Jalisco

Planificar y acordar

Hoy es necesario que los municipios del área metropolitana establezcan acuerdos, la ciudad necesita un Gran Proyecto Urbano. ¿Cómo lo hacemos?, hay varios caminos

Cada 22 de septiembre en más de 1,500 ciudades se celebra el día mundial sin auto, un buen momento para sumarse a la causa y darnos cuenta que nuestra ciudad necesita acciones urbanas serías y comprometidas si quiere mejorar la calidad de vida.

Los procesos de diagnóstico y consulta que actualmente desarrolla cada municipio metropolitano para plantear sus programas de desarrollo urbano, revisar sus planes parciales y formular proyectos estratégicos son distintos, aunque enfrentan retos e historias similares. Por un lado se manifiesta la intención  de planificar el rumbo urbano;  por otro, las decisiones de gobierno tienen su propio rumbo, mientras, la corrupción  y la impunidad afectan y debilitan la credibilidad en las instituciones y  en la posibilidad de ordenar nuestra ciudad y cambiar nuestro modelo disperso y dependiente del auto. En entrevista reciente,  el arquitecto chileno Pablo Allard, doctor urbanismo (quien estará en Guadalajara en el Foro Internacional COM:PLOT) afirma que “no se puede estar planificando en torno a modificaciones reglamentarias, se debe hacer a partir de una política de desarrollo urbano que establezca con claridad las reglas del juego”. En nuestro caso, carecemos de esas políticas que marquen rumbo; tenemos leyes para hacer las cosas bien, pero no son aplicadas o aquellas que aportarían instrumentos fundamentales, permanecen en revisiones y vetos como el Código Urbano. La falta de acuerdos y coordinación política para llevar  a cabo una estrategia adecuada para nuestra metrópoli, pone en riesgo las posibilidades de éxito ante un escenario que hoy es complejo.

Hechos como el abandono y  disminución  sistemática de habitantes en el municipio de Guadalajara, contra el crecimiento incontrolado en Tlajomulco o Tonalá, son algunas de las complicaciones de un escenario y un reto imposible de evadir. No se trata solo de la forma en que los desarrolladores han transformando las periferias, ni solo un asunto de gobierno donde se demanda lo que Allard define como “deuda urbana” (donde el Estado requiere un inversión significativa para subsanar los rezagos);  se trata de un tema metropolitano que requiere co-responsabilidad.

Hoy es necesario que los municipios del área metropolitana establezcan acuerdos, la ciudad necesita un Gran Proyecto Urbano. ¿Cómo lo hacemos?, hay varios caminos; por ejemplo, el sociólogo español José Miguel Iribas experto en diagnóstico territorial (quien también estará en COM:PLOT), afirma que para garantizar el buen fin de un proyecto de este alcance, enumera las siguientes condiciones:  “1. Fondos de capital abundante 2. Gestión unitaria de proyecto con amplia visión estratégica 3. Fomento del consenso a lo largo de la implementación  4. Apoyo ciudadano renovado y 5. Gran sensibilidad para mejorar aspectos sustanciales de la ciudad”. Iribas otorga particular importancia a: “la estrecha relación con la sociedad civil, la implicación en las inquietudes ciudadanas atendiéndolas con generosidad y sinceridad así como la atención en órdenes medio ambientales, de infraestructura, comercio, trabajo, investigación, integración de minorías y ayuda al acceso de los más desfavorecidos”.  Así como estas, podemos encontrar otras experiencias probadas que nos ayuden a establecer nuestro propio camino, pero tenemos que planificar, acordar y entonces actuar en consecuencia.
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