Jalisco
Navidad con unas cuantas monedas
Aún en la informalidad, las personas encuentran la forma de obtener unas cuantas monedas para sobrevivir en esta temporada
GUADALAJARA, JALISCO.- Debido a la crisis económica, a la desigualdad de oportunidades para la capacitación profesional, y al estrecho margen de apertura del mercado laboral, en Jalisco siguen creciendo las listas de desempleados. Tan sólo en este año, más de 40 mil jaliscienses perdieron su trabajo, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Aún en la informalidad, las personas encuentran la forma de obtener unas cuantas monedas para sobrevivir en esta temporada, en la que conviven fiestas de consumo, sentimientos de compasión y misericordia, y un frío amenazante.
Algunos hacen labores de poca remuneración, como cargar mercancía en un tianguis o bolear calzado. Otros piden dinero en los cruceros a cambio de un espectáculo artístico o de un recital con un muñeco como intermediario. El resto simplemente apela a la bondad de quienes tienen mejor suerte.
Este ventrílocuo camina por el Centro o se sube a los camiones recitando oraciones a través de “Titino”, el nombre de su muñeco, en espera de un poco de gratitud económica.
Aprovechando la temporada navideña, un cargador de arbolitos de Navidad presta sus servicios en el Tianguis de San José.
Con su hijo a cuestas, una mujer camina entre el tráfico pidiendo limosna bajo la custodia de La Minerva, en un llamado al espíritu caritativo de los automovilistas.
Un hombre pinta su cuerpo de verde para “hacer sus necesidades” sobre la Avenida Juárez. Tiene una caja donde los transeúntes pueden apreciar su interpretación artística y dejarle algo de dinero a cambio.
“El rey de los boleros”, con corona de cartón, trabaja de sol a sol en el Centro de Zapopan.
Textos y fotos: Saúl Núñez
Aún en la informalidad, las personas encuentran la forma de obtener unas cuantas monedas para sobrevivir en esta temporada, en la que conviven fiestas de consumo, sentimientos de compasión y misericordia, y un frío amenazante.
Algunos hacen labores de poca remuneración, como cargar mercancía en un tianguis o bolear calzado. Otros piden dinero en los cruceros a cambio de un espectáculo artístico o de un recital con un muñeco como intermediario. El resto simplemente apela a la bondad de quienes tienen mejor suerte.
Este ventrílocuo camina por el Centro o se sube a los camiones recitando oraciones a través de “Titino”, el nombre de su muñeco, en espera de un poco de gratitud económica.
Aprovechando la temporada navideña, un cargador de arbolitos de Navidad presta sus servicios en el Tianguis de San José.
Con su hijo a cuestas, una mujer camina entre el tráfico pidiendo limosna bajo la custodia de La Minerva, en un llamado al espíritu caritativo de los automovilistas.
Un hombre pinta su cuerpo de verde para “hacer sus necesidades” sobre la Avenida Juárez. Tiene una caja donde los transeúntes pueden apreciar su interpretación artística y dejarle algo de dinero a cambio.
“El rey de los boleros”, con corona de cartón, trabaja de sol a sol en el Centro de Zapopan.
Textos y fotos: Saúl Núñez
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