Jalisco
Prestar servicio urbano, el ''pecado'' de los mototaxis
Ofrecen pocas condiciones de seguridad a los pasajeros, por lo que el riesgo es mayor cuando entran a avenidas grandes, señala académico
Así lo señala Jaime Aguilar, jefe del Departamento de Transporte Universitario de la Universidad de Guadalajara, quien añade que, para operar en el exterior de fraccionamientos, este modelo de transporte público debería transformarse en un servicio de mayor calidad que integrara a los fraccionamientos a una red de transporte colectivo eficiente. En esto, agregó el especialista, ha faltado la intervención de la autoridad vial.
“Ésa es la parte que se ha dejado de hacer por parte de la autoridad: promover la solución a las necesidades de la población para sus desplazamientos”, porque los mototaxis surgen ante la demanda de los usuarios y la insuficiencia del servicio.
Aguilar, quien fue director del Organismo Coordinador de la Operación Integral del Transporte (Ocoit), del Gobierno de Jalisco, hasta febrero de 2007, dijo que en su momento este organismo emitió dictámenes negativos a la operación de mototaxis, por considerarlos “no aptos” para transporte de pasajeros.
Desde su punto de vista, al operar en avenidas principales, estos vehículos están en situación de alta vulnerabilidad, pues son pequeños y carecen de estructura que proteja a los viajeros, quienes además no usan casco ni cinturón.
Pero hay que resolverlo
El académico dijo que es urgente atender las necesidades de traslado con otro transporte más seguro, en las zonas donde han surgido los mototaxis para suplir la falta de transporte público. De esta manera, dichos vehículos sólo operarían para enlaces condominales organizados por los propios colonos.
El fenómeno de los mototaxis surgió en Tlajomulco, debido al crecimiento explosivo de habitantes y el tipo de condominios: cotos cerrados y extensos en donde no se pueden introducir unidades del transporte público, lo cual obliga a los vecinos a hacer desplazamientos de más de kilómetro y medio.
Aguilar recordó que en el Ocoit realizaron una investigación de campo en Tlajomulco y Zapotlanejo, sobre bicitaxis y mototaxis, y “vimos que no reunían aspectos de seguridad básicos”.
Hoy son vehículos pequeños sin la estructura necesaria para proteger a los ocupantes; al circular por avenidas primarias, están en riesgo al convivir con vehículos más pesados. Son inestables, sobre todo al realizar giros, lo cual implica alta probabilidad de volcarse. Además, ocupantes y conductor carecen de casco y cinturón de seguridad y, por último, circulan en zonas, como el fraccionamiento Urbi Quinta de Tonalá, con pendientes pronunciadas.
HAY SERVICIOS EN ESTE MUNICIPIO QUE YA TIENEN TARIFAS
En Tonalá, un viaje de brincos a 20 pesos el kilómetro
Arriba de un mototaxi se vive toda una odisea.
El fraccionamiento Urbi Quinta, en el municipio de Tonalá, está prácticamente en bajada, pero esto no es impedimento para que los mototaxis presten sus servicios bajo escasas medidas de seguridad.
El casco, sólo el conductor lo porta. En el asiento trasero hay un pequeño cinturón de seguridad de tela endeble, y unos cuantos fierros de apoyo para no abandonar el mototaxi antes de llegar a su destino final.
El recorrido se inicia. Hay una pendiente prolongada que atraviesa el fraccionamiento hasta su última sección y en todo momento la inestabilidad se hace presente.
Las boyas amarillas y algunos topes del coto, que para los automóviles son insignificantes, los mototaxis sufren para superarlos; no es difícil pensar que el vehículo puede volcarse.
Se supone que la aportación es voluntaria, pero algunos mototaxis operan ya con tarifas; en un tramo de un kilómetro aproximadamente, dentro del fraccionamiento Urbi Quinta, la cuota es de 20 pesos; no obstante, puede variar según la distancia.
Usuarios de este transporte aseguran que lo máximo que les cobran son 35 pesos y, evidentemente, afirman que sí transitan por lugares afuera del coto. Las patrullas de Vialidad ni caso les hacen al verlos pasar.
Todos estos riesgos de los vehículos improvisados en este lado de la ciudad son los mismos que, por meses, denunciaron los vecinos del municipio donde se originó el uso de mototaxis: Tlajomulco. En fraccionamientos como Santa Fe y Chulavista, estos recursos del ingenio fueron inventados para que los vecinos pudieran salir de los vastos cotos hasta las avenidas principales, aunque se exponían a que el conductor tuviera todas las precauciones posibles.
FRASE
"Fueron un mal necesario, por el tipo de fraccionamientos que se construyeron y por la carencia de un plan de transporte que atendiera esa necesidad; fueron un mal necesario que se descontroló "
Jaime Aguilar, jefe del Departamento de Transporte Universitario de la UdeG.
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