Jalisco
Nuevo Gobierno, en pos de un difícil consenso
La oposición está dispuesta a cooperar con Aristóteles Sandoval... si los acuerdos incluyen su agenda de reformas
GUADALAJARA, JALISCO (02/MAR/2013).- Llegar a gobernar sin mayoría y con el apoyo de 38% de la población obliga a buscar consensos. Parece ser la enseñanza que rescata el equipo cercano al gobernador entrante, Aristóteles Sandoval Díaz. Y es que desde la Federación, en los primeros pasos de Enrique Peña Nieto como Presidente de la República, el consenso, más que las mayorías, ha sido la estrategia política a seguir. Uno de los ejemplos de esta estrategia de consenso fue la negociación de los acuerdos para reformar la administración pública estatal, aprobados el domingo pasado en el Congreso. Así lo señala el coordinador de los diputados locales del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Miguel Castro Reynoso.
“No siempre es posible el consenso: habrá momentos en los que, debido a las propuestas que defienda cada fuerza política, será difícil alcanzarlo. Sin embargo, lo que sí te puedo decir es que el gobernador valora el consenso y quiere una relación de respeto y cooperación con el Congreso”.
En el mismo sentido, Castro Reynoso considera que dos mecanismos ayudarán a evitar una posible parálisis legislativa: la iniciativa preferente del Ejecutivo y la agenda preferente del Congreso.
No por posiciones en el Congreso o en los ayuntamientos, sino por discurso y resultado electoral en la campaña para gobernador, Movimiento Ciudadano (MC) parece desplazar al Partido Acción Nacional (PAN) como la primera oposición en el sexenio que se abre. Así lo sostiene Clemente Castañeda, su coordinador parlamentario: “MC tiene condiciones para ser la primera oposición de Jalisco. Tiene un proyecto político claro para el Estado, actuamos en total libertad, nuestras decisiones son firmes y hay expectativa de los ciudadanos”.
Sin embargo, para Gildardo Guerrero, líder de los panistas en el Congreso, si el blanquiazul logra una agenda integrada donde se mantenga la unidad interna, el PAN también puede ser una oposición vigorosa y con fuerza política: “Siempre he dicho que, en un partido como el PAN, la pluralidad es una de las fortalezas. Sin embargo, para ser una oposición vigorosa y constructiva, en el PAN tenemos que plantear una visión clara para los ciudadanos”.
Para el diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Enrique Velázquez González, los ciudadanos esperan resultados, por lo que los acuerdos son clave para dotar de eficiencia a la labor legislativa: “El consenso nos permite impulsar una agenda de reformas profunda y estructural, donde todos los partidos nos sentimos representados y los acuerdos se concreten. Los ciudadanos exigen resultados y no excusas, en el PRD entendemos eso”. Así, el todavía en proceso de gestiones Pacto por Jalisco es una de las primeras señales de la importancia del consenso para la siguiente administración.
Hay que recordar que el PRI cuenta con 17 diputados locales, lo cual lo obliga a buscar alianzas parlamentarias que le permitan sacar reformas simples o constitucionales. En materia de reformas constitucionales, el PRI tiene que ir acompañado forzosamente con el PAN; sin esa alianza es imposible modificar la Constitución Política del Estado.
¿Colaborar o no colaborar?
El discurso de búsqueda de consensos no ha pasado inadvertido entre las fuerzas políticas opositoras al PRI. A pesar de la polarización del proceso electoral, muestran voluntad de colaborar con la administración entrante. Para Clemente Castañeda, de MC, su partido no tendrá una plataforma que se oponga a todo lo que plantee el gobernador: “MC no está cerrado a construir agenda legislativa con el PRI y el nuevo Gobierno, siempre y cuando esto no signifique renunciar a temas y a posiciones que MC ha mantenido”.
Por su parte, Enrique Velázquez González, del sol azteca, considera que el ánimo es de cooperación, pero siempre respetando la división de poderes y los equilibrios políticos. “A los diputados nos toca legislar, pasar presupuestos y supervisar al Ejecutivo; al gobernador le toca aplicar políticas públicas que beneficien al Estado. Si entendemos los ámbitos de acción, la cooperación será esencial y podremos construir acuerdos estructurales y muy profundos”.
En el mismo tenor, Gildardo Guerrero cree que el blanquiazul es un partido que nunca se ha caracterizado por su oposición beligerante, sino que durante las últimas décadas ha logrado tejer acuerdos que beneficien al país y al Estado. “Incluso nos criticaban de que cooperábamos mucho con el PRI; lo cierto es que en el PAN no tenemos ningún impedimento a hacer acuerdos mientras los temas beneficien al Estado”.
“El consenso es importante, pero no debe ser una obsesión”
Para el académico Jorge Alatorre Flores, del Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas (CUCEA), “el consenso sí debe privilegiarse sobre las mayorías”; sin embargo, “no debe ser una obsesión para el siguiente gobernador”.
El académico especializado en políticas públicas considera que, a pesar de que el término “mayoriteo” ha desvirtuado el hecho de que las democracias se fundamentan en la generación de mayorías, tendrá que haber temas en los que la administración entrante busque construir mayorías que le permitan no diluir sus acuerdos. “De pronto, en la cultura política mexicana nada nos deja cómodos: si se saca una decisión de mayoría, que fue ‘mayoriteo’; si fue consenso, que existió cooptación. Al final, la estrategia tendrá que ver con el tema y el contexto político del momento”.
De cara al inicio de su mandato, Alatorre Flores cree que Aristóteles Sandoval llega con un bono democrático que debe capitalizar y a un país donde el contexto que dejó el PRI ya no existe: “Claro que tiene un bono de inicio de gestión que tiene que aprovechar y empujar distintos puntos clave en su programa. Sin embargo, a diferencia del país que dejó el PRI en los noventa, hay una sociedad más preparada, medios más críticos y un contexto que hace que el PRI no pueda gobernar como en el pasado”.
PARA TOMAR EN CUENTA
Escenarios políticos
> Con un PAN desdibujado, la principal oposición a escala estatal será, sin duda, MC. A pesar de contar con sólo cinco diputados y una decena de municipios, el partido de Enrique Alfaro encabezará la agenda crítica hacia la administración entrante.
> El PAN comienza un proceso de recomposición durante el cual no hay ningún dirigente que presuma hablar en nombre del partido político: hay una multiplicidad de actores que controlan parcelas, ninguno con mayoría como para imponer acuerdos negociados con Casa Jalisco.
> El PRD vive un proceso de renovación, en el que coexiste una agenda de oposición con una serie de temas donde existirá cooperación con el gobernador.
> El gobernador entrante también debe hacer un control de daños al interior del PRI tras la selección de las personas que lo acompañarán en el gabinete. Existe la posibilidad de que muchos grupos políticos, ligados a la estructura del partido, queden fuera del gabinete, lo que podría complicar la gestión interna de algunos temas: reforma, fiscalización, movilidad.
> La relación con los otros poderes de la Entidad dista de ser la mejor: con los empresarios hay cooperación, pero todavía suspicacia; con Raúl Padilla López hay diálogo, comunicación y acuerdos, aunque los diferendos han sido varios. El gabinete será un claro indicativo de su relación con ellos.
LO QUE VIENE
El laberinto de las primeras reformas
Ley de Movilidad
> Altas posibilidades de ser aprobada rápidamente.
Adelgazamientos de Organismos Públicos
Descentralizados
> Poca oposición. Los cambios tendrán que pasar por el Congreso en mayoría absoluta.
“Impuesto verde”
> Difícil que un nuevo impuesto salga en consenso en el Congreso. Será una de las primeras batallas políticas del nuevo gobernador.
Mando único policial metropolitano y estatal
> Necesita reforma constitucional. Mayores resistencias, aunque el PRI tiene una base de municipios muy importante.
Línea 3 del Tren Ligero
> No tiene que pasar por el Congreso, sólo necesita el apoyo de los alcaldes. Poca oposición.
Pacto por Jalisco
> La duda es si MC se suma; tanto PRD como el PAN declararon que lo ven con buenos ojos.
“No siempre es posible el consenso: habrá momentos en los que, debido a las propuestas que defienda cada fuerza política, será difícil alcanzarlo. Sin embargo, lo que sí te puedo decir es que el gobernador valora el consenso y quiere una relación de respeto y cooperación con el Congreso”.
En el mismo sentido, Castro Reynoso considera que dos mecanismos ayudarán a evitar una posible parálisis legislativa: la iniciativa preferente del Ejecutivo y la agenda preferente del Congreso.
No por posiciones en el Congreso o en los ayuntamientos, sino por discurso y resultado electoral en la campaña para gobernador, Movimiento Ciudadano (MC) parece desplazar al Partido Acción Nacional (PAN) como la primera oposición en el sexenio que se abre. Así lo sostiene Clemente Castañeda, su coordinador parlamentario: “MC tiene condiciones para ser la primera oposición de Jalisco. Tiene un proyecto político claro para el Estado, actuamos en total libertad, nuestras decisiones son firmes y hay expectativa de los ciudadanos”.
Sin embargo, para Gildardo Guerrero, líder de los panistas en el Congreso, si el blanquiazul logra una agenda integrada donde se mantenga la unidad interna, el PAN también puede ser una oposición vigorosa y con fuerza política: “Siempre he dicho que, en un partido como el PAN, la pluralidad es una de las fortalezas. Sin embargo, para ser una oposición vigorosa y constructiva, en el PAN tenemos que plantear una visión clara para los ciudadanos”.
Para el diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Enrique Velázquez González, los ciudadanos esperan resultados, por lo que los acuerdos son clave para dotar de eficiencia a la labor legislativa: “El consenso nos permite impulsar una agenda de reformas profunda y estructural, donde todos los partidos nos sentimos representados y los acuerdos se concreten. Los ciudadanos exigen resultados y no excusas, en el PRD entendemos eso”. Así, el todavía en proceso de gestiones Pacto por Jalisco es una de las primeras señales de la importancia del consenso para la siguiente administración.
Hay que recordar que el PRI cuenta con 17 diputados locales, lo cual lo obliga a buscar alianzas parlamentarias que le permitan sacar reformas simples o constitucionales. En materia de reformas constitucionales, el PRI tiene que ir acompañado forzosamente con el PAN; sin esa alianza es imposible modificar la Constitución Política del Estado.
¿Colaborar o no colaborar?
El discurso de búsqueda de consensos no ha pasado inadvertido entre las fuerzas políticas opositoras al PRI. A pesar de la polarización del proceso electoral, muestran voluntad de colaborar con la administración entrante. Para Clemente Castañeda, de MC, su partido no tendrá una plataforma que se oponga a todo lo que plantee el gobernador: “MC no está cerrado a construir agenda legislativa con el PRI y el nuevo Gobierno, siempre y cuando esto no signifique renunciar a temas y a posiciones que MC ha mantenido”.
Por su parte, Enrique Velázquez González, del sol azteca, considera que el ánimo es de cooperación, pero siempre respetando la división de poderes y los equilibrios políticos. “A los diputados nos toca legislar, pasar presupuestos y supervisar al Ejecutivo; al gobernador le toca aplicar políticas públicas que beneficien al Estado. Si entendemos los ámbitos de acción, la cooperación será esencial y podremos construir acuerdos estructurales y muy profundos”.
En el mismo tenor, Gildardo Guerrero cree que el blanquiazul es un partido que nunca se ha caracterizado por su oposición beligerante, sino que durante las últimas décadas ha logrado tejer acuerdos que beneficien al país y al Estado. “Incluso nos criticaban de que cooperábamos mucho con el PRI; lo cierto es que en el PAN no tenemos ningún impedimento a hacer acuerdos mientras los temas beneficien al Estado”.
“El consenso es importante, pero no debe ser una obsesión”
Para el académico Jorge Alatorre Flores, del Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas (CUCEA), “el consenso sí debe privilegiarse sobre las mayorías”; sin embargo, “no debe ser una obsesión para el siguiente gobernador”.
El académico especializado en políticas públicas considera que, a pesar de que el término “mayoriteo” ha desvirtuado el hecho de que las democracias se fundamentan en la generación de mayorías, tendrá que haber temas en los que la administración entrante busque construir mayorías que le permitan no diluir sus acuerdos. “De pronto, en la cultura política mexicana nada nos deja cómodos: si se saca una decisión de mayoría, que fue ‘mayoriteo’; si fue consenso, que existió cooptación. Al final, la estrategia tendrá que ver con el tema y el contexto político del momento”.
De cara al inicio de su mandato, Alatorre Flores cree que Aristóteles Sandoval llega con un bono democrático que debe capitalizar y a un país donde el contexto que dejó el PRI ya no existe: “Claro que tiene un bono de inicio de gestión que tiene que aprovechar y empujar distintos puntos clave en su programa. Sin embargo, a diferencia del país que dejó el PRI en los noventa, hay una sociedad más preparada, medios más críticos y un contexto que hace que el PRI no pueda gobernar como en el pasado”.
PARA TOMAR EN CUENTA
Escenarios políticos
> Con un PAN desdibujado, la principal oposición a escala estatal será, sin duda, MC. A pesar de contar con sólo cinco diputados y una decena de municipios, el partido de Enrique Alfaro encabezará la agenda crítica hacia la administración entrante.
> El PAN comienza un proceso de recomposición durante el cual no hay ningún dirigente que presuma hablar en nombre del partido político: hay una multiplicidad de actores que controlan parcelas, ninguno con mayoría como para imponer acuerdos negociados con Casa Jalisco.
> El PRD vive un proceso de renovación, en el que coexiste una agenda de oposición con una serie de temas donde existirá cooperación con el gobernador.
> El gobernador entrante también debe hacer un control de daños al interior del PRI tras la selección de las personas que lo acompañarán en el gabinete. Existe la posibilidad de que muchos grupos políticos, ligados a la estructura del partido, queden fuera del gabinete, lo que podría complicar la gestión interna de algunos temas: reforma, fiscalización, movilidad.
> La relación con los otros poderes de la Entidad dista de ser la mejor: con los empresarios hay cooperación, pero todavía suspicacia; con Raúl Padilla López hay diálogo, comunicación y acuerdos, aunque los diferendos han sido varios. El gabinete será un claro indicativo de su relación con ellos.
LO QUE VIENE
El laberinto de las primeras reformas
Ley de Movilidad
> Altas posibilidades de ser aprobada rápidamente.
Adelgazamientos de Organismos Públicos
Descentralizados
> Poca oposición. Los cambios tendrán que pasar por el Congreso en mayoría absoluta.
“Impuesto verde”
> Difícil que un nuevo impuesto salga en consenso en el Congreso. Será una de las primeras batallas políticas del nuevo gobernador.
Mando único policial metropolitano y estatal
> Necesita reforma constitucional. Mayores resistencias, aunque el PRI tiene una base de municipios muy importante.
Línea 3 del Tren Ligero
> No tiene que pasar por el Congreso, sólo necesita el apoyo de los alcaldes. Poca oposición.
Pacto por Jalisco
> La duda es si MC se suma; tanto PRD como el PAN declararon que lo ven con buenos ojos.
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