Jalisco
Perciben impunidad en la administración de la ASEJ
Columnistas concuerdan que las autoridades competentes no controlan la administración de la Auditoría
GUADALAJARA, JALISCO (25/NOV/2013).- El caso de la opacidad en la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (
ASEJ) es una cadena de eslabones que concluye en la falta de transparencia, y presumiblemente a la impunidad de las autoridades, explica el columnista Jaime García Elías.
"Se supone que detrás de esa autoridad puede haber conductas reprobables moralmente y jurídicamente punibles. Y si no hay esa transparencia, no puede haber el caso de que se sancione a un funcionario".
De acuerdo al estudio "Auditorías Superiores Locales en México: evaluación de su normatividad, prácticas y transparencia", elaborado por el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la UdeG y el Instituto Mexicano para la Competitividad ( Imco), la ASEJ oculta los informes finales de las auditorías aplicadas, aunque publicarlos es una obligación legal.
Los documentos mencionan las cuentas de entidades públicas fiscalizadas, así que permiten conocer las irregularidades y las recomendaciones formuladas.
Ante ello, el columnista indica que es una muestra de que todo el sistema político y administrativo está estructurado es un "sistema de complicidades", y que no se limita al Estado, sino que sucede a nivel nacional e internacional.
Además, ante la falta de un mecanismo de rendición de cuentas, los medios de comunicación son los únicos que denuncian las irregularidades, "se queda en la teoría el compromiso de funcionarios a cumplir las leyes". Agrega que los ciudadanos no cuentan con procesos que demanden la transparencia a las instituciones, "es una regla generalizada que no se someta al escrutinio público".
Al respecto, el columnista Rubén Martín describe como lamentable las acciones dentro de la ASEJ, y del mismo auditor, ya que debe guardar una conducta intachable porque es la persona que revisa a los demás, "y si tienen señalamientos de corrupción e irregularidades, con qué autoridad moral va auditar".
Sobre posibles soluciones del caso, admite su pesimismo debido a que "no vivimos en un sistema democrático donde impere la legalidad y justicia". Explica que los funcionarios que cometen irregularidades son sancionados cuando entran en "desgracia política", y ejemplifica con Elba Esther Gordillo.
"El auditor Alonso Godoy, a pesar de estas irregularidades no cae porque tiene padrinos políticos, y habrá que ver si están en los poderes públicos". Destaca que el gobernador, Aristóteles Sandoval debería posicionarse al respecto.
Mientras, el cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, califica como una pena que no haya una autoridad que revise a la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ), y al titular Alonso Godoy Pelayo. Al término de la misa dominical de mediodía el prelado compartió su postura.
-¿El Congreso local señaló que no tiene recursos para auditar a la ASEJ?
-Qué pena, debe haber autoridad.
Sobre las supuestas irregularidades y gastos dentro de la Auditoría, y del mismo Godoy Pelayo, Robles Ortega aceptó desconocerlas, pero "si se diera un caso así, compete a las autoridades pertinentes hacer una investigación y aplicar la ley".
En marzo de este año, el columnista Diego Petersen mencionaba que la Auditoría en manos de Godoy Pelayo no sólo hace y deshace en las cuentas públicas, "cobra bonos como si fuera corredor de bolsa, sino que maneja la nómina y las finanzas como si fuera una empresa particular".
"Alonso Godoy no debería de ser el auditor. Se reeligió y ha logrado mantenerse con base en acuerdos cupulares e interpretaciones jurídicas forzadas. Mantenerse en el puesto tuvo un alto costo, pues perdió toda capacidad de ser autónomo".
Destacaba la autoridad del Congreso local para poner un alto a estas irregularidades.
Los pecados de la ASEJ
De acuerdo a los entrevistados, la opacidad de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco revela:
- Impunidad de las autoridades
- Complicidades
- Falta de un mecanismo de rendición de cuentas
- Carencia de un sistema de escrutinio público
- Falta de una autoridad que aplique la ley
- Acuerdos cupulares e interpretaciones jurídicas forzadas
EL INFORMADOR / SAÚL PRIETO
"Se supone que detrás de esa autoridad puede haber conductas reprobables moralmente y jurídicamente punibles. Y si no hay esa transparencia, no puede haber el caso de que se sancione a un funcionario".
De acuerdo al estudio "Auditorías Superiores Locales en México: evaluación de su normatividad, prácticas y transparencia", elaborado por el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la UdeG y el Instituto Mexicano para la Competitividad ( Imco), la ASEJ oculta los informes finales de las auditorías aplicadas, aunque publicarlos es una obligación legal.
Los documentos mencionan las cuentas de entidades públicas fiscalizadas, así que permiten conocer las irregularidades y las recomendaciones formuladas.
Ante ello, el columnista indica que es una muestra de que todo el sistema político y administrativo está estructurado es un "sistema de complicidades", y que no se limita al Estado, sino que sucede a nivel nacional e internacional.
Además, ante la falta de un mecanismo de rendición de cuentas, los medios de comunicación son los únicos que denuncian las irregularidades, "se queda en la teoría el compromiso de funcionarios a cumplir las leyes". Agrega que los ciudadanos no cuentan con procesos que demanden la transparencia a las instituciones, "es una regla generalizada que no se someta al escrutinio público".
Al respecto, el columnista Rubén Martín describe como lamentable las acciones dentro de la ASEJ, y del mismo auditor, ya que debe guardar una conducta intachable porque es la persona que revisa a los demás, "y si tienen señalamientos de corrupción e irregularidades, con qué autoridad moral va auditar".
Sobre posibles soluciones del caso, admite su pesimismo debido a que "no vivimos en un sistema democrático donde impere la legalidad y justicia". Explica que los funcionarios que cometen irregularidades son sancionados cuando entran en "desgracia política", y ejemplifica con Elba Esther Gordillo.
"El auditor Alonso Godoy, a pesar de estas irregularidades no cae porque tiene padrinos políticos, y habrá que ver si están en los poderes públicos". Destaca que el gobernador, Aristóteles Sandoval debería posicionarse al respecto.
Mientras, el cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, califica como una pena que no haya una autoridad que revise a la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ), y al titular Alonso Godoy Pelayo. Al término de la misa dominical de mediodía el prelado compartió su postura.
-¿El Congreso local señaló que no tiene recursos para auditar a la ASEJ?
-Qué pena, debe haber autoridad.
Sobre las supuestas irregularidades y gastos dentro de la Auditoría, y del mismo Godoy Pelayo, Robles Ortega aceptó desconocerlas, pero "si se diera un caso así, compete a las autoridades pertinentes hacer una investigación y aplicar la ley".
En marzo de este año, el columnista Diego Petersen mencionaba que la Auditoría en manos de Godoy Pelayo no sólo hace y deshace en las cuentas públicas, "cobra bonos como si fuera corredor de bolsa, sino que maneja la nómina y las finanzas como si fuera una empresa particular".
"Alonso Godoy no debería de ser el auditor. Se reeligió y ha logrado mantenerse con base en acuerdos cupulares e interpretaciones jurídicas forzadas. Mantenerse en el puesto tuvo un alto costo, pues perdió toda capacidad de ser autónomo".
Destacaba la autoridad del Congreso local para poner un alto a estas irregularidades.
Los pecados de la ASEJ
De acuerdo a los entrevistados, la opacidad de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco revela:
- Impunidad de las autoridades
- Complicidades
- Falta de un mecanismo de rendición de cuentas
- Carencia de un sistema de escrutinio público
- Falta de una autoridad que aplique la ley
- Acuerdos cupulares e interpretaciones jurídicas forzadas
EL INFORMADOR / SAÚL PRIETO
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