Jalisco

Planeación urbana de la ZMG, en el limbo

El crecimiento desordenado y la migración de la población tapatía hacia las orillas de la ZMG han generado problemas, principalmente en movilidad y en la provisión de servicios

GUADALAJARA, JALISCO (28/MAY/2013).- El fulminante desplazamiento de la población tapatía hacia las orillas de la Zona Metropolitana de Guadalajara, especialmente a Zapopan y Tlajomulco de Zúñiga, agudizó toda una serie de problemas urbanos, entre ellos la movilidad y la provisión de servicios como agua potable, alcantarillado y educación.

El Índice de Competitividad Urbana del Instituto Mexicano para la Competitividad AC (Imco) califica la situación de la ciudad como “ejemplo dramático”, por lo que la urbe debería optar por un modelo de “ciudad compacta” que ofreciera estímulos para redensificar el municipio de Guadalajara, que frenara el crecimiento horizontal al establecer límites claros para el desarrollo inmobiliario y, especialmente, que integrara las políticas públicas y los servicios a escala intermunicipal.

A ello debería contribuir la Ley de Coordinación Metropolitana, aprobada por el Congreso en 2011. Sin embargo, a más de dos años de su entrada en vigor, el principal organismo técnico de coordinación, el Instituto Metropolitano de Planeación, sigue en el limbo, sin estructura ni presupuesto, a pesar de las frecuentes promesas de diferentes actores políticos para retomarlo.

En diciembre de 2012, los nuevos alcaldes instalaron la Junta de Coordinación Metropolitana —presidida por Alfredo Barba de Tlaquepaque— y definieron una agenda de seis puntos que abarcaba los temas de seguridad, áreas verdes, contaminación, accesibilidad universal, movilidad y la conformación del Instituto Metropolitano de Planeación (Implan).

A pesar de que la Junta acordó que solicitaría al Congreso del Estado una serie de reformas para la integración del Instituto, a la fecha no se le ha dado continuidad a la propuesta. En aquel entonces, el presidente de la Junta señaló que la conformación del Implan “no pasaría” de enero de este año. Hoy, a ocho meses de haberse iniciado las administraciones metropolitanas, el Instituto sigue muerto en la práctica, a pesar de que la gran mayoría de los alcaldes de la ZMG y el gobernador pertenecen al mismo partido político.

En marzo de 2013, en el marco de la instalación del Consejo para el Desarrollo Metropolitano, el gobernador Aristóteles Sandoval convocó a los integrantes del Consejo para que en la siguiente reunión de trabajo cada uno de los municipios presentara sus proyectos y los recursos que se tuvieran previstos para la proyección e iniciación de las obras del Fondo Metropolitano. De la situación del Implan no hubo una sola palabra.

Entre las atribuciones más importantes que la ley concede al Instituto destacan las de elaborar y proponer a la Junta el plan de ordenamiento territorial metropolitano; el programa de desarrollo metropolitano y los proyectos específicos derivados del mismo; el mapa de riesgo metropolitano y el programa anual de inversión.

Los efectos del despoblamiento


De las 284 rutas de los diferentes servicios de transporte público existentes en la ciudad, 80% atraviesan el centro de la ciudad, pese a que dos tercios de la población de la ZMG residen fuera de Guadalajara y que a municipios como Tlajomulco apenas le dan servicio unas 20 rutas.

A su vez, casi 10 mil fincas del primer cuadro de la ciudad se encuentran en alquiler y no habitadas por sus propietarios; por si fuera poco, el Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Guadalajara 2011 señala que 20% (cerca de 50 hectáreas) de todas las propiedades dentro del Centro Histórico se encuentran sin uso.

Otros efectos del despoblamiento son la pérdida de capital humano, la reducción en recaudación impositiva, el deterioro de la infraestructura urbana y un fuerte impacto en la prestación de servicios, como la salud, para el grupo creciente de adultos mayores.

LOS PUNTOS CLAVE
Desarrollo urbano y movilidad


El crecimiento extenso de las ciudades, dice el Imco, se debe en gran medida a que muchos desarrollos de vivienda —por lo regular de interés social— se construyen en sitios remotos, sin considerar las necesidades de los futuros residentes

Cifras del Índice de Competitividad Urbana 2012


40% de los nuevos desarrollos en el país se ubican fuera de áreas con cobertura de equipamiento urbano. A la vez, 95% de la población nacional no encuentra suficiente trabajo en su municipio de residencia y lo debe buscar en otros cercanos. Asimismo, la mayor parte de la nueva vivienda no cuenta con centros educativos cercanos de niveles medio y superior.

EL DATO

Variaciones de la población en la ZMG, 2000-2010

    MUNICIPIO    POBLACIÓN EN 2000    POBLACIÓN EN 2010    VARIACIÓN


    Guadalajara      1’646,319     1’495,189    -151,130

    Zapopan      1,001,121    1,243,756    +242,635

    Tlaquepaque    474,178    608,114    +133,936

    Tonalá    337,149    478,689    +141,540

    Tlajomulco de Zúñiga    123,619    416,626    +292,007

    El Salto    83,456    138,226    +54,770

    Ixtlahuacán de los Membrillos    21,605    41,060    +19,455

    Juanacatlán    11,792    13,218    +1,426

Compactar, ¿la mejor opción?


Una “ciudad compacta” es la que cuenta con una alta densidad poblacional: una alta frecuencia de uso del suelo mixto (vivienda, comercial, de oficinas); nodos de transporte interconectados que unen con pocos trasbordos todas las áreas urbanas; una planeación que marque límites al crecimiento urbano, tanto en vivienda como poblacional; y políticas metropolitanas conjuntas.

Las “ciudades compactas”, asegura el instituto, “contrario a la creencia popular, no disminuyen la calidad de vida; al contrario, la aumentan”. El Imco basa su postulado en que una mayor densidad poblacional hace que se deban recorrer menores trayectos para trasladarse al empleo, la escuela o los centros de comercio y diversión, con lo que se evita contaminación y se concentran recursos en mejorar el transporte público. También se evitan gastos en infraestructura de autovías, drenaje y electricidad.

A la vez, estadísticamente, las ciudades con alta densidad de habitantes superan a las de baja densidad en productividad y competitividad y presentan, además, mejores índices de seguridad, pues en las “ciudades compactas” las áreas habitacionales son menores y suelen invertir más en espacios públicos. Y mayores espacios públicos y más gente en las calles “contribuyen en una importante medida a la prevención del crimen”.

Por lo pronto, la dinámica en la ZMG es justamente la contraria.

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¿Aceptaría la construcción de edificios cerca de su casa para la redensificación?

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