Jalisco
Mientras los señores se abofetean, la ciudad se desmorona
El problema es que están tan ocupados peleándose por la poca carne que queda en los desnudos huesos del erario
El asunto aquí es que la agenda parece ser una telenovela, y mientras pasan estas simpáticas francachelas, como diría don Paco, la ciudad se pudre.
El problema es que están tan ocupados peleándose por la poca carne que queda en los desnudos huesos del erario, que se olvidan de aquella bella cosa llamada planeación.
Y alto señores: mientras ustedes se desgastan peleándose por un saco de nuestros billetes sin invitarnos a la discusión, las banquetas se siguen deteriorando, el tránsito sigue matando ciclistas, las ciclovías no se construyen solas y los pasos a desnivel se siguen inundando.
Ah, y a ver cuándo, en lugar de decirse de groserías, se ponen a llevar el espantoso cableado eléctrico bajo tierra para dejar de podar árboles. Porque francamente no es tan difícil, sobre todo si se toma en cuenta que se la pasan boqueteando calles con toda clase de pretextos para seguir robando. Digo, perdón, para vivir mejor.
Y a ver si le hacen caso a los vecinos de Plaza del Sol, que hace rato mejoraron la técnica del pavimento soluble (que ustedes usan en la Perla de Occidente y de los baches) para ofrecernos el resistente pavimento permeable y ecológico que le hace bien a los mantos acuíferos subterráneos y ayuda bastante en el asunto de la eterna inundación tapatía.
O ya por lo menos hagan el puente atirantado, ese famoso en López Mateos, reconozcan su absoluta incapacidad y hagan un lago artificial.
La ciudad tiene temas urgentes, problemas serios de contaminación, de movilidad, de agua potable. Problemas que deben resolverse de inmediato y que requieren de la cooperación de todos los actores en una agenda que no esté marcada por el capitulado probable de una telenovela mala y predecible, sino por el desarrollo de proyectos viables y sustentables que no sean electoreros y que puedan durar más de un sexenio.
El Estado de Jalisco requiere de redes de comunicación, trenes de cercanías e infraestructura, no de cotos. Desafortunadamente, aquí, en la ciudad, nuestras altas autoridades están muy ocupadas peleando por las migajas del mañana que se empeñan en dilapidar.
Síguenos en