Jalisco

No hay tope para los topes

En Guadalajara sólo hay 660 topes autorizados, pero existen miles irregulares. Funcionarios de Vialidad y del Ayuntamiento aceptan que son excesivos, pero nada hacen por quitarlos

GUADALAJARA, JALISCO (23/SEP/2010).- En las calles de Guadalajara los topes brotan como hongos. Su instalación es tan fácil que nadie sabe a ciencia cierta cuántos hay. De acuerdo con datos proporcionados por el director de Pavimentos, del Ayuntamiento de Guadalajara, Bernardo Gutiérrez, de 2002 a 2009 únicamente se autorizó la colocación de 660 topes, pero el funcionario admite que hay un exceso en la ciudad. Los que instala el Ayuntamiento ya son muchos, pero a esos hay que agregar los que no tienen autorización, que son la mayoría. “Hay muchísimos, en su gran mayoría son topes que no están debidamente autorizados”.

En pleno siglo XXI, los automovilistas consideran que la presencia de topes es “estresante”, “desesperante”, y son calificados como “primitivos” y “obsoletos”. Y no se equivocan en su juicio, pues el tope es literalmente un invento del siglo pasado. Fue en 1906, en el tranquilo pueblo de Chatham, ubicado en el Estado de Nueva Jersey, que ante el auge que tomaba el tránsito de los automóviles alguien tuvo la idea de colocar el primer tope. En aquel entonces, la velocidad máxima permitida era de 48 kilómetros por hora (km/h). En Europa, por el contrario, el primero se colocó hasta 1970, en Delft, un pequeño pueblo conurbado de la capital de Holanda.

Anarquía total

Actualmente la Secretaría de Vialidad no tiene el dato preciso de cuántos topes existen en la Zona Metropolitana de Guadalajara, pero el director de Dispositivos de Control, Francisco García Almaraz, acepta que los irregulares superan a los que son autorizados. “No tengo el dato aproximado de cuántos hay instalados, porque probablemente cada que la Secretaría dictamina uno, dos o tres topes la gente ya puso otros más. Por lo mismo nadie cuenta con un dato exacto. La Secretaría muchas veces no se entera que aparecen, no sé cómo le hagan los vecinos, pero ellos instalan sus topes”, reconoce el funcionario.

Él mismo admite que los topes no deberían de existir en las ciudades. “En mi opinión no deberían existir, aparte de que te van a quitar tiempo para transitar, muchos de ellos están mal diseñados porque no se siguen las normas debido a que no los instalan como deben de ser, es decir, como un reductor de velocidad. Apegándonos a la cultura que deberíamos de tener no deberían de existir. Sí son excesivos, no deberían de estar, pero nos tendríamos que aplicar todos a las normas urbanas que marcan que la velocidad no debe pasar de 20 km/h en zonas escolares y de hospitales”.

Inclusive, señala que en realidad el reductor de velocidad como está concebido en sus medidas oficiales no debería causar ningún daño al automóvil, ni emitir contaminantes por frenar y acelerar.

“Los topes no tienen medida, desgraciadamente cuando (los vecinos) los ponen a su criterio quedan mal.

“Conforme al reglamento, un reductor de velocidad debe tener como mínimo 1.50 metros (m) o 2.00 m de largo, por ocho centímetros máximo de alto con una lomita suavizada. De esa manera el auto no se detendrá completamente y evitará detener la máquina del vehículo y volver a acelerar, se pasa de manera suave y no va a tener la pérdida de tiempo ni mayor emisión de contaminantes a la atmósfera”.

Criterios

Al momento de recibir la solicitud para instalar un reductor de velocidad, la Secretaría de Vialidad y Transporte evalúa qué tan necesario es la colocación de tal dispositivo.

 “El criterio que utiliza la Secretaría de Vialidad es ver las necesidades que hay en un cruce de peatones importante o en lugares en los que realmente sean necesarios, porque a todos nos hace falta aplicarnos como conductores y peatones. Los reductores deberían instalarse –desde mi punto de vista- en los estacionamientos para reducir la velocidad al ingresar y salir de éste, o en algún hospital. Probablemente en zonas escolares también, aunque no debería de ser porque el reglamento nos marca que donde haya señalamiento la velocidad no debe pasar de 20 km/h”, puntualizó el funcionario.

Alternativas

La solución sería seguir el ejemplo de otros países que emplean alternativas o de plano han erradicado el uso del tope.

“Sé que en otros países no hay, pero normalmente reductores solamente se utilizan para entradas y salidas de complejos de estacionamientos o zonas en las que se necesite disminuir la velocidad, no bajarla completamente. Pero en las vialidades secundarias no existen. Normalmente las ciudades de Estados Unidos no tienen reductores de velocidad”, puntualizó el funcionario.


REQUISITOS PARA SOLICITAR LA AUTORIZACIÓN DE COLOCARLOS O QUITARLOS


Acudir a la oficina de la Dirección General de Infraestructura Vial (Prolongación Alcalde 1351, esquina Circunvalación).

Enviar un escrito dirigido al director general de la Dirección General de Infraestructura Vial, Ricardo Alberto Rivera Alcalá, explicando los motivos por los cuales desea instalar o quitar un tope.

Realizar un croquis a mano detallando lo mejor posible cuál es la calle afectada.

Llevar una identificación, un comprobante de domicilio original y tres copias.

Clamor en las redes sociales

Guadalajara “capital mundial del tope”, usuarios de Facebook

En la red social Facebook los tapatíos se han manifestado en contra de la presencia de los topes con el grupo: “Bienvenido a Guadalajara, la capital mundial de baches, topes y semáforos del mundo”, con mil 275 usuarios adheridos. Hay una más, pero esta es en referencia a la República Mexicana: “Yo también estoy hasta la m… de los topes en las calles de México”, con 95 seguidores.

El dato sobre si realmente la Zona Metropolitana de Guadalajara es la que cuenta con el mayor número de reductores de velocidad en el mundo, parece ser aventurado, pero lo cierto es que hay ciudades de otros países que dejaron en el pasado dicho recurso preventivo.

Para el arquitecto Alfredo Hidalgo la presencia de los topes es “exagerada”.

“La colocación indiscriminada de topes donde no se necesitan o para evitar cosas que los automovilistas ocasionamos al no respetar reglas, me parece que es una exageración. Hay muchas ciudades que operan sin topes, como Santiago de Chile y Nueva York, donde no recuerdo haberlos visto, salvo casos muy especiales. Me parece que es una consecuencia del desconocimiento y el mal uso de la vía pública. De repente hay un tope, no hay banqueta, no hay balizamientos que protejan a los peatones, entonces esas son combinaciones absurdas en la vialidad”.

Pero el también urbanista entiende que hay áreas en las que es imperativo la instalación de los topes.

“Yo considero que los topes serían innecesarios si se respetaran las reglas de vialidad que dicen que hay que ir a cierta velocidad y no debería estar el tope en caso de acatar la regla, eso implicaría fortalecer algunas cosas medio ambientales que son importantes, porque los topes generan mayor contaminación. Sin embargo, hay áreas en las que hay que generar doble seguridad porque me queda claro que donde hay niños, hospitales, es decir donde hay más fragilidad de los ciudadanos, pues hay que instalar medidas precautorias mayores para no sufrir ningún riesgo”.

TESTIMONIOS


“La última vez que llevé a reparar la suspensión de la camioneta fueron aproximadamente tres mil 800 pesos, y aparte que traía un rin abollado y una llanta con una bola, originados por un tope y un bache”, Lorenzo Ramos Chávez, automovilista

“Son estresantes porque hacen que el tráfico sea más lento, provocan daños al carro y a uno como conductor porque se siente el impacto en el cuello causando dolores musculares”, Mauricio Trapero, automovilista.

 “En tramos que hay uno en cada cuadra es horrible, se daña el coche, se pierde demasiado tiempo y al final de cuentas los que van acelerados de todas maneras aceleran, se contamina más porque está uno frenando y arrancando”, María Teresa Sabido Godínez, automovilista.

“Muchos están mal hechos porque cuando pasas sobre ellos se siente demasiado el tope y es muy molesto porque hace más lento el tráfico en algunas zonas, pero en otras sí son necesarios porque los carros van demasiado rápido y los que van a dar vuelta no se fijan”, Gabriel Ramírez, automovilista.

CHIAPAS

Obstáculos por hora

El padecimiento de los topes no es exclusivo de Guadalajara. Pero si en territorio tapatío la gente se queja de la instalación de reductores de velocidad de manera improvisada en zonas residenciales, en Chiapas se caracterizan por colocarlos en las carreteras, que supuestamente son avenidas rápidas.

El subsecretario de Turismo de Chiapas, José Luis Zebadúa Maza, señala que en 2007 su Estado era el que más topes tenía, y que el mayor número se concentraba en el tramo que conecta a San Cristóbal con Palenque, 395 en total en una distancia de 200 kilómetros, y que es una de las zonas más visitadas por los turistas.

Transcurrieron dos años, y en febrero de 2009 se retiraron 115 topes de Comitán, además como una medida de seguridad, la Coordinación de Vialidad y Tránsito impartió en las escuelas primarias cursos de educación vial, además de que implementaron el curso “Manejo a la defensiva” para los automovilistas, en el que se les remarcaron los conceptos básicos sobre el respeto a las señales de tránsito y al peatón.

Sin embargo, de acuerdo con informes recientes, los reductores de velocidad continúan instalándose en ese tramo de Comitán a San Cristóbal, y de San Cristóbal a Palenque.

Para saber


En Bilbao, municipio de España, de 354 mil 860 habitantes, con una densidad de 8.729,64 hab./km?, se reportó la existencia de más de 360 topes en mayo de este año, y por lo tanto se elaboró una “ordenanza” para regular la instalación de los reductores de velocidad, ya que a consideración de las autoridades, los ciudadanos se excedieron en sus peticiones por contar con los topes.
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