Jalisco

Prófugo, testigo clave del caso Posadas Ocampo

Uno de los testigos clave fue puesto en libertad en Estados Unidos


GUADALAJARA, JALISCO.- El caso Juan Jesús Posadas Ocampo sigue abierto en la Procuraduría General de la República ( PGR); sin embargo, en los últimos años son pocos los avances para esclarecer el asesinato.

Quienes esperan que sea resuelto se encuentran con que uno de los testigos clave fue puesto en libertad en Estados Unidos, que ninguna de las personas acusadas o involucradas en el crimen han sido sentenciadas, que se está a la espera de que el ex Presidente, Carlos Salinas de Gortari, amplíe su declaración en torno a los hechos ocurridos hace 16 años.

Uno de los coadyuvantes del caso es el actual secretario general de Gobierno de Jalisco, Fernando Guzmán Pérez Peláez, quien editó un dossier en el que se expone una cronología de los hechos más importantes en torno a la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el pasado 24 de mayo de 1993.

En el texto da cuenta de la manera “arbitraria e irregular” en que las autoridades entregaron a Estados Unidos, a uno de los testigos clave del caso: Jesús Alberto Bayardo Robles, alias “El Gory”. Detenido el día del crimen bajo los efectos del alcohol y droga, en su primera declaración, el 27 de mayo, afirmó que el grupo de los Arellano Félix, al que pertenecía el detenido, esperaba al “Chapo” Guzmán en el Aeropuerto de Guadalajara. Lo anterior llevó al entonces procurador de la República, Jorge Carpizo, a crear la teoría del “nintendo”, y más tarde de la confusión.

Para 1997, “El Gory” fue trasladado a Estados Unidos, sin la autorización del juez que seguía el caso Posadas en la Ciudad de México y en Jalisco. En 1999 declaró en Los Ángeles, California, en torno al caso. Confesó que fue presionado para dar la primera versión porque no buscaban al “Chapo” en el Aeropuerto de Guadalajara, y que 14 integrantes de la banda de los Arellano Félix abordaron un avión para viajar a Tijuana; él no pudo viajar porque estaba en estado de ebriedad.

También declaró que en el tiempo que estuvo en la cárcel del Altiplano, Edgar Antonio García Dávila dijo que “al cardenal no lo mató ni el grupo de los Arellano, ni el ‘Chapo’. Al cardenal lo mandaron matar por la información que poseía del narco”, expuso en su declaración en Estados Unidos. Por cierto, cuando Antonio García salió de la cárcel fue acribillado en el fraccionamiento de La Calma en Zapopan, Jalisco.

Tras la nueva declaración del “Gory”, que echaba por tierra la teoría de la confusión, buscaron que Alberto Ballardo regresara a México a declarar; sin embargo, no fue posible porque el año pasado, la autoridad estadounidense dio cuenta que “no había sido localizado por los alguaciles norteamericanos”, lo que significa que el primer detenido está prófugo.

Además de lo anterior, Fernando Guzmán ha buscado que el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari amplíe la declaración que emitió en 2006, en la que no estuvieron presentes  los interesados en el tema. El funcionario estatal aseveró que entre las preguntas para Salinas de Gortari, están: “¿Qué pasó en la reunión en Los Pinos, donde estuvieron Carlos Salinas, el procurador Jorge Carpizo, el secretario de Gobernación, Patrocinio González, y el nuncio apostólico Girolamo Prigione, donde se acordó no detener a los Arellano Félix, quienes estaban en la nunciatura, según le informó el propio nuncio. También queremos saber del reporte de los vuelos del día del crimen, porque de acuerdo con las bitácoras hay un vuelo de la PGR que sale de México a Guadalajara, llega una hora antes del crimen, está media hora en el aeropuerto, y regresa a México media hora antes del crimen, para volver por la tarde a Guadalajara”.

Agregó que ha buscado un acercamiento con el procurador de la República para revivir el tema,  pero lo apretado de su agenda es el problema. Consideró que existen elementos suficientes para esclarecer el crimen del caso Posadas, pero sólo se resolverá con la voluntad de las autoridades federales.
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