Jalisco
Migrantes rehabilitan calles en colonia Arcos Vallarta
Persisten las mantas alrededor del albergue del FM4, que rechazan la reubicación de la organización que preserva los derechos humanos de los viajeros
GUADALAJARA, JALISCO (21/NOV/2015).- Fernando Zelaya tiene 20 años, la edad predilecta para ser reclutado por la
Mara Salvatrucha. Esta organización criminal es considerada la más peligrosa de Centroamérica, está afincada en su natal Honduras y vinculada al narcotráfico, la trata de personas y asesinatos a sueldo.
"Uno ya sabe, empiezan a decirte que cooperes, que te metas o si no, muerte", dice Fernando como quien cuenta una pesadilla. El joven viaja con su hermano rumbo a Minnesota. Busca un trabajo honrado para mandarle dinero a su madre y hermana que se quedaron en un país fracturado por la guerrilla desde la década de los 80.
Desde hace cinco días Fernando y su hermano llegaron a Guadalajara, pero antes de partir esta noche, quisieron devolver un poco de la solidaridad que les brindaron en el albergue FM4: participaron en la actividad de rehabilitación las calles aledañas a las vías del ferrocarril, en la colonia Arcos Vallarta.
La casualidad hizo que Fernando tuviera el mismo apellido que el presidente depuesto en el último golpe de Estado en Honduras, en 2009. A un costado de las vías del tren, vestido con una playera con las siglas de la Universidad Jesuita de Jalisco ( ITESO) y una gorra blanca que le tapa media frente, cuenta que la travesía hacia Caborca, en Sonora, empezó el 9 de septiembre.
Dos meses viviendo a salto de mata, pagando a mafias para que lo dejen subir al tren, viviendo la presión social de ser migrante. Y huyendo de una pesadilla: ser parte del MS-13, mejor conocidos como los maras, una organización que trabaja bajo la consigna "plata o plomo".
"El plan es continuar, seguir hacia adelante. No me esperan (en Estados Unidos) pero no hay de otra. Vengo con mi hermano que tiene 18 (años) y salimos de allá por la misma inseguridad. Nosotros salimos de un departamento donde están los Maras, y ya sabes que si no cooperas, si no te metes, ya no sales. La muerte".
Una vez en Caborca, el plan es ser mula; que un empresario, comerciante o narcotraficante le pague al ''Pollero'' por su viaje, y así Fernando y su hermano puedan transportar mercancía en su espalda y cruzar la frontera por el desierto. La peor parte está por venir.
FM4 insiste en diálogo con los vecinos
Jalisco es el tercer estado con mayor cantidad de migrantes en Estados Unidos. El censo reportado en 2010 registraba 80 mil jaliscienses en Estados Unidos, la mayoría de ellos sin visa de trabajo. Somos una sociedad de origen, tránsito y destino de flujos migratorios, pero aún persiste la resistencia de muchas personas a esta realidad.
En la colonia Arcos Vallarta, lugar donde se afinca la nueva sede de la casa del migrante FM4, cada vez hay más mantas de oposición al albergue. Alonso Hernández, director de la institución altruista, afirma que seguirán insistiendo en el diálogo; pero mientras la socialización hace su parte, ellos no pueden detenerse en brindar el apoyo a 350 personas que, cada mes, reciben comida, un lugar seguro para dormir, y una línea de teléfono para comunicarse con esa familia que los vio partir.
Estas acciones de rehabilitación de corredores de migrantes seguirán replicándose y forman parte de la estrategia Cambio de Vía, apoyada por la organización Amnistía Internacional. Además, en la jornada de este sábado se contó con la participación de una cuadrilla de Servicios Públicos Municipales del Ayuntamiento de Guadalajara.
EL INFORMADOR/ OMAR GARCÍA
"Uno ya sabe, empiezan a decirte que cooperes, que te metas o si no, muerte", dice Fernando como quien cuenta una pesadilla. El joven viaja con su hermano rumbo a Minnesota. Busca un trabajo honrado para mandarle dinero a su madre y hermana que se quedaron en un país fracturado por la guerrilla desde la década de los 80.
Desde hace cinco días Fernando y su hermano llegaron a Guadalajara, pero antes de partir esta noche, quisieron devolver un poco de la solidaridad que les brindaron en el albergue FM4: participaron en la actividad de rehabilitación las calles aledañas a las vías del ferrocarril, en la colonia Arcos Vallarta.
La casualidad hizo que Fernando tuviera el mismo apellido que el presidente depuesto en el último golpe de Estado en Honduras, en 2009. A un costado de las vías del tren, vestido con una playera con las siglas de la Universidad Jesuita de Jalisco ( ITESO) y una gorra blanca que le tapa media frente, cuenta que la travesía hacia Caborca, en Sonora, empezó el 9 de septiembre.
Dos meses viviendo a salto de mata, pagando a mafias para que lo dejen subir al tren, viviendo la presión social de ser migrante. Y huyendo de una pesadilla: ser parte del MS-13, mejor conocidos como los maras, una organización que trabaja bajo la consigna "plata o plomo".
"El plan es continuar, seguir hacia adelante. No me esperan (en Estados Unidos) pero no hay de otra. Vengo con mi hermano que tiene 18 (años) y salimos de allá por la misma inseguridad. Nosotros salimos de un departamento donde están los Maras, y ya sabes que si no cooperas, si no te metes, ya no sales. La muerte".
Una vez en Caborca, el plan es ser mula; que un empresario, comerciante o narcotraficante le pague al ''Pollero'' por su viaje, y así Fernando y su hermano puedan transportar mercancía en su espalda y cruzar la frontera por el desierto. La peor parte está por venir.
FM4 insiste en diálogo con los vecinos
Jalisco es el tercer estado con mayor cantidad de migrantes en Estados Unidos. El censo reportado en 2010 registraba 80 mil jaliscienses en Estados Unidos, la mayoría de ellos sin visa de trabajo. Somos una sociedad de origen, tránsito y destino de flujos migratorios, pero aún persiste la resistencia de muchas personas a esta realidad.
En la colonia Arcos Vallarta, lugar donde se afinca la nueva sede de la casa del migrante FM4, cada vez hay más mantas de oposición al albergue. Alonso Hernández, director de la institución altruista, afirma que seguirán insistiendo en el diálogo; pero mientras la socialización hace su parte, ellos no pueden detenerse en brindar el apoyo a 350 personas que, cada mes, reciben comida, un lugar seguro para dormir, y una línea de teléfono para comunicarse con esa familia que los vio partir.
Estas acciones de rehabilitación de corredores de migrantes seguirán replicándose y forman parte de la estrategia Cambio de Vía, apoyada por la organización Amnistía Internacional. Además, en la jornada de este sábado se contó con la participación de una cuadrilla de Servicios Públicos Municipales del Ayuntamiento de Guadalajara.
EL INFORMADOR/ OMAR GARCÍA
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