Jalisco
Proyecciones a futuro
Hoy está de moda el tema de la Vía Express, dejando tras de sí un pasado minado de escándalos, proyectos mal planeados y llenos de interrogaciones
Hace no mucho tiempo en Oaxaca, se tambaleaba la máquina mapachística de Ulises Ruiz gracias, sobre todo, a los esfuerzos y movilizaciones de una ciudadanía cuya voluntariosa indignación pudo más que la mapachil maquinaria de un anquilosado partido político.
No pienso comparar las francachelas, las groserías en plena cara y los insultos que día a día vive la ciudadanía en Jalisco vía sueldos y proyectos como Arcediano, la base espacial (para cuetes Jalisco, Jaime García Elías Dixit), la Villa Panamericana y un largo etcétera con el todavía más largo etcétera de las cosas que hizo Ulises Ruiz en Oaxaca.
Pero ciertamente encuentro similitudes en lo que refiere a la fuerza y salud que hoy tienen las redes sociales. Hoy es más fácil hablar, ser escuchado, dialogar y pensar, cosas que a quienes están acostumbrados a imponer debe resultarles complicado (por no decir opositodo).
Hoy está de moda el tema de la Vía Express, dejando tras de sí un pasado minado de escándalos, proyectos mal planeados y llenos de interrogaciones: ¿Tienen o no tienen los expertos gubernamentales en materia de medio ambiente derecho a señalar y clausurar una obra que invade áreas naturales protegidas y que claramente no cuenta con los estudios básicos para haber decidido hacerla? ¿Qué pasó con la compra a precios de oro de las casas en los terrenos donde otrora se haría la innecesaria y cara Villa de unos Juegos Panamericanos que no podemos pagar, pero que tendremos de todas maneras por razones (dudosas) de promoción turística de Jalisco?
¿Necesitamos hacer estadios, coliseos, centros, albercas y no sé cuanta cosa nueva o podemos ponernos de acuerdo en usar las que ya existen aunque pertenezcan a diversos grupos de poder y no al pueblo?
Y hablando del pueblo y los proyectos, dónde está el pueblo… Ahí la única buena noticia en esta historia. Aparecen grupos y redes sociales que ya hablan, se organizan y luchan de manera clara porque su voz se escuche.
La voz de la ciudadanía organizada es escuchada por otros ciudadanos y crece replicada en cada vez más voces mientras el Gobierno se niega a presentar planes y defensas claras de sus proyectos y busca imponer sus decisiones como si fuera nuestro padre, como si fuera Cronos.
Veamos si surgen más opciones de diálogo y si para lograrlo es necesario construir un gran salón de juntas en medio de un Área Natural Protegida con supercarretera que nos lleve primermundistamente a este lugar. O vamos a ver si la ciudadanía, como en Oaxaca, se ve obligada a crecer hasta que no quede más remedio que entender quién manda y quién es el que sirve.
personaje33@hotmail.com
No pienso comparar las francachelas, las groserías en plena cara y los insultos que día a día vive la ciudadanía en Jalisco vía sueldos y proyectos como Arcediano, la base espacial (para cuetes Jalisco, Jaime García Elías Dixit), la Villa Panamericana y un largo etcétera con el todavía más largo etcétera de las cosas que hizo Ulises Ruiz en Oaxaca.
Pero ciertamente encuentro similitudes en lo que refiere a la fuerza y salud que hoy tienen las redes sociales. Hoy es más fácil hablar, ser escuchado, dialogar y pensar, cosas que a quienes están acostumbrados a imponer debe resultarles complicado (por no decir opositodo).
Hoy está de moda el tema de la Vía Express, dejando tras de sí un pasado minado de escándalos, proyectos mal planeados y llenos de interrogaciones: ¿Tienen o no tienen los expertos gubernamentales en materia de medio ambiente derecho a señalar y clausurar una obra que invade áreas naturales protegidas y que claramente no cuenta con los estudios básicos para haber decidido hacerla? ¿Qué pasó con la compra a precios de oro de las casas en los terrenos donde otrora se haría la innecesaria y cara Villa de unos Juegos Panamericanos que no podemos pagar, pero que tendremos de todas maneras por razones (dudosas) de promoción turística de Jalisco?
¿Necesitamos hacer estadios, coliseos, centros, albercas y no sé cuanta cosa nueva o podemos ponernos de acuerdo en usar las que ya existen aunque pertenezcan a diversos grupos de poder y no al pueblo?
Y hablando del pueblo y los proyectos, dónde está el pueblo… Ahí la única buena noticia en esta historia. Aparecen grupos y redes sociales que ya hablan, se organizan y luchan de manera clara porque su voz se escuche.
La voz de la ciudadanía organizada es escuchada por otros ciudadanos y crece replicada en cada vez más voces mientras el Gobierno se niega a presentar planes y defensas claras de sus proyectos y busca imponer sus decisiones como si fuera nuestro padre, como si fuera Cronos.
Veamos si surgen más opciones de diálogo y si para lograrlo es necesario construir un gran salón de juntas en medio de un Área Natural Protegida con supercarretera que nos lleve primermundistamente a este lugar. O vamos a ver si la ciudadanía, como en Oaxaca, se ve obligada a crecer hasta que no quede más remedio que entender quién manda y quién es el que sirve.
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