Jalisco
Modifican uso de suelo o habrá expropiación en “Temaca”: Conagua
El procurador de Desarrollo Urbano en Jalisco rebate: “Es ilegal iniciar las obras sin modificar el plan de desarrollo urbano”
GUADALAJARA, JALISCO.- El director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, ratifica que es necesario que el Ayuntamiento de Cañadas de Obregón autorice el cambio de uso de suelo para la construcción de la cortina de la Presa El Zapotillo.
De no aprobarlo, advierte que tendrán que expropiar las tierras.
Pero una vez más el procurador de Desarrollo Urbano en Jalisco, Aarón Vázquez Huerta, corrige al funcionario federal: “Mientras el municipio no incluya estas obras en el Plan Parcial de Desarrollo Urbano, no pueden hacer el embalse, sin importar quién sea el propietario. Aunque recurran a la expropiación, necesitan el cambio de uso de suelo. Y al final del camino, aunque el propietario sea público o privado, se requiere que el Ayuntamiento lo autorice. Esto está especificado en el Código Urbano, incluso, estaba incluido en la Ley de Desarrollo Urbano”.
Agrega que este trámite debería haber estado listo en el momento de lanzar la licitación de la construcción de la cortina, “porque se anunció al ganador aún cuando tienen las limitantes de la tenencia de la tierra. Es su obligación que estén las obras reflejadas en el plan parcial municipal”.
El 18 de noviembre, Luege Tamargo declaró en Guadalajara que tenían todo listo para iniciar El Zapotillo en el Río Verde y que no requerían el cambio de uso de suelo de Cañadas de Obregón —el cual fue rechazado en sesión de Ayuntamiento del 25 de septiembre, por lo que se podrá abordar el tema hasta marzo del próximo año, con la siguiente administración priista—. Un día después, la Procuraduría de Desarrollo Urbano (Prodeur) desmintió al funcionario federal.
Por ello, el director de la Conagua corrigió sus declaraciones, pero insiste en que El Zapotillo se construirá: “Dije que era en el encañonamiento, pero ya revisamos y sí tocamos fondo urbano, por lo que necesitamos autorización del municipio. Si no se da, iremos a expropiación”.
— ¿Por qué inundar tres pueblos? ¿Cómo demostrarán que no existe otra opción?
— Es algo que la Conagua ya ha explicado. En las tres poblaciones (Temacapulín, Acasico y Palmarejo) está el censo levantado. Se ha negociado con la mayoría de la gente y todos entienden que es un proyecto de gran visión, que garantiza evitar la sobreexplotación de acuíferos y asegura el agua para millones de ciudadanos. Es en perjuicio temporal de algunos ciudadanos, que en total son menos de 400. Se ha negociado con ellos y el movimiento de las poblaciones es de unos cuantos metros, no vamos a desplazar ni un kilómetro. Se pagará vivienda, terrenos y se garantizará que las personas tendrán el beneficio de la belleza escénica de la presa, usos ecoturísticos… hay beneficios.
— La gente no quiere salirse, incluso fue a una consulta pública ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
—La negociación es el camino que hemos establecido con Jalisco, y con estas comunidades. En Acasico y Palmarejo llevamos una negociación de 90%; en Temacapulín es de 50%. Mi percepción es que se resolverá bien, en beneficio de todos.
— ¿Seguirán ocultando toda la información relacionada con la presa?
— En tanto se concluya la compra de los terrenos. Al terminar todo, haremos pública la información.
— ¿Qué harán con el tema del cambio de uso de suelo?
— En la zona federal ya tenemos cambio de uso forestal, la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), y estamos negociando el cambio de uso de suelo municipal.
— Usted dijo que no era necesaria...
— Tengo que corregir. En efecto, tenemos todo para construir la cortina en la zona federal, que es todo el cañón del Río Verde, pero efectivamente hay zonas municipales. Ya tenemos la autorización para adquirir el terreno.
— ¿Pero sin cambio de uso de suelo pueden hacerla?
— Nos podemos ir a la expropiación, y no se parará la construcción de la cortina.
— ¿Cuándo expropiarían?
Estamos en negociaciones y, en función de éstas, se toma la decisión si debe haber o no expropiación. Mi percepción es que tendremos negociación en todos los casos”.
— ¿Cuántas hectáreas son?
— Poquitas. Realmente no es mucho, pero se está pagando el terreno, construyéndose las casas, en Temacapulín está el acuerdo para trasladar el monumento histórico, la fachada de la iglesia.
— Pero no tienen permiso del INAH para afectar los monumentos históricos.
— Estamos revisando todas las cuestiones, lo importante es que el proceso de construcción de la cortina es de tres años y tenemos todo este tiempo para hacer las negociaciones.
Para saber
La Presa El Zapotillo se anuncia como una obra “necesaria” para abastecer de agua a León. El jueves pasado, el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Rodríguez, anunció que está en proyecto la creación de nuevos corredores industriales y rutas turísticas, los cuales no se pueden concretar sin tener asegurado el vital líquido.
Se requiere nuevo estudio: Colectivo Coa
De acuerdo con estudios del Colectivo Coa, es necesario que la Conagua realice una nueva Manifestación de Impacto Ambiental para la construcción de la cortina de 105 metros de la Presa El Zapotillo, pues la autorización que tienen sólo es una ampliación del proyecto antiguo del embalse a 80 metros.
El primer punto que plantean en el documento es que el cambio del proyecto tendrá impactos, con respecto a la estabilidad de la cortina, pues los incrementos en la altura modifican sustancialmente el empuje hidrostático del agua (que se presenta aguas arriba), así como el nivel de azolves de la presa (material que se arrastra y deposita sobre el talud aguas arriba).
También se necesitaría más material para la construcción y la explotación de bancos de materiales cercanos al lugar, pues la cimentación deberá soportar 121.3% más de agua que la planteada en el proyecto original.
El aumento del volumen sería de 500 millones de metros cúbicos, lo que dejaría a “otras regiones sin agua”, se afectaría a la flora y fauna en mil 800 hectáreas más y habría secuelas en el sistema hidrológico de esa nueva superficie.
La Secretaría federal de Medio Ambiente autorizó el 22 de junio de 2006 la autorización 1310/06 para la construcción de El Zapotillo, con una cortina de 80 metros de altura desde el cauce del río; sin embargo, en el término Tercero no se autoriza la realización de otro tipo de actividades, como incrementar la cortina a 105 metros, “lo cual representa una obra distinta tanto por sus dimensiones de construcción como por el área que se afectará y su impacto ambiental”, argumenta la abogada de Coa, Claudia Gómez, quien asesora legalmente a los pobladores de Temacapulín.
Hace un par de meses, la Semarnat autorizó la ampliación de la MIA 1320/06, en vez de solicitar una nueva. La modificación de la cortina es sustancial ya que el primer planteamiento no incluía la inundación del pueblo de Temacapulín.
¿Qué dice la ley?
El artículo 28 fracción I de la Ley General del Equilibrio Ecológico establece: “La evaluación del impacto ambiental es el procedimiento a través del cual la Semarnat establece las condiciones a que se sujetará la realización de obras y actividades que puedan causar desequilibrio ecológico o rebasar los límites y condiciones establecidos en las disposiciones aplicables para proteger el ambiente y preservar y restaurar los ecosistemas, a fin de evitar o reducir al mínimo sus efectos negativos sobre el medio ambiente”.
Entre las obras que se incluyen se encuentran las hidráulicas, como las presas.
De no aprobarlo, advierte que tendrán que expropiar las tierras.
Pero una vez más el procurador de Desarrollo Urbano en Jalisco, Aarón Vázquez Huerta, corrige al funcionario federal: “Mientras el municipio no incluya estas obras en el Plan Parcial de Desarrollo Urbano, no pueden hacer el embalse, sin importar quién sea el propietario. Aunque recurran a la expropiación, necesitan el cambio de uso de suelo. Y al final del camino, aunque el propietario sea público o privado, se requiere que el Ayuntamiento lo autorice. Esto está especificado en el Código Urbano, incluso, estaba incluido en la Ley de Desarrollo Urbano”.
Agrega que este trámite debería haber estado listo en el momento de lanzar la licitación de la construcción de la cortina, “porque se anunció al ganador aún cuando tienen las limitantes de la tenencia de la tierra. Es su obligación que estén las obras reflejadas en el plan parcial municipal”.
El 18 de noviembre, Luege Tamargo declaró en Guadalajara que tenían todo listo para iniciar El Zapotillo en el Río Verde y que no requerían el cambio de uso de suelo de Cañadas de Obregón —el cual fue rechazado en sesión de Ayuntamiento del 25 de septiembre, por lo que se podrá abordar el tema hasta marzo del próximo año, con la siguiente administración priista—. Un día después, la Procuraduría de Desarrollo Urbano (Prodeur) desmintió al funcionario federal.
Por ello, el director de la Conagua corrigió sus declaraciones, pero insiste en que El Zapotillo se construirá: “Dije que era en el encañonamiento, pero ya revisamos y sí tocamos fondo urbano, por lo que necesitamos autorización del municipio. Si no se da, iremos a expropiación”.
— ¿Por qué inundar tres pueblos? ¿Cómo demostrarán que no existe otra opción?
— Es algo que la Conagua ya ha explicado. En las tres poblaciones (Temacapulín, Acasico y Palmarejo) está el censo levantado. Se ha negociado con la mayoría de la gente y todos entienden que es un proyecto de gran visión, que garantiza evitar la sobreexplotación de acuíferos y asegura el agua para millones de ciudadanos. Es en perjuicio temporal de algunos ciudadanos, que en total son menos de 400. Se ha negociado con ellos y el movimiento de las poblaciones es de unos cuantos metros, no vamos a desplazar ni un kilómetro. Se pagará vivienda, terrenos y se garantizará que las personas tendrán el beneficio de la belleza escénica de la presa, usos ecoturísticos… hay beneficios.
— La gente no quiere salirse, incluso fue a una consulta pública ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
—La negociación es el camino que hemos establecido con Jalisco, y con estas comunidades. En Acasico y Palmarejo llevamos una negociación de 90%; en Temacapulín es de 50%. Mi percepción es que se resolverá bien, en beneficio de todos.
— ¿Seguirán ocultando toda la información relacionada con la presa?
— En tanto se concluya la compra de los terrenos. Al terminar todo, haremos pública la información.
— ¿Qué harán con el tema del cambio de uso de suelo?
— En la zona federal ya tenemos cambio de uso forestal, la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), y estamos negociando el cambio de uso de suelo municipal.
— Usted dijo que no era necesaria...
— Tengo que corregir. En efecto, tenemos todo para construir la cortina en la zona federal, que es todo el cañón del Río Verde, pero efectivamente hay zonas municipales. Ya tenemos la autorización para adquirir el terreno.
— ¿Pero sin cambio de uso de suelo pueden hacerla?
— Nos podemos ir a la expropiación, y no se parará la construcción de la cortina.
— ¿Cuándo expropiarían?
Estamos en negociaciones y, en función de éstas, se toma la decisión si debe haber o no expropiación. Mi percepción es que tendremos negociación en todos los casos”.
— ¿Cuántas hectáreas son?
— Poquitas. Realmente no es mucho, pero se está pagando el terreno, construyéndose las casas, en Temacapulín está el acuerdo para trasladar el monumento histórico, la fachada de la iglesia.
— Pero no tienen permiso del INAH para afectar los monumentos históricos.
— Estamos revisando todas las cuestiones, lo importante es que el proceso de construcción de la cortina es de tres años y tenemos todo este tiempo para hacer las negociaciones.
Para saber
La Presa El Zapotillo se anuncia como una obra “necesaria” para abastecer de agua a León. El jueves pasado, el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Rodríguez, anunció que está en proyecto la creación de nuevos corredores industriales y rutas turísticas, los cuales no se pueden concretar sin tener asegurado el vital líquido.
Se requiere nuevo estudio: Colectivo Coa
De acuerdo con estudios del Colectivo Coa, es necesario que la Conagua realice una nueva Manifestación de Impacto Ambiental para la construcción de la cortina de 105 metros de la Presa El Zapotillo, pues la autorización que tienen sólo es una ampliación del proyecto antiguo del embalse a 80 metros.
El primer punto que plantean en el documento es que el cambio del proyecto tendrá impactos, con respecto a la estabilidad de la cortina, pues los incrementos en la altura modifican sustancialmente el empuje hidrostático del agua (que se presenta aguas arriba), así como el nivel de azolves de la presa (material que se arrastra y deposita sobre el talud aguas arriba).
También se necesitaría más material para la construcción y la explotación de bancos de materiales cercanos al lugar, pues la cimentación deberá soportar 121.3% más de agua que la planteada en el proyecto original.
El aumento del volumen sería de 500 millones de metros cúbicos, lo que dejaría a “otras regiones sin agua”, se afectaría a la flora y fauna en mil 800 hectáreas más y habría secuelas en el sistema hidrológico de esa nueva superficie.
La Secretaría federal de Medio Ambiente autorizó el 22 de junio de 2006 la autorización 1310/06 para la construcción de El Zapotillo, con una cortina de 80 metros de altura desde el cauce del río; sin embargo, en el término Tercero no se autoriza la realización de otro tipo de actividades, como incrementar la cortina a 105 metros, “lo cual representa una obra distinta tanto por sus dimensiones de construcción como por el área que se afectará y su impacto ambiental”, argumenta la abogada de Coa, Claudia Gómez, quien asesora legalmente a los pobladores de Temacapulín.
Hace un par de meses, la Semarnat autorizó la ampliación de la MIA 1320/06, en vez de solicitar una nueva. La modificación de la cortina es sustancial ya que el primer planteamiento no incluía la inundación del pueblo de Temacapulín.
¿Qué dice la ley?
El artículo 28 fracción I de la Ley General del Equilibrio Ecológico establece: “La evaluación del impacto ambiental es el procedimiento a través del cual la Semarnat establece las condiciones a que se sujetará la realización de obras y actividades que puedan causar desequilibrio ecológico o rebasar los límites y condiciones establecidos en las disposiciones aplicables para proteger el ambiente y preservar y restaurar los ecosistemas, a fin de evitar o reducir al mínimo sus efectos negativos sobre el medio ambiente”.
Entre las obras que se incluyen se encuentran las hidráulicas, como las presas.
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