Jalisco
Pasajeros rehusan pagar tarifa de siete
Pese a que el aumento a la tarifa del transporte a siete pesos no ha sido autorizada, algunos transportistas comenzaron a operar bajo este nuevo costo
GUADALAJARA, JALISCO (01/MAR/2013).- No duró ni dos minutos arriba del camión cuando decidió bajarse. Teresa Malta previamente había discutido con el conductor en el momento de cambiar el dinero por un boleto de pasaje: le querían cobrar un peso de más.
Ella tiene muy claro que la tarifa incrementada no está autorizada y esperará en la parada de la Avenida 16 de Septiembre y López Cotilla hasta que alguna unidad del transporte la suba por seis pesos. Toma cuatro camiones diarios y su sueldo es el salario mínimo. Se queja: “¿Con estos precios, qué me va a quedar?”, se encoje de hombros.
“A ver quién se deja. Además el servicio es pésimo, lo traen a uno como puerco”, comenta Teresa Malta.
Una estrategia similar es la de Nicolás Alvarado. El primero de sus camiones del día no lo tomó hasta que pasó uno que no tuviera letrero de cuota de siete pesos.
El problema viene cuando es una sola ruta la que lo lleva a su trabajo y éste le pide la tarifa aumentada. Si no tiene urgencia va a buscar otras vías de transporte o caminar, todo sea por no pagar una cantidad no autorizada.
“Que cobren lo que quieran, pues necesita uno el servicio y ellos son los que traen el camión”, comentó Efraín Medina. Su caso es distinto: él trabaja como conductor de la ruta 500 de Sistecozome y vive la situación desde adentro.
Confirmó que las modificaciones en las tarifas son órdenes de los dueños de los camiones y los conductores no hacen más que acatarlas. Cuando las quejas y otras demandas de la sociedad recaen en él como chofer, por ser quien está al frente de la unidad de transporte, su estrategia es hacer caso omiso, asegura.
FRASE
“Que cobren lo que quieran, pues necesita uno el servicio y ellos son los que traen el camión ”
Efraín Medina, conductor de la ruta 500 de Sistecozome.
Ella tiene muy claro que la tarifa incrementada no está autorizada y esperará en la parada de la Avenida 16 de Septiembre y López Cotilla hasta que alguna unidad del transporte la suba por seis pesos. Toma cuatro camiones diarios y su sueldo es el salario mínimo. Se queja: “¿Con estos precios, qué me va a quedar?”, se encoje de hombros.
“A ver quién se deja. Además el servicio es pésimo, lo traen a uno como puerco”, comenta Teresa Malta.
Una estrategia similar es la de Nicolás Alvarado. El primero de sus camiones del día no lo tomó hasta que pasó uno que no tuviera letrero de cuota de siete pesos.
El problema viene cuando es una sola ruta la que lo lleva a su trabajo y éste le pide la tarifa aumentada. Si no tiene urgencia va a buscar otras vías de transporte o caminar, todo sea por no pagar una cantidad no autorizada.
“Que cobren lo que quieran, pues necesita uno el servicio y ellos son los que traen el camión”, comentó Efraín Medina. Su caso es distinto: él trabaja como conductor de la ruta 500 de Sistecozome y vive la situación desde adentro.
Confirmó que las modificaciones en las tarifas son órdenes de los dueños de los camiones y los conductores no hacen más que acatarlas. Cuando las quejas y otras demandas de la sociedad recaen en él como chofer, por ser quien está al frente de la unidad de transporte, su estrategia es hacer caso omiso, asegura.
FRASE
“Que cobren lo que quieran, pues necesita uno el servicio y ellos son los que traen el camión ”
Efraín Medina, conductor de la ruta 500 de Sistecozome.
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