Jalisco
Palacio de la Cultura y la Comunicación, listo para junio
El proyecto de la RATO solicitó 30 millones de pesos al Gobierno del Estado para el próximo año
La intención es presentar a las autoridades estatales los avances del inmueble, que se edifica en la Avenida Central número 375, en Zapopan, explicó el presidente de la RATO, José Pérez Ramírez. Además, se contará con la presencia de la directora de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), Alondra de la Parra.
El Palacio de la Cultura y la Comunicación es un proyecto de la iniciativa privada que ha contado con recursos de los gobiernos estatal y federal. Para 2013 se solicitó una partida de 30 millones de pesos a la administración que encabeza Emilio González Márquez.
Desde que arrancó la construcción del complejo, la Federación ha asignado 135 millones de pesos y el Estado 70. El plan es que cada año los dos órdenes de Gobierno destinen una partida para el Palacio de la Cultura y la Comunicación. “Esto no necesariamente quiere decir que estamos dependiendo del Estado; (el espacio) está proyectado para ser autosustentable”, expresó el también presidente del Patronato de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), quien detalló que los beneficios de esta obra, que será para la sociedad, son generar turismo de negocios, actividades culturales y de formación artística.
Pérez Ramírez adelantó que el Palacio de la Cultura contará con un centro de convenciones, que busca captar un segmento del mercado de los congresos, ya que cada año en el mundo se llevan a cabo 830 mil encuentros de este tipo.
El presidente de la RATO dijo que se negocia la realización de un congreso de oftalmología para 2016. Además, se proyecta que el recinto albergue dos escuelas de arte, una de música formal y otra de ballet.
El Palacio de la Cultura, que es una propuesta arquitectónica del despacho Gómez Vázquez Aldana (GVA), tendrá un costo estimado de 400 millones de pesos, sin contar el precio del terreno que fue donado por la iniciativa privada.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Cultura de Jalisco, Alejandro Cravioto Lebrija, señaló que la inversión es tanto del Gobierno federal como del Gobierno del Estado, y no de la dependencia que encabeza.
Las aportaciones de dinero público para la iniciativa privada que impulsa la edificación del Palacio de la Cultura y la Comunicación se justifica si el recinto cumple con su vocación para la expresión artística y cultural, señaló Adriana Pantoja de Alba, experta en gestión cultural.
DETALLES ARQUITECTÓNICOS
Tendencia deconstructivista
Aunque no se puede encasillar en un movimiento arquitectónico, porque fusiona varios, el Palacio de la Cultura y la Comunicación será la primera muestra de la tendencia deconstructivista en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), cuando se termine el resto de su edificación.
“El primer edificio con esta tendencia, es dinámico, no es octogonal, no se repiten las obras, se mezclan los volúmenes del edificio ordenadamente”, éstas son las cualidades deconstructivistas que describió Arturo Medina, miembro del grupo GVA, que se encargó del proyecto arquitectónico.
Probablemente, en México no hay un edificio con estas características, aseguró el arquitecto. Además del dinamismo y de la poca presencia de líneas rectas, el Palacio fusionará corrientes contemporáneas, y esto se evidenciará en ventanales grandes, espacios amplios e interiores claros y minimalistas.
El proyecto arquitectónico contempla una superficie de 35 mil 812 metros cuadrados dividido en tres grandes zonas: 24 mil 735 metros, para sótanos de estacionamiento, donde se incluirán también bodegas, baños, oficinas, ocho salones multifuncionales y otras áreas; otro perímetro, de 10 mil 215 metros cuadrados estará destinado para el auditorio principal, con una capacidad para mil 800 butacas, además de camerinos, salas de exposiciones; y el tercero, de 862 metros cuadrados, donde habrá tres salones de convenciones, además de cocina, vestíbulos y otros espacios.
Por su forma, el Palacio de la Cultura y la Comunicación será un símbolo de identificación para la población y, por lo tanto, es candidato para convertirse en un ícono de la ciudad.
CRÓNICA
Una oda a la cultura, forjada en láminas
Los alarifes cantan al ritmo que trabajan. Pero el sonido imperativo no emana de unas cuerdas vocales que entonan austeramente las baladas de moda; el ruido que pondera viene de las máquinas pesadas que se echan a andar y maniobran sobre un terreno enterregado, de los martilleos incesantes sobre las láminas, del metal fundido cuando une dos piezas de acero, de instrucciones gritadas por los maestros de obra…
El perímetro del edificio en construcción que está en el número 375 de la Avenida Central, en Zapopan, próximo hogar del Palacio de la Cultura y la Comunicación, hoy está arropado por una semitransparente malla verde. En su interior se observan grandes vigas de acero levantadas por trascabos, encargados de acercarlas al sitio donde reforzarán el edificio que, aunque en fase prematura, permite evidenciar un palpable avance.
“Somos como 100 albañiles”, expone Ernesto al tiempo que arrastra una pesada carretilla con tierra. “Andamos en friega; dicen que hay que apurarle lo más posible, porque ya no tarda en venir el gober”.
Mientras Ernesto continúa su marcha, un grupo de obreros se encarga de plantar vegetación; otro más de soldar las uniones de lo que se convertirá en la fachada del complejo cultural. Entretanto, los muros toman forma. Los trabajadores que no huyen a la cámara refieren porcentajes de avance que van desde 40 hasta 70%, y con sonrisas, aseguran entregar la obra antes de lo previsto.
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