Jalisco
Niños del Teletón visitan fábrica de pastelitos
La visita busca sensibilizar a voluntarios y empresas con la cultura de la discapacidad
Como parte de un programa de verano, alrededor de 135 pacientes que son atendidos en el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) de Occidente conocieron de cerca los procesos de producción en una fábrica de pastelitos, pan dulce y galletas, y convivieron en un ambiente festivo.
El Verano Teletón es una iniciativa de Proyectos Especiales y Talleres del CRIT para la inclusión social de los niños, cuenta la responsable de dicha área, Raquel Forzán.
Esta visita fue la segunda de tres salidas que los niños realizan sin sus padres y apoyados de 140 voluntarios de 15 a 22 años, en su mayoría estudiantes de preparatoria y universidad, quienes previamente tomaron cursos para manejar las sillas de ruedas y asistir a los pacientes en el baño, así como para comunicarse con ellos.
Uno de los principales objetivos es que los papás puedan desprenderse de sus hijos con discapacidad sin que eso les provoque angustia.
"Los papás a veces no tienen confianza de que sus hijos van a estar bien si no es con ellos y a veces los dejan con un poco de temor. Pero cuando ven regresar a los hijos alegres, sonrientes, los papás van generando confianza de que sus hijos pueden estar bien con alguien que no sea ellos", comenta Forzán.
Otra de las metas es que los voluntarios se familiaricen con la cultura de la discapacidad de una manera más natural y más incluyente, que les permita entender las necesidades de estas personas. Son alrededor de 140 chicos los que apoyan la realización de las visitas.
El programa de verano del Teletón dura dos semanas en total. Durante la primera se impartieron una serie de talleres, y en la segunda que se realiza actualmente se contemplan tres paseos: a una disco, el de la fábrica y otro más a un parque.
Todos los niños que se inscriben en el CRIT tienen algún tipo de discapacidad motora, dentro de la cual hay muchos diagnósticos como lesiones cerebrales o medulares, enfermedades neuromusculares o enfermedades osteoarticulares, enfermedades genéticas y congénitas, así como pacientes que han sufrido amputaciones.
Además, otra de las ventajas es que las empresas y los sitios que visitan los niños del CRIT Occidente, se sensibilizan con las dificultades de las personas con discapacidad.
"La primera vez que fuimos a la Escuela del Aire no había accesos, y la segunda vez ya había rampas y baños mucho más grandes. Van como unos 13 años desde que hacemos estas visitas y hemos sensibilizado a más de 10 empresas que han hecho modificaciones arquitectónicas", platica Forzán.
Además, otro de los adjetivos es quitar el estigma de que vivir con discapacidad es algo triste y lastimoso, sino que estos niños son tan alegres como cualquier otro.
"Lo vemos como un canal de difusión para que la gente se sensibilice y después tengan un buen recibimiento en las plazas, en las escuelas y en los lugares de entretenimiento".
El CRIT Occidente atiende actualmente a dos mil pacientes en el turno matutino y a mil 200 en el vespertino.
EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS
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