Jalisco
Menor de edad, victimado en Hostotipaquillo
Un joven de 16 años muere de un balazo a manos de cuatro hombres
HOSTOTIPAQUILLO, JALISCO (24/JUN/2013).- Un menor de 16 años de edad murió de un balazo en un rancho de la Región Valles, a manos de cuatro hombres; el motivo, la disputa de tierras para el uso agrícola.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 10:25 horas de este lunes, en el rancho conocido como Tazote y Carbonera ubicado en el poblado de Guadalupe de la Labor, donde fue herido de gravedad Oswaldo Saúl Caldera Corona, de 16 años de edad; era elemento voluntario de la Unidad de Protección Civil Municipal.
Las autoridades explicaron que la víctima, estudiante de preparatoria, se encontraba en el rancho de su papá sembrando maíz, cuando llegaron cuatro hombres armados.
En un momento dado el grupo de personas comenzaron a discutir por problemas de tierras, cuando uno de los individuos armados le disparó con una retrocarga del calibre .12 a Oswaldo.
"Él (agresor) le dijo (a la víctima y a su papá) qué por qué estaban sembrando maíz, así nada más, y les dijo que los iba a matar a todos, y así nada más le disparó a Oswaldo", relató un elemento de la Policía Municipal.
El abuelo de la víctima, explicó estaban trabajando la tierra, cuando llegaron las cuatro personas de las cuales dos no conocía, sin embargo, las otras dos las identificó como padre e hijo ambos tienen el nombre de Alfredo Altamirano.
Explicó que el pleito entre ambas familias es presuntamente porque los Altamiranos se quieren apoderar de las tierras de los Calderas.
“Ellos armados y nosotros sin nada. El muchacho (Oswaldo) estaba arriba (en la parte trasera de una camioneta), y nos amenazaron, y el papá del muchacho, una vez que se lo mataron, les dijo (a los agresores) pues que jalaran (que dispararan), pero ya no lo hicieron y se fueron”, dijo Pablo Caldera, abuelo del menor fallecido.
Tras esto, Oswaldo fue llevado a la Unidad de Protección Civil Municipal para que recibiera atenciones prehospitalarias, pero falleció en el camino debido a que recibió el impacto de bala en el corazón.
Posteriormente, acudió un agente del Ministerio Público y personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) para levantar el cuerpo del menor fallecido e iniciar con las investigaciones del caso.
Voluntario de Protección Civil Municipal
Oswaldo Saúl Caldera Corona, de 16 años, era miembro voluntario de la Unidad de Protección Civil y Bomberos, y tenía importantes participaciones en atenciones en accidentes e incendios en el municipio de Hostotipaquillo.
El menor tenía un aproximado de cinco meses en la corporación, e ingresó cuando la dependencia municipal solicitaba gente voluntaria para atenciones a la ciudadanía debido a la escases de personal.
Policía Municipal con escases de armas de fuego
Los 30 policías pertenecientes a la Dirección de Seguridad Pública de Hostotipaquillo, sólo cuentan con 14 arma de fuego y en mal estado.
De acuerdo con policías entrevistados, coincidieron que la corporación tiene seis revólver del calibre .38 Especial, cinco escopetas del calibre .12 y tres fusiles AR-15, además que los chalecos antibalas, ya están caducados.
“Pues está difícil, combatir la delincuencia con ese armamento, no se puede, es más creo que a pedradas podríamos hacer más daño, sólo vemos pasar a los grupos de sicarios y mejor los saludamos, pues así, no se puede”, dijo un policía en anonimato.
Agregó otro elemento, que los elementos de la Comisaría de Seguridad Pública del Estado, acuden de manera regular, pero cuando llegan, los miembros de algún cártel ya se retiraron o se escondieron.
Un comerciante de las calles aledañas al edificio del Ayuntamiento Municipal, explicó que hace un aproximado de tres meses, un expendio de cerveza y una farmacia fueron incendiados de manera intencional por sicarios ya que, presuntamente, los dueños de los locales les fueron exigidos el “pago de plaza”, pero se negaron.
Como en su “casa”
Por el asesinato del menor Oswaldo, se entrevistó a tres familias de la cabecera municipal de Hostotipaquillo, quienes informaron que es normal el paso de grupos de sicarios en la zona, y que estos no son molestados.
“Si pasan, hombres en cinco o siete camionetas, armados y a veces con el rostro tapado, uno son de aquí de Hosto, otro de Magdalena y de Tequila, es gente de esta zona, pero cuando llegan principalmente a las pueblitos se vuelven fantasmas”, dijo María vecina de Hostotipaquillo.
La mujer agregó que la presencia de los pistoleros sólo provoca incertidumbre entre la población, y que únicamente tienen confianza en repórtalos al Ejército Mexicano, porque la Policía Local no hace nada y los policías estatales, siempre cuando llegan los sicarios, ya se fueron.
“Cuando viene el Ejército, siempre se escucha las balaceras allá adentro de la sierra, y las cosas se calman un buen rato, pero cuando llegan los policías estatales, los sicarios ya no están, siempre les avisan”, dijo María.
Grupos que operan en la Región Valles
En los municipios de Tequila, Magdalena y Hostotipaquillo, además de ser conocidos por la venta del Tequila, las minas de ópalo, y de recorrido de grupos motorizados, también son identificados por la presencia de grupos armados.
En Hostotipaquillo operan miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación, de Los Zetas y del cártel del Golfo, quienes se disputan el tráfico de drogas, y compran la mariguana que se cultiva en esa zona.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 10:25 horas de este lunes, en el rancho conocido como Tazote y Carbonera ubicado en el poblado de Guadalupe de la Labor, donde fue herido de gravedad Oswaldo Saúl Caldera Corona, de 16 años de edad; era elemento voluntario de la Unidad de Protección Civil Municipal.
Las autoridades explicaron que la víctima, estudiante de preparatoria, se encontraba en el rancho de su papá sembrando maíz, cuando llegaron cuatro hombres armados.
En un momento dado el grupo de personas comenzaron a discutir por problemas de tierras, cuando uno de los individuos armados le disparó con una retrocarga del calibre .12 a Oswaldo.
"Él (agresor) le dijo (a la víctima y a su papá) qué por qué estaban sembrando maíz, así nada más, y les dijo que los iba a matar a todos, y así nada más le disparó a Oswaldo", relató un elemento de la Policía Municipal.
El abuelo de la víctima, explicó estaban trabajando la tierra, cuando llegaron las cuatro personas de las cuales dos no conocía, sin embargo, las otras dos las identificó como padre e hijo ambos tienen el nombre de Alfredo Altamirano.
Explicó que el pleito entre ambas familias es presuntamente porque los Altamiranos se quieren apoderar de las tierras de los Calderas.
“Ellos armados y nosotros sin nada. El muchacho (Oswaldo) estaba arriba (en la parte trasera de una camioneta), y nos amenazaron, y el papá del muchacho, una vez que se lo mataron, les dijo (a los agresores) pues que jalaran (que dispararan), pero ya no lo hicieron y se fueron”, dijo Pablo Caldera, abuelo del menor fallecido.
Tras esto, Oswaldo fue llevado a la Unidad de Protección Civil Municipal para que recibiera atenciones prehospitalarias, pero falleció en el camino debido a que recibió el impacto de bala en el corazón.
Posteriormente, acudió un agente del Ministerio Público y personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) para levantar el cuerpo del menor fallecido e iniciar con las investigaciones del caso.
Voluntario de Protección Civil Municipal
Oswaldo Saúl Caldera Corona, de 16 años, era miembro voluntario de la Unidad de Protección Civil y Bomberos, y tenía importantes participaciones en atenciones en accidentes e incendios en el municipio de Hostotipaquillo.
El menor tenía un aproximado de cinco meses en la corporación, e ingresó cuando la dependencia municipal solicitaba gente voluntaria para atenciones a la ciudadanía debido a la escases de personal.
Policía Municipal con escases de armas de fuego
Los 30 policías pertenecientes a la Dirección de Seguridad Pública de Hostotipaquillo, sólo cuentan con 14 arma de fuego y en mal estado.
De acuerdo con policías entrevistados, coincidieron que la corporación tiene seis revólver del calibre .38 Especial, cinco escopetas del calibre .12 y tres fusiles AR-15, además que los chalecos antibalas, ya están caducados.
“Pues está difícil, combatir la delincuencia con ese armamento, no se puede, es más creo que a pedradas podríamos hacer más daño, sólo vemos pasar a los grupos de sicarios y mejor los saludamos, pues así, no se puede”, dijo un policía en anonimato.
Agregó otro elemento, que los elementos de la Comisaría de Seguridad Pública del Estado, acuden de manera regular, pero cuando llegan, los miembros de algún cártel ya se retiraron o se escondieron.
Un comerciante de las calles aledañas al edificio del Ayuntamiento Municipal, explicó que hace un aproximado de tres meses, un expendio de cerveza y una farmacia fueron incendiados de manera intencional por sicarios ya que, presuntamente, los dueños de los locales les fueron exigidos el “pago de plaza”, pero se negaron.
Como en su “casa”
Por el asesinato del menor Oswaldo, se entrevistó a tres familias de la cabecera municipal de Hostotipaquillo, quienes informaron que es normal el paso de grupos de sicarios en la zona, y que estos no son molestados.
“Si pasan, hombres en cinco o siete camionetas, armados y a veces con el rostro tapado, uno son de aquí de Hosto, otro de Magdalena y de Tequila, es gente de esta zona, pero cuando llegan principalmente a las pueblitos se vuelven fantasmas”, dijo María vecina de Hostotipaquillo.
La mujer agregó que la presencia de los pistoleros sólo provoca incertidumbre entre la población, y que únicamente tienen confianza en repórtalos al Ejército Mexicano, porque la Policía Local no hace nada y los policías estatales, siempre cuando llegan los sicarios, ya se fueron.
“Cuando viene el Ejército, siempre se escucha las balaceras allá adentro de la sierra, y las cosas se calman un buen rato, pero cuando llegan los policías estatales, los sicarios ya no están, siempre les avisan”, dijo María.
Grupos que operan en la Región Valles
En los municipios de Tequila, Magdalena y Hostotipaquillo, además de ser conocidos por la venta del Tequila, las minas de ópalo, y de recorrido de grupos motorizados, también son identificados por la presencia de grupos armados.
En Hostotipaquillo operan miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación, de Los Zetas y del cártel del Golfo, quienes se disputan el tráfico de drogas, y compran la mariguana que se cultiva en esa zona.
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