Jalisco
Niega párroco de Temacapulín acusaciones de César Coll
Gabriel Espinoza dijo no estar violentado verbalmente a los pobladores que desean vender sus propiedades
GUADALAJARA, JALISCO.- El párroco de la comunidad de Temacapulín, Gabriel Espinoza, rechazó que en su movimiento contra la construcción de la Presa El Zapotillo, se esté violentando verbalmente a los pobladores que están a favor de vender sus propiedades para dar paso al proyecto.
De “calumnias” calificó las acusaciones vertidas por el director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), César Coll Carabias, quien ayer en entrevista con los medios de comunicación, denunció que el sacerdote agredía a los lugareños que se acercaban a las autoridades.
Incluso, el funcionario sostuvo que por esta razón es que “reservaron” cualquier tipo de información sobre la presa, con la intención de salvaguardar la vida de los vecinos que a su juicio estaban en riesgo de ser víctimas de casos de hostigamientos mayores, lo que podría concluir en violencia.
Gabriel Espinoza negó una y otra vez cualquier tipo de agresión y sostuvo que cada una de las acciones que se llevan a cabo, son votadas a través de una asamblea.
“Somos una asamblea que con un comité organizado hemos buscado ser un movimiento pacífico y que respetamos los derechos humanos (…) es totalmente falso que estemos nosotros agrediendo a nadie.
“Al contrario, sí pedimos que no se levanten este tipo de calumnias, que lo que hacen es querer dividir a la comunidad de Temaca. No aceptamos el que nieguen ellos mismos información que les hemos pedido y que den informaciones incompletas y falsas que no corresponden a la realidad; en este aspecto, pues por sus frutos los conocerás, así dice el Evangelio”.
Con el proyecto de la Presa el Zapotillo, la localidad de Temacapulín y otras dos más, Acasico y Palmarejo, quedarán bajo el agua, lo que ha obligado a las autoridades a negociar con los afectados. La presa tendrá un costo de alrededor de ocho mil millones de pesos.
EL INFORMADOR/ Evelyn Águila
De “calumnias” calificó las acusaciones vertidas por el director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), César Coll Carabias, quien ayer en entrevista con los medios de comunicación, denunció que el sacerdote agredía a los lugareños que se acercaban a las autoridades.
Incluso, el funcionario sostuvo que por esta razón es que “reservaron” cualquier tipo de información sobre la presa, con la intención de salvaguardar la vida de los vecinos que a su juicio estaban en riesgo de ser víctimas de casos de hostigamientos mayores, lo que podría concluir en violencia.
Gabriel Espinoza negó una y otra vez cualquier tipo de agresión y sostuvo que cada una de las acciones que se llevan a cabo, son votadas a través de una asamblea.
“Somos una asamblea que con un comité organizado hemos buscado ser un movimiento pacífico y que respetamos los derechos humanos (…) es totalmente falso que estemos nosotros agrediendo a nadie.
“Al contrario, sí pedimos que no se levanten este tipo de calumnias, que lo que hacen es querer dividir a la comunidad de Temaca. No aceptamos el que nieguen ellos mismos información que les hemos pedido y que den informaciones incompletas y falsas que no corresponden a la realidad; en este aspecto, pues por sus frutos los conocerás, así dice el Evangelio”.
Con el proyecto de la Presa el Zapotillo, la localidad de Temacapulín y otras dos más, Acasico y Palmarejo, quedarán bajo el agua, lo que ha obligado a las autoridades a negociar con los afectados. La presa tendrá un costo de alrededor de ocho mil millones de pesos.
EL INFORMADOR/ Evelyn Águila
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