Jalisco
Poder Judicial frena competitividad
Índices revelan que su opacidad e ineficiencia son un freno para el avance económico del Estado
GUADALAJARA, JALISCO (07/MAR/2013).- Sólo basta ver los índices de competitividad elaborados tanto por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) como por el Consejo de Coordinación Financiera de la Asociación de Bancos Mexicanos (ABM), para darse cuenta de lo que significa para Jalisco la opacidad e ineficiencia del Poder Judicial.
Según los estudios realizados por este Consejo Coordinador Financiero de la ABM, más que representar una mejoría, el último sexenio ha significado un retroceso en términos de imparcialidad, rapidez y calidad de la administración de justicia. Por ejemplo, en materia de calidad de juzgadores, mientras en 2006 Jalisco se encontraba en el lugar 15 del país, en la actualidad ha descendido hasta la posición 21 de 32 estados. Lo mismo pasa en imparcialidad de los jueces: al inicio del sexenio la Entidad se encontraba en la posición 24, muy negativa; sin embargo, en el periodo de Emilio González Márquez en el Ejecutivo, y de Celso Rodríguez en el Poder Judicial, Jalisco cayó hasta la posición 32, lo que significa un retroceso de ocho posiciones. La misma tendencia se muestra en prácticamente todos los indicadores considerados por el estudio.
Si en todos los datos Jalisco se coloca en los últimos lugares o debajo de la media nacional, lo cierto es que hay focos rojos que no pueden ser desatendidos. Por ejemplo, según la misma investigación, Jalisco es el Estado con los peores salarios para los jueces y es la Entidad donde los jueces cuentan con menos condiciones de imparcialidad. No existe Estado en el país donde ganen menos dinero y sean menos imparciales, lo que representa un problema estructural en el sistema judicial del Estado. En el mismo sentido, Jalisco es la Entidad 29 en suficiencia de material para ejercer su labor jurídica y es el último puesto en disponibilidad de recursos humanos.
Incluso, en el mismo informe de la ABM, si se compara al Poder Judicial con los otros dos Poderes, también sus resultados son negativos.
La carrera judicial está “muerta” en el Estado y la imparcialidad de los jueces frente a los magistrados y a los poderes políticos, también afecta la credibilidad del sistema en su conjunto. En el mismo sentido, en materia de calidad de los juzgadores, Jalisco también se encuentra por debajo de la media nacional. Así, el Poder Judicial constituye un freno pesado para las necesidades del Estado, ya que todos los elementos tomados en cuenta por los inversionistas para llevar su dinero a lugares donde exista certidumbre jurídica, presentan balances muy negativos.
Según los estudios realizados por este Consejo Coordinador Financiero de la ABM, más que representar una mejoría, el último sexenio ha significado un retroceso en términos de imparcialidad, rapidez y calidad de la administración de justicia. Por ejemplo, en materia de calidad de juzgadores, mientras en 2006 Jalisco se encontraba en el lugar 15 del país, en la actualidad ha descendido hasta la posición 21 de 32 estados. Lo mismo pasa en imparcialidad de los jueces: al inicio del sexenio la Entidad se encontraba en la posición 24, muy negativa; sin embargo, en el periodo de Emilio González Márquez en el Ejecutivo, y de Celso Rodríguez en el Poder Judicial, Jalisco cayó hasta la posición 32, lo que significa un retroceso de ocho posiciones. La misma tendencia se muestra en prácticamente todos los indicadores considerados por el estudio.
Si en todos los datos Jalisco se coloca en los últimos lugares o debajo de la media nacional, lo cierto es que hay focos rojos que no pueden ser desatendidos. Por ejemplo, según la misma investigación, Jalisco es el Estado con los peores salarios para los jueces y es la Entidad donde los jueces cuentan con menos condiciones de imparcialidad. No existe Estado en el país donde ganen menos dinero y sean menos imparciales, lo que representa un problema estructural en el sistema judicial del Estado. En el mismo sentido, Jalisco es la Entidad 29 en suficiencia de material para ejercer su labor jurídica y es el último puesto en disponibilidad de recursos humanos.
Incluso, en el mismo informe de la ABM, si se compara al Poder Judicial con los otros dos Poderes, también sus resultados son negativos.
La carrera judicial está “muerta” en el Estado y la imparcialidad de los jueces frente a los magistrados y a los poderes políticos, también afecta la credibilidad del sistema en su conjunto. En el mismo sentido, en materia de calidad de los juzgadores, Jalisco también se encuentra por debajo de la media nacional. Así, el Poder Judicial constituye un freno pesado para las necesidades del Estado, ya que todos los elementos tomados en cuenta por los inversionistas para llevar su dinero a lugares donde exista certidumbre jurídica, presentan balances muy negativos.
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