de la Unidad de VIH del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara, Jorge Andrade Pérez, quien comenta que la institución atiende a 45 de las 85 personas que han sido detectadas con este virus y que se encuentran recluidas en alguno de los centros penitenciarios a cargo del poder ejecutivo.
“Nosotros somos la mejor Unidad de VIH del país, por eso nos los traen a nosotros, por un acuerdo que tenemos con ellos”, dice Andrade Pérez, quien acepta que hay personas a quienes se les ofrece el servicio “pero ellos están en pleno derecho de no querer atenderse. Y respetamos esa decisión”.
Sin embargo, el funcionario aceptó que en las visitas que ha hecho a los centros penitenciarios, pudo observar la falta de infraestructura. “(Que los trasladen desde los Centros Penitenciaros hasta el Hospital Civil) es como irse a hacer un chequeo médico. Además no tiene caso que se instale infraestructura para el número de pacientes que hay”.
Andrade Pérez dijo desconocer si dentro de los penales existen prácticas sexuales de riesgo, sin embargo, el funcionario hospitalario dijo que se les otorgan preservativos a las personas que viven con VIH dentro de los reclusorios, por ser el método de contención más adecuado para evitar la transmisión del virus.
En lo correspondiente al trabajo, el artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos contempla que, para garantizar la plena reinserción social es necesario que el sistema penitenciario se organice sobre la base del respeto a los derechos humanos, del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte “como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la ley”.
Sin embargo, entre más lejos de la capital de Jalisco se delinque, peor es el trato en los reclusorios de la Entidad.
De acuerdo con el Informe especial sobre la supervisión penitenciaria en los reclusorios del Estado, publicado en 2011 por la CEDHJ, en los seis centros regionales existe terreno suficiente para ampliar sus instalaciones e incorporar talleres, pero “hasta la fecha no se ha realizado”.
Arturo Martínez Madrigal, cuarto visitador de la CEDHJ, comentó que la falta de un área adecuada para talleres dificulta que la iniciativa privada se interese en invertir o emplear a los internos, ya que no se cuenta con las condiciones ni con la infraestructura necesaria para la instalación de maquinaria y equipo, por lo que “existe la población en estos centros que continúa realizando actividades limitadas al autoempleo, como la elaboración de artesanías, pulseras, fajos de hilo y pita, así como algunos productos con madera, pues se carece de programas de trabajo”.
SOBREPOBLACIÓN
Hacinamiento en cárceles estatales
Nombre Internos Sentenciados Procesados Capacidad Diferencia
Centro Penitenciario de Readaptación Social 5, 729 5, 329 400 2, 087 -3, 642
Reclusorio Preventivo del Estado 7, 068 2, 272 4, 796 3, 631 -3, 437
Centro Preventivo y de readaptación femenil 471 193 278 376 -95
Ceinjure Costa Norte (Puerto Vallarta) 918 465 453 1, 608 690
Ceinjure Altos Norte (Lagos de Moreno) 103 23 80 84 -19
Ceinjure Valles Tequila 81 10 71 84 3
Ceinjure Ciénega Chapala 129 8 121 84 -45
Ceinjure Costa Sur (Autlán de Navarro) 99 13 86 84 -15
Ceinjure Valles Ameca 80 15 65 84 4
Ceinjure Sur Sureste (Ciudad Guzmán) 955 586 369 1, 200 245
Totales 15, 633 8, 914 6, 719 9, 322 -6, 311
Fuente: Secretaría de Seguridad Pública Jalisco Enero 2013
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