Jalisco
Misiva
Luchar por lo que se quiere
De esta manera entendemos que nuestra vida diaria también exige que nos dediquemos a las cosas que valen mucho la pena, pero que evidentemente no resultan fáciles de conseguir.
Si algo debemos de proponernos al inicio de cada año, es a fortalecer nuestra voluntad de hacer las cosas, especialmente en lo que más nos cuesta trabajo. Y sabemos que lo que más nos pesa, es aquello que dejamos a medias o simplemente no lo podemos ni siquiera comenzar.
Ponte a reflexionar cuáles son las cosas inconclusas, o las que siempre haz querido hacer y por una razón u otra no las haz iniciado. También repasa las actividades que empiezas a realizar, con especial interés, y al cabo de un tiempo las vuelves a dejar.
Es por eso que lo importante se llama disciplina y continuidad, entre más firmes seamos con aquello que nos hemos propuesto, mucho más capaces de realizar todo cuanto queremos.
Por ello es indispensable educar nuestra fuerza de voluntad para hacer que las cosas se hagan. Y no dejarlas al vaivén de los caprichos de la comodidad y la indecisión.
Un persona que tiene fuerza de voluntad es aquella que cumple con su propia palabra, así llueva o truene, hará lo que prometió. No hay pretextos ni excusas, las cosas se van a hacer por el empeño de respetarse a uno mismo. Nada de que para mañana, es hoy y en este momento. Si me propuse hacer ejercicio, no hay de otra más que cumplirlo, con frío o sin ganas, pero me voy a hacerlo. Y además lo seguirás haciendo con la debida continuidad. Que al pasar de los días veas concretada tu obra.
Es cierto que tenemos de enemigo al confort y a la tibieza de que muchos andan en la misma inestable e infructuosa vida de “el hoy sí, mañana no sé”, de una forma pasajera de aspirar y de no concretar nada lo que uno sueña. Cada vez es más común que las personas tengan ilusiones que no acompañan con esfuerzo y dedicación, quieren que las cosas se hagan como por arte de magia y eso sólo apenas sucede en la fantasía de las películas de ciencia ficción.
Hagamos un notable esfuerzo este comienzo de año, para que sea nuestra fuerza de voluntad lo que más cultivemos y enseñemos a nuestros hijos a desarrollar. Es el instrumento esencial de nuestra mente para tener logros en la vida, porque los fodongos, los perezosos, los apáticos, los atenidos y toda la casta de zánganos que viven de parásitos, no harán más que estirar la mano y recibir lo que necesitan sin luchar ni hacer lo necesario para lograr lo que quieren.
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