Jalisco
Municipios, empresas y vecinos fallan con la separación de la basura
Los gobiernos metropolitanos reportan avances diferentes en la aplicación del programa obligatorio para el Estado
El Ayuntamiento de Tonalá afirma que el año pasado avanzó 30% en la separación. “En este momento se encuentra en 0% por falta de infraestructura. Solicitamos el apoyo de la ciudadanía”, exhorta la Dirección de Ecología. Tlajomulco arrancó en 2010 con el programa, que se suspendió meses después. En marzo se le solicitó al Ayuntamiento (vía Ley de Transparencia) su avance: “Aproximadamente 70% de los residuos sólidos no peligrosos son separados por la ciudadanía”, respondió la Dirección de Aseo Público. Pero la Dirección de Comunicación Social la contradice: “Ahorita no hay programa de separación”.
Zapopan subraya que 60% de la basura que recolecta se separa de acuerdo con la norma estatal; Tlaquepaque dice que lo hace con 8 por ciento.
Gerardo Barnache Pérez, especialista en estudios en residuos sólidos, opina de hecho que, en el caso de que se incrementara la separación de desechos, “el sistema colapsaría y terminaría enterrándose toda la basura de nuevo porque hay pocas empresas con capacidad suficiente para procesar todos los desechos”.
Para Magdalena Ruíz Mejía, secretaria de Medio Ambiente y Ecología de Guadalajara, la norma será exitosa cuando se implemente de manera metropolitana.
Ayer esta casa editorial publicó que la empresa Caabsa Eagle acapara el negocio de recolección y disposición de la basura en Guadalajara, Tonalá, Tlajomulco, El Salto y Juanacatlán. Los cinco ayuntamientos desembolsan 400 millones de pesos anuales en promedio.
Los desechos sólidos de los cinco municipios se depositan en el tiradero de Los Laureles, pero Gerardo Bernache critica que a la empresa no le importe el punto de la recolección de basura separada: “Separar los desechos es mayor trabajo y menos basura (para Caabsa), porque mucha se enviaría a centros de acopio de organizaciones ambientalistas, por ejemplo. Por eso no le importa a la empresa la separación”, porque dejaría de cobrar las toneladas que no se depositen en el tiradero de Los Laureles.
CRÓNICA
El hábito se quedó
En su cocina, a un lado de la tarja, tiene dos botes: uno rojo y el otro verde. A pesar de que son ya más de dos años que las personas que recolectan la basura en su colonia se llevan la basura por igual, Liliana Olguín, vecina de la calle Tadeo Ortiz, de la Colonia Universitaria, separa los residuos de su casa todos los días: “Ya me acostumbré. Aquí, la mayoría de mis vecinos lo hace”.
Admite que al principio fue difícil, pero no había de otra: si no cumplían, “los señores de la basura” no se llevaban las bolsas. El proceso duró unos seis meses. “Después ya nos acostumbramos, pusimos dos botes y listo. Así es con la mayoría de los vecinos”.
Junto con otras 30 colonias de Guadalajara, la Universitaria es una de las pocas de la ciudad en donde los vecinos se hicieron al hábito de separar su basura. Un hábito que perdieron hasta los recolectores de Caabsa, que en el origen cuidaban que los vecinos sacaran sus bolsas de residuos separados y en el día indicado, pero ahora “sólo las echan y listo”, dice Liliana en tono molesto.
Eva Gómez y Graciela Ortiz coinciden en que lo que empezó como una “obligación” ahora es parte del quehacer diario.
“Lo que sí es que da como ‘corajito’ es que por disposición de las autoridades uno comience a hacer el esfuerzo de cambiar lo que te piden, para que después lo dejen”, agrega Liliana.
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