Jalisco
Proyectan presas intermedias para salvar a ''Temaca''
Las autoridades presentarán en dos meses el proyecto que significaría la salvación del poblado
GUADALAJARA, JALISCO (23/MAR/2013).- La decisión final de la altura que tendrá la Presa El Zapotillo está en manos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Pese a ello, el Gobierno del Estado arrancará “de inmediato” con análisis de viabilidad para la construcción de presas “intermedias” entre el municipio de Cañadas de Obregón (donde se construye el embalse) y la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
Dos meses ha sido el plazo que se pusieron las autoridades en la materia para hacer público este “proyecto conjunto”, que abre pauta a la salvación de Temacapulín, y la preservación de su historia.
En enero pasado, el presidente del Consejo de Administración en el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), Francisco Ayón López, declaró a este medio que el plan alterno del entonces Gobierno entrante sería construir al menos una presa más, para garantizar la permanencia del pequeño poblado. Hoy se habla de tres.
La proyección que hizo el Gobierno del Estado para abastecer de agua a la ciudad con cinco metros cúbicos (miles de litros) adicionales de agua potable en el mediano plazo (2015), se basa, precisamente, en que El Zapotillo esté concluida. Y aunque ni el gobernador Aristóteles Sandoval, ni el director de la Comisión Estatal del Agua (Conagua), José Luis Hernández Amaya, refrendaron su negativa en torno a inundar Temacapulín (“Temaca”), la realidad es que hay sólo un metro cúbico de distancia entre un escenario y otro.
Análisis, “a la brevedad”
El titular de la CEA expuso que una cortina alta (105 metros) garantizaría seis metros cúbicos de abasto, y que una infraestructura de menor proporción (80 metros, el proyecto original con diques para preservar “Temaca”) enviaría cinco. Ésa es la meta en la primera etapa del programa de abastecimiento, que para 2018 proyecta encauzar ocho mil litros por segundo adicionales a la metrópoli.
El análisis de estas represas se iniciará a la brevedad, toda vez que las autoridades “no están dejando pasar el tiempo”. El peor escenario, dijo Hernández Amaya, es que Temacapulín sí quede bajo el agua, sobre todo porque es Conagua y no el Gobierno del Estado, insiste, quien tiene la última palabra en este sentido. Sin embargo, la decisión que tome la dependencia federal, confía, se realizará priorizando argumentos técnicos.
Irónicamente, en el marco del Día Mundial del Agua la dependencia de mayor jerarquía en ese tenor en toda la cuenca Lerma-Santiago-Pacífico rehusó dar voz a la opinión pública. El titular de esa instancia, José Elías Chedid Abraham, rehusó hablar con este o cualquier medio que se le acercó.
Informe pendiente
Sólo refirió que el director general de Conagua, David Korenfeld Federman, vendrá a Jalisco en dos semanas, y anticipó que tanto su jefe como el gobernador de Jalisco darán un informe detallado sobre el proyecto. Entretanto, la comunidad de Temacapulín de nueva cuenta vuelve a estar a la expectativa, por el futuro que les espera y que a este punto es incierto.
RETIRARÁN CANDADOS A ESA INFORMACIÓN
Ventilarán convenios con Temacapulín
La nueva administración de la Comisión Estatal del Agua (CEA), que encabeza José Luis Hernández Amaya, acabará con la etiqueta de “información reservada” a la cantidad exacta de convenios alcanzados entre el Gobierno del Estado y los pobladores de Temacapulín, que aceptaron vender o cambiar sus terrenos y residencias para desplazarse al nuevo asentamiento, conocido como Talicoyunque.
El anterior director de esa dependencia, César Coll Carabias, anunció a principios de 2009 que los acuerdos suscritos entre autoridad y ciudadanía tendrían este “blindaje” que impediría ventilarlos a la luz pública, aún bajo solicitudes de transparencia.
Esto porque, según mencionó en su momento, varios de los habitantes que consintieron vender su propiedad fueron “agredidos” por los grupos de oposición a la presa. Hoy, la nueva dirección decidió retirar ese candado, por lo que en breve se conocerá exactamente cuántos convenios han suscrito los habitantes del poblado que sería inundado, para dar vida a la Presa El Zapotillo.
Pero las cifras que compartió de manera extraoficial la anterior administración tampoco están erradas. De acuerdo con Hernández Amaya, más de 50% de habitantes de “Temaca” sí han acordado vender o ceder sus tierras al Gobierno del Estado.
Por el momento, el predio de Talicoyunque (que tiene ya 32 residencias concluidas) se mantiene frenado. Será un hecho que las obras volverán a arrancar, toda vez que hay recursos etiquetados para darle secuencia; no obstante, a este punto no se conoce cuándo.
FALTAN GARANTÍAS
Derecho al líquido
Hay rezagos en la garantía del derecho humano al agua en Jalisco. Faltan trabajos para el abastecimiento equitativo de agua en el Estado, para el acceso a este recurso y para que el líquido que reciben los habitantes sea de calidad, refirió el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), Felipe de Jesús Álvarez Cibrián.
En Jalisco, dijo, todavía falta trabajo para que algunos habitantes tengan acceso al agua, a pesar de que en 2011 se modificó el Artículo 4to de la Carta Magna para elevar a rango constitucional este derecho, por lo que el Estado debe garantizar acceso, disposición y saneamiento del líquido a los mexicanos.
Dos meses ha sido el plazo que se pusieron las autoridades en la materia para hacer público este “proyecto conjunto”, que abre pauta a la salvación de Temacapulín, y la preservación de su historia.
En enero pasado, el presidente del Consejo de Administración en el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), Francisco Ayón López, declaró a este medio que el plan alterno del entonces Gobierno entrante sería construir al menos una presa más, para garantizar la permanencia del pequeño poblado. Hoy se habla de tres.
La proyección que hizo el Gobierno del Estado para abastecer de agua a la ciudad con cinco metros cúbicos (miles de litros) adicionales de agua potable en el mediano plazo (2015), se basa, precisamente, en que El Zapotillo esté concluida. Y aunque ni el gobernador Aristóteles Sandoval, ni el director de la Comisión Estatal del Agua (Conagua), José Luis Hernández Amaya, refrendaron su negativa en torno a inundar Temacapulín (“Temaca”), la realidad es que hay sólo un metro cúbico de distancia entre un escenario y otro.
Análisis, “a la brevedad”
El titular de la CEA expuso que una cortina alta (105 metros) garantizaría seis metros cúbicos de abasto, y que una infraestructura de menor proporción (80 metros, el proyecto original con diques para preservar “Temaca”) enviaría cinco. Ésa es la meta en la primera etapa del programa de abastecimiento, que para 2018 proyecta encauzar ocho mil litros por segundo adicionales a la metrópoli.
El análisis de estas represas se iniciará a la brevedad, toda vez que las autoridades “no están dejando pasar el tiempo”. El peor escenario, dijo Hernández Amaya, es que Temacapulín sí quede bajo el agua, sobre todo porque es Conagua y no el Gobierno del Estado, insiste, quien tiene la última palabra en este sentido. Sin embargo, la decisión que tome la dependencia federal, confía, se realizará priorizando argumentos técnicos.
Irónicamente, en el marco del Día Mundial del Agua la dependencia de mayor jerarquía en ese tenor en toda la cuenca Lerma-Santiago-Pacífico rehusó dar voz a la opinión pública. El titular de esa instancia, José Elías Chedid Abraham, rehusó hablar con este o cualquier medio que se le acercó.
Informe pendiente
Sólo refirió que el director general de Conagua, David Korenfeld Federman, vendrá a Jalisco en dos semanas, y anticipó que tanto su jefe como el gobernador de Jalisco darán un informe detallado sobre el proyecto. Entretanto, la comunidad de Temacapulín de nueva cuenta vuelve a estar a la expectativa, por el futuro que les espera y que a este punto es incierto.
RETIRARÁN CANDADOS A ESA INFORMACIÓN
Ventilarán convenios con Temacapulín
La nueva administración de la Comisión Estatal del Agua (CEA), que encabeza José Luis Hernández Amaya, acabará con la etiqueta de “información reservada” a la cantidad exacta de convenios alcanzados entre el Gobierno del Estado y los pobladores de Temacapulín, que aceptaron vender o cambiar sus terrenos y residencias para desplazarse al nuevo asentamiento, conocido como Talicoyunque.
El anterior director de esa dependencia, César Coll Carabias, anunció a principios de 2009 que los acuerdos suscritos entre autoridad y ciudadanía tendrían este “blindaje” que impediría ventilarlos a la luz pública, aún bajo solicitudes de transparencia.
Esto porque, según mencionó en su momento, varios de los habitantes que consintieron vender su propiedad fueron “agredidos” por los grupos de oposición a la presa. Hoy, la nueva dirección decidió retirar ese candado, por lo que en breve se conocerá exactamente cuántos convenios han suscrito los habitantes del poblado que sería inundado, para dar vida a la Presa El Zapotillo.
Pero las cifras que compartió de manera extraoficial la anterior administración tampoco están erradas. De acuerdo con Hernández Amaya, más de 50% de habitantes de “Temaca” sí han acordado vender o ceder sus tierras al Gobierno del Estado.
Por el momento, el predio de Talicoyunque (que tiene ya 32 residencias concluidas) se mantiene frenado. Será un hecho que las obras volverán a arrancar, toda vez que hay recursos etiquetados para darle secuencia; no obstante, a este punto no se conoce cuándo.
FALTAN GARANTÍAS
Derecho al líquido
Hay rezagos en la garantía del derecho humano al agua en Jalisco. Faltan trabajos para el abastecimiento equitativo de agua en el Estado, para el acceso a este recurso y para que el líquido que reciben los habitantes sea de calidad, refirió el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), Felipe de Jesús Álvarez Cibrián.
En Jalisco, dijo, todavía falta trabajo para que algunos habitantes tengan acceso al agua, a pesar de que en 2011 se modificó el Artículo 4to de la Carta Magna para elevar a rango constitucional este derecho, por lo que el Estado debe garantizar acceso, disposición y saneamiento del líquido a los mexicanos.
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