Jalisco

Nuevas colonias, otro problema

El desarrollo urbano desordenado está agravando el problema de abasto de agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (20/ABR/2013).- El desarrollo urbano desordenado está agravando el problema de abasto de agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Así lo advierte el director de Servicios Públicos Municipales en Zapopan, Enrique Rodríguez Magaña, al hablar del servicio de pipas que su gobierno tiene que ofrecer en 37 colonias sin infraestructura hídrica.

“Hay nuevos fraccionamientos y desarrollos que se están instalando y que no han sido entregados todavía al municipio y ya se están habitando. La gente quiere agua y, como no los hemos recibido, tampoco el SIAPA: la obligación de abastecerlos es del desarrollador. En algunos (sitios) cumplen, en otros no. La gente llama pidiendo agua. Tenemos que ver si podemos o no ayudarlos”.

Sin detallar el número de fraccionamientos en esa situación anterior, el funcionario subraya que el municipio está impedido de dar servicios mientras no reciba las obras, pero debe hallar soluciones. A eso hay que sumar que muchas colonias se quedan sin infraestructura para el agua corriente “porque las condiciones del suelo no lo permiten; el tipo de subsuelo es prácticamente piedra. No hay otra forma más que manejarlo con pipas o poner tanques estacionarios”.

También hay desarrollos urbanos “cuyo origen data de terrenos irregulares o problemas de uso de suelo. Se van metiendo, se va habitando la zona”.

31 viajes por día


El Ayuntamiento de Zapopan tiene 15 pipas, con capacidad de hasta 12 mil litros cada una; con los datos de la primera quincena de marzo calculó que utiliza 31 pipas por día. Van a las colonias una vez cada 15 días o un mes, según su población. Hay 26 pozos disponibles y, en este año, van tres mil 834 familias beneficiadas. En promedio, a cada casa se otorgan seis mil litros de líquido.

El director de Servicios Públicos Municipales afirma: “No repartimos el agua al libre albedrío. Nos ponemos de acuerdo con los presidentes de colonos para un reparto equitativo”.

Tonalá, en contraste, tiene cinco pipas disponibles para la distribución de agua que le proporciona el SIAPA, de dos pozos ubicados en Educadores Jaliscienses y Santa Paula, informa el director de Servicios Públicos, Saúl Curiel Cibrián.

El municipio atiende a 26 colonias —unas tres mil familias— que carecen de red hídrica, como La Ladrillera, Lomas del Zalate, algunas zonas de Santa Paula, Los Naranjos y algunas de Arroyo de En medio. “Gran parte de esas colonias, la mayoría, son de las que quedaron en el programa de Todos con Agua (del SIAPA). Cuentan con tubería, pero no hicieron redes de abasto ni tanques de almacenamiento”.

Sin embargo, esperan que las gestiones que ya han hecho permitan que en cuatro o cinco meses llegue el agua a 24 de las 26 colonias. El SIAPA no confirmó este dato.

En tanto, Tlaquepaque tiene nueve colonias completas sin red de agua potable y 12 que no tienen “la suficiente presión”; todas requieren pipas, afirma el director de Servicios Públicos Municipales, Martín Gómez, que pone ejemplos como La Cofradía, Francisco I. Madero, Guadalupe Ejidal, El Zalate, El Tempizque, San Sebastianito y Valle de la Misericordia.

El Ayuntamiento tiene 10 pipas y cuatro pozos: El Vergel, Las Liebres, Los Olivos y San Pedrito. Actualmente rehabilita un pozo en la Colonia Santibáñez que estaría listo a más tardar en un mes, con un presupuesto de 300 mil pesos. Es todo lo que se informó en cuanto a obras para abatir el rezago.

Por quincena, el municipio proporciona seis millones 630 mil litros de agua a través de pipas y beneficia a unas cinco mil 214 personas

En Tlajomulco, que no pertenece al SIAPA, hay 24 zonas sin red de agua; entre ellas están El Pandillo, Villa de las Flores, Villas del Edén, El Tempisque, Rancho San José, Los Chinos y El Manantial. El Ayuntamiento matiza que la carencia afecta sólo a algunas calles, sin dar más detalles. Este año han repartido 18 millones 115 mil litros de agua a poco más de cuatro mil familias, a razón de unas 60 pipas diarias.

CLAVES DEL RESAGO


FRACASO Corría 2008 cuando el SIAPA lanzó un programa para resolver el desabasto de agua en la ciudad. Su director, Rodolfo Ocampo, comenzó gestiones con el Banco Interamericano de Desarrollo, a través del Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras). El proyecto costaría dos mil 400 MDP: mil 200 vía el crédito, 200 del SIAPA y mil más de la Conagua.

BENEFICIOS Ya con dinero, el programa “Todos con Agua” dio inicio con la instalación de tuberías en las colonias más apartadas del núcleo metropolitano, aunque de inmediato surgieron las críticas de los supuestos beneficiados, quienes denunciaron que les llegaban obras e instalaciones “deficientes”.

CRÍTICAS Una voz crítica fue la del presidente del Colegio de Ingenieros de Jalisco, Gilberto Paredes, quien en mayo de 2009 declaró que Ocampo entregó las obras “a constructoras de sus amigos”. A esta postura se sumó el sindicato mayoritario de la operadora, el SEPSIAPA, que denunció su uso con “fines electoreros”.

DENUNCIA En mayo de 2011, la administración del SIAPA que sucedió a la de Ocampo lo denunció penalmente por desvío de recursos, dado que se corroboró que del crédito del BID sólo 704 MDP se destinaron a obras públicas; el resto se desvió al gasto corriente e incluso 20 MDP se perdieron en la Bolsa de Valores.

CONAGUA Eventualmente, Ocampo se defendió con el argumento de que la conclusión del programa quedó pospuesta porque la Conagua no había aportado los mil millones que prometió; dijo además que el desvío de recursos fue una “necesidad”. En enero de 2012 dijo que las acusaciones tenían “fuerte carga política”.

FALTANTES “Todos con Agua” marcaba que entre 2008 y 2010 debían ser intervenidas 207 colonias; sólo fueron contratadas 163. Desde entonces, el SIAPA sigue sin concluir la meta, por falta de dinero y ante el aumento de fraccionamientos, incluyendo los irregulares. El saldo: 52 colonias sin este servicio en la ciudad.

CÓMO PEDIR LAS PIPAS

ZAPOPAN

072

Todos los días, las 24 horas. Denuncie si le piden dinero.

TONALÁ
3586-6055

Extensión 1671. El agua se distribuye de 07:00 19:30 horas.

TLAQUEPAQUE

3838-7781

Reparten de 08:00 a 15:00 horas. El servicio es gratuito.

TLAJOMULCO
3283-4463

Extensión 4200. Reparto gratuito es de 09:00 a 15:00 horas.

CRÓNICA
Acostumbrados a que nunca rinda

—¿Ya va a subir, Martín? Ya ni para el baño hay.


Con cierta familiaridad, María de los Ángeles Saucedo saluda a Martín Elías y le pregunta si pronto llegará a su hogar con la pipa que los abastezca de agua. Cada 15 días, el trabajador del Ayuntamiento zapopano surte de líquido a habitantes del poblado San Isidro que carecen de agua corriente, como María. Para hacerla rendir, dice ella, “nos vamos turnando para bañarnos. No podemos gastar toda el agua así. Aparte, son muchos uniformes, mucha lavadera (sic) de trastes, el baño es muy necesario. No la desperdiciamos, para que nos aguante pa’ cuando nos toca otra vez el turno”.

De 41 años, María siempre ha vivido así: con el agua limitada. Veinte años atrás iban a un arroyo cercano a lavar, pero ahora “ya no sirve”. “Ya nada más vemos la pipa y nos da gusto, porque nos va a echar agua”.

Pero esta semana la pipa no llegará a casa de María, sino a la de su hermana Rosario, pues una zanja impide que se meta al fondo de la Privada las Rosas, donde viven dos familias y la suya. Cuando sí va, les deja el aljibe lleno. No obstante, la mujer dice que el agua les dura menos de una semana.

Ya en Carretera a San Esteban y Privada las Rosas, la pipa se estaciona en el patio frontal de tierra que tiene la casa de Rosario Saucedo. La manguera va de recipiente en recipiente. El agua sube hasta el borde de tres tinacos, una alberca y cinco recipientes medianos; unos cinco mil litros.

“Se antoja meterse a la ‘alberca’”, confiesa Rosario, mientras Martín la llena. Pero sabe que los otros siete miembros de la familia también querrán sumergirse y el agua se ensuciará. Y no están para desperdiciarla.

A ellos los cinco mil litros de líquido les duran cinco o seis días y eso que tienen medidas para hacerla ajustar, como aquella de primero lavar la ropa menos sucia y bañarse a jicarazos. Sus familiares y ella tienen que ir metiendo de poco en poco el agua que utilizarán para lavarse el cuerpo.

Una vez hecho el trabajo, Martín se despide de Rosario, que firma la hoja de control del trabajador. De 07:00 a 13:30, Martín visita 10 casas y luego le llega la hora de ir al pozo ubicado en Santa Paula, para llenar la pipa y abastecer de agua más hogares. “Es pesado, uno se cansa, pero lo hace con gusto”, expresa.

En terreno polvoriento

No lejos de ahí, en la misma Carretera a San Esteban, los trastes se apilan en el patio enterregado en el que Ramona Aguayo fuma; también descansan ahí dos tambos y cuatro tinacos. La sexagenaria no tiene aljibe y cada 15 días llega la pipa a su vivienda. Al agua “la mareamos” para que ajuste dos semanas, pero dura la mitad; por ello suele ir con su hija, que vive casas arriba, a lavar. El calor en abril y mayo provoca mayor necesidad de líquido.

En el terreno de Ramona hay aves, plantas y polvo. Una de sus hijas sale a la puerta para comentar que, cuando le toca lavar, tiene que destinar un poco del agua al suelo, pues el polvo se levanta y ensucia la ropa.

Ramona tiene 62 años de vida, los mismos como residente en la colonia. Desde hace cinco o seis años, platica, llega la pipa, pues el agua de un pozo cercano “no sube” a su vivienda.  El colmo es que también tienen dificultad con el suministro de luz. Y así, a oscuras y sin agua suficiente, ven pasar las noches y los días.
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