Jalisco
Pescador fue atacado por un cocodrilo
El ataque sucedió cuando el señor retiraba su tarraya del agua del estero
GUADALAJARA, JALISCO (07/JUN/2010).- Con la amputación traumática del brazo izquierdo permanece en el Hospital Regional en calidad de grave, un pescador de 74 años de edad, que fue atacado por un cocodrilo en el área del estero de Boca de Tomates cuando trataba de capturar peces con una tarraya.
El infortunado, quien responde al nombre de Aurelio Barreto Gómez, vecino del puerto, con domicilio en la calle Río Tíbet, colonia Agua Azul, con dificultad dijo a paramédicos de Bomberos que lo auxiliaron, que había ido al estero para sacar unos pescaditos y dárselos de comer a su familia.
El enésimo ataque de reptiles en la zona se registró cuando el ahora lesionado trataba de recuperar su tarraya; con sus fauces atrapó el brazo, lo jaló bajo el agua y después de múltiples giros sintió como su extremidad se desprendía y fue como logró salir a la orilla.
Debilitado por la herida que sangraba profusamente, el septuagenario llegó hasta la zona del campamento Tortuguero ubicado a corta distancia, donde pidió ayuda porque sentía desfallecer.
Cuando llegaron los paramédicos le prestaron los primeros auxilios y luego lo trasladaron al Hospital Regional en donde los médicos se percataron que el brazo le había sido cercenado a doce centímetros arriba del codo y necesitaba entrar de emergencia al quirófano.
Este hecho se suma a la larga lista de ataque de reptiles en el área del estero, correspondiendo en abril pasado al jovencito de 15 años, Juan Carlos Mondragón Hernández, vecino de Guadalajara, quien también perdió su brazo izquierdo.
En la zona existen letreros que advierten sobre la presencia de cocodrilos y el riesgo de ser atacado por uno de ellos; sin embargo, las personas que acuden a pescar o nadar hacen caso omiso a la advertencia.
El infortunado, quien responde al nombre de Aurelio Barreto Gómez, vecino del puerto, con domicilio en la calle Río Tíbet, colonia Agua Azul, con dificultad dijo a paramédicos de Bomberos que lo auxiliaron, que había ido al estero para sacar unos pescaditos y dárselos de comer a su familia.
El enésimo ataque de reptiles en la zona se registró cuando el ahora lesionado trataba de recuperar su tarraya; con sus fauces atrapó el brazo, lo jaló bajo el agua y después de múltiples giros sintió como su extremidad se desprendía y fue como logró salir a la orilla.
Debilitado por la herida que sangraba profusamente, el septuagenario llegó hasta la zona del campamento Tortuguero ubicado a corta distancia, donde pidió ayuda porque sentía desfallecer.
Cuando llegaron los paramédicos le prestaron los primeros auxilios y luego lo trasladaron al Hospital Regional en donde los médicos se percataron que el brazo le había sido cercenado a doce centímetros arriba del codo y necesitaba entrar de emergencia al quirófano.
Este hecho se suma a la larga lista de ataque de reptiles en el área del estero, correspondiendo en abril pasado al jovencito de 15 años, Juan Carlos Mondragón Hernández, vecino de Guadalajara, quien también perdió su brazo izquierdo.
En la zona existen letreros que advierten sobre la presencia de cocodrilos y el riesgo de ser atacado por uno de ellos; sin embargo, las personas que acuden a pescar o nadar hacen caso omiso a la advertencia.
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