Jalisco
'Me imaginé que era un asalto'
El chofer de una de las unidades del transporte público incendiada, narra cómo se dieron los hechos y la manera en que operan los delincuentes
GUADALAJARA, JALISCO (26/AGO/2012).- “Otro asalto”, es lo que pensó el operador de la unidad de la ruta 619 que fue incendiada y utilizada para bloquear la Carretera a Chapala, a la altura del Hotel Tapatío, al escuchar los gritos de la decena de pasajeros que viajaban en la unidad y ver al sujeto que le apuntaba con un arma de fuego mientras conducía.
Miedo, mucho temor del posible daño que pudieran causarle a él y a los pasajeros, es lo que sintió el operador; también desconcierto. En el momento no entendía cuál era la pretensión de los tres sujetos al ordenarle que atravesara la unidad a lo ancho de la vía.
No obedeció de inmediato, relata, era riesgoso, podría provocar un accidente, ya que por los espejos retrovisores observó a vehículos transitando a alta velocidad detrás de la unidad.
“Como no pude hacerlo al momento, empezó a golpearme con el puño y la cacha en el cuello. Es una vía de acceso rápido (Carretera a Chapala), entonces lo que hice me pasé al segundo carril y le di poquita vuelta a las llantas, y fue lo que quedó así el camión obstruyendo dos carriles”.
La siguiente orden fue que abriera las puertas y descendiera junto con todos los ocupantes de la unidad. El sujeto que lo apuntaba con la pistola “se baja atrás de nosotros y nos grita que no volteemos hacia atrás. Ya cuando volteamos se habían quedado arriba los otros dos acompañantes, son los que le prenden fuego al camión. Al momento que avientan lo que traían en las bolsas (desconoce el contenido), se bajan y corren en dirección hacia Chapala, unos metros adelante estaba una camioneta blanca esperándolos, se subieron y se fueron”, recuerda.
Luego de bajar de la unidad, habían avanzado unos cuatro pasos cuando se percataron de que la unidad ya estaba ardiendo en llamas.
El operador menciona que se quedó como a cinco metros de la unidad, sintiendo impotencia de no poder hacer nada al ver arder la herramienta de su trabajo, el sustento de su familia compuesta de cinco miembros. Aunque, por otra parte, sintió alivio por no haber sufrido una agresión física de gravedad y que todos los pasajeros estuvieran a salvo.
A pesar de haber sido víctima ya de dos asaltos previamente, uno con arma de fuego y otro con un cuchillo, nada lo alertó de que los tres sujetos de entre 30 y 33 años que abordaron con normalidad la unidad en Carretera a Chapala en el cruce con Emiliano Zapata, fueran delincuentes; sólo llevaban una bolsa de plástico de agarradera de esas comunes. No tenían cubierto el rostro, ni siquiera usaban gafas ni cachuchas; abordaron la unidad y pagaron el importe del pasaje.
“Pagan su pasaje normal y al momento de que me pagan les doy sus boletos y se van para atrás. Cuando empiezo a circular bajando la curva, empecé a escuchar gritos a medias del camión, volteo por el espejo, para entonces ya tenía a uno de ellos atrás de mí apuntándome con una pistola y diciéndome que atravesara la unidad sobre todos los carriles”.
Pasaron al menos 30 minutos antes de que alguna autoridad llegara al lugar donde la unidad ardía en llamas. Los primeros en arribar fueron policías de Tlaquepaque, una patrulla; luego, una unidad de Protección Civil y Bomberos también de la Villa Alfarera acudió al sitio. Para él fue una reacción tardía la que tuvieron las autoridades.
Ocho años son los que el chofer tiene recorriendo las calles de la ciudad conduciendo una unidad de transporte público, tiene en su haber dos asaltos y el incidente del que fue víctima ayer. Por cierto, uno de los robos se perpetró en la misma zona de Carretera a Chapala, son frecuentes los actos delictivos en el área, comenta.
FRASE
"Fue en instantes, en segundos, nomás dimos tres o cuatros pasos, uno o dos segundo, volteamos y ya estaba el camión ardiendo "
Operador de la unidad siniestrada de la ruta 619
CRONOLOGÍA
Con la de ayer, son cuatro jornadas de bloqueos han marcado a la ciudad en los últimos dos años. El más grave fue el de marzo de 2012, donde hubo dos muertos y 16 puntos de conflicto.
16 de enero de 2011
La noche de este domingo se dio el primer bloqueo luego de una balacera en la Carretera a Chapala, donde los delincuentes hicieron un bloqueo carretero con un camión repartidor de refrescos y otros cuatro vehículos. Poco después, dos agentes de Vialidad fueron tiroteados en el Periférico Sur, a la altura del ITESO. Ese día también se encontró una camioneta tipo van de la marca Nissan, con placas JHD-8825, dañada por granadazos y una pick up blanca Nissan, con la pintura quemada por la radiación del fuego.
1 de febrero de 2011
A partir de las 21:00 horas, una intensa movilización de policías se registró en toda la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) debido a que de manera simultánea se registraron diversos bloqueos en las principales avenidas de la ciudad, en donde se utilizaron autos compactos y camiones de pasajeros. Además detonaron una granada en un módulo policial de Tonalá. El resultado fue de tres menores retenidos, dos lesionados e igual número de hombres detenidos.
Expertos consultados por este diario acreditaron que la razón de los bloqueos se debió a la extradición del narcotraficante Óscar “Lobo” Valencia (consumada el 30 de enero de 2011), vinculado con el cártel del Sinaloa y al grupo autodenominado “La Resistencia” que opera en Jalisco.
10 de marzo de 2012
Dieciocho personas arrestadas, dos muertos, 25 vehículos secuestrados, 16 puntos con incendios o ataques de otro tipo, dos bloqueos al tráfico y una ciudad alarmada. El agitado viernes que vivieron la Zona Metropolitana de Guadalajara y otros municipios de Jalisco tuvo ese saldo en la más larga jornada de ataques provocados por el crimen organizado que ha vivido el Estado en el sexenio. La cadena de sucesos comenzó después de las 13:00 horas con un operativo militar en la Colonia Lomas Altas de Zapopan, en donde fueron detenidos dos líderes del grupo criminal llamado cartel de Jalisco Nueva Generación. Esto desató los bloqueos e incendios de vehículos en la ciudad y fuera de ella. Todo indica que fue una serie de represalias a cargo del mismo grupo.
Miedo, mucho temor del posible daño que pudieran causarle a él y a los pasajeros, es lo que sintió el operador; también desconcierto. En el momento no entendía cuál era la pretensión de los tres sujetos al ordenarle que atravesara la unidad a lo ancho de la vía.
No obedeció de inmediato, relata, era riesgoso, podría provocar un accidente, ya que por los espejos retrovisores observó a vehículos transitando a alta velocidad detrás de la unidad.
“Como no pude hacerlo al momento, empezó a golpearme con el puño y la cacha en el cuello. Es una vía de acceso rápido (Carretera a Chapala), entonces lo que hice me pasé al segundo carril y le di poquita vuelta a las llantas, y fue lo que quedó así el camión obstruyendo dos carriles”.
La siguiente orden fue que abriera las puertas y descendiera junto con todos los ocupantes de la unidad. El sujeto que lo apuntaba con la pistola “se baja atrás de nosotros y nos grita que no volteemos hacia atrás. Ya cuando volteamos se habían quedado arriba los otros dos acompañantes, son los que le prenden fuego al camión. Al momento que avientan lo que traían en las bolsas (desconoce el contenido), se bajan y corren en dirección hacia Chapala, unos metros adelante estaba una camioneta blanca esperándolos, se subieron y se fueron”, recuerda.
Luego de bajar de la unidad, habían avanzado unos cuatro pasos cuando se percataron de que la unidad ya estaba ardiendo en llamas.
El operador menciona que se quedó como a cinco metros de la unidad, sintiendo impotencia de no poder hacer nada al ver arder la herramienta de su trabajo, el sustento de su familia compuesta de cinco miembros. Aunque, por otra parte, sintió alivio por no haber sufrido una agresión física de gravedad y que todos los pasajeros estuvieran a salvo.
A pesar de haber sido víctima ya de dos asaltos previamente, uno con arma de fuego y otro con un cuchillo, nada lo alertó de que los tres sujetos de entre 30 y 33 años que abordaron con normalidad la unidad en Carretera a Chapala en el cruce con Emiliano Zapata, fueran delincuentes; sólo llevaban una bolsa de plástico de agarradera de esas comunes. No tenían cubierto el rostro, ni siquiera usaban gafas ni cachuchas; abordaron la unidad y pagaron el importe del pasaje.
“Pagan su pasaje normal y al momento de que me pagan les doy sus boletos y se van para atrás. Cuando empiezo a circular bajando la curva, empecé a escuchar gritos a medias del camión, volteo por el espejo, para entonces ya tenía a uno de ellos atrás de mí apuntándome con una pistola y diciéndome que atravesara la unidad sobre todos los carriles”.
Pasaron al menos 30 minutos antes de que alguna autoridad llegara al lugar donde la unidad ardía en llamas. Los primeros en arribar fueron policías de Tlaquepaque, una patrulla; luego, una unidad de Protección Civil y Bomberos también de la Villa Alfarera acudió al sitio. Para él fue una reacción tardía la que tuvieron las autoridades.
Ocho años son los que el chofer tiene recorriendo las calles de la ciudad conduciendo una unidad de transporte público, tiene en su haber dos asaltos y el incidente del que fue víctima ayer. Por cierto, uno de los robos se perpetró en la misma zona de Carretera a Chapala, son frecuentes los actos delictivos en el área, comenta.
FRASE
"Fue en instantes, en segundos, nomás dimos tres o cuatros pasos, uno o dos segundo, volteamos y ya estaba el camión ardiendo "
Operador de la unidad siniestrada de la ruta 619
CRONOLOGÍA
Con la de ayer, son cuatro jornadas de bloqueos han marcado a la ciudad en los últimos dos años. El más grave fue el de marzo de 2012, donde hubo dos muertos y 16 puntos de conflicto.
16 de enero de 2011
La noche de este domingo se dio el primer bloqueo luego de una balacera en la Carretera a Chapala, donde los delincuentes hicieron un bloqueo carretero con un camión repartidor de refrescos y otros cuatro vehículos. Poco después, dos agentes de Vialidad fueron tiroteados en el Periférico Sur, a la altura del ITESO. Ese día también se encontró una camioneta tipo van de la marca Nissan, con placas JHD-8825, dañada por granadazos y una pick up blanca Nissan, con la pintura quemada por la radiación del fuego.
1 de febrero de 2011
A partir de las 21:00 horas, una intensa movilización de policías se registró en toda la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) debido a que de manera simultánea se registraron diversos bloqueos en las principales avenidas de la ciudad, en donde se utilizaron autos compactos y camiones de pasajeros. Además detonaron una granada en un módulo policial de Tonalá. El resultado fue de tres menores retenidos, dos lesionados e igual número de hombres detenidos.
Expertos consultados por este diario acreditaron que la razón de los bloqueos se debió a la extradición del narcotraficante Óscar “Lobo” Valencia (consumada el 30 de enero de 2011), vinculado con el cártel del Sinaloa y al grupo autodenominado “La Resistencia” que opera en Jalisco.
10 de marzo de 2012
Dieciocho personas arrestadas, dos muertos, 25 vehículos secuestrados, 16 puntos con incendios o ataques de otro tipo, dos bloqueos al tráfico y una ciudad alarmada. El agitado viernes que vivieron la Zona Metropolitana de Guadalajara y otros municipios de Jalisco tuvo ese saldo en la más larga jornada de ataques provocados por el crimen organizado que ha vivido el Estado en el sexenio. La cadena de sucesos comenzó después de las 13:00 horas con un operativo militar en la Colonia Lomas Altas de Zapopan, en donde fueron detenidos dos líderes del grupo criminal llamado cartel de Jalisco Nueva Generación. Esto desató los bloqueos e incendios de vehículos en la ciudad y fuera de ella. Todo indica que fue una serie de represalias a cargo del mismo grupo.
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