Jalisco
Prohibido hacerse bueyes
La política es el arte de vivir del presupuesto, y ningún político que se precie de serlo va a votar a favor de quitarle dinero a los partidos
En términos llanos la iniciativa preferente es la posibilidad que tiene el ejecutivo de enviar un número “x” de iniciativas de ley (la propuesta es de dos por periodo) que por obligación deberán de ser analizadas para su dictaminación y, en su caso, aprobación o rechazo. En el caso de no ser dictaminadas obtendrán la afirmativa ficta, o lo que es lo mismo, pasarán sin ver. Lo que sucede actualmente es que las iniciativas polémicas, aquellas en las que tomar postura tiene un costo político, los diputados las guardan debajo del tapete y pasan los años sin que se dictaminen en comisiones. El Poder Ejecutivo no puede enviar otra iniciativa, pues hay una en proceso, y los diputados ni la aprueban, ni la rechazan, para no cargar con el costo político que implica tomar postura.
La obligación de dictaminar evitará que los partidos se hagan bueyes con los temas polémicos. El caso más claro es el de la reforma laboral, que lleva años dando vueltas en los pasillos de las cámaras. El PRD está a favor de mantener los derechos laborales tal como están ahora (aunque en la práctica no se cumplan); el PAN está a favor de modificar el estatus de contratación y avalar incluso la locura del out sourcing, con el argumento que el peor empleo es el desempleo, y el PRI no quiere tomar postura porque sabe que para donde se haga, se moja. Eso ha impedido que se avance para uno u otro lado.
En la práctica la iniciativa preferente no es otra cosa que colgar en las cámaras un letrero que diga: “prohibido hacerse bueyes” en los temas importantes, y eso, en el momento que vive el país, es fundamental.
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