Jalisco
Lúgubre escena tras el atentado en gasolinera de Lagos de Moreno
El secretario de Seguridad Pública de Jalisco, Luis Carlos Nájera, atribuye las cinco muertes de policías al grupo de “Los Zetas”
LAGOS DE MORENO, JALISCO.- Tras recibir el informe sobre un atentado perpetrado la noche del miércoles a manos de un grupo armado en la carretera Guadalajara-Lagos de Moreno, en el cual perecieron cinco elementos de la policía a manos de los presuntos sicarios que los atacaron con una fuerte ráfaga de tiros; el secretario de
Seguridad Pública del Estado, Luis Carlos Nájera, dio una breve explicación a los medios de cómo es que se pudo haber efectuado el lamentable suceso.
“En efecto, cinco de nuestros miembros murieron gracias a que se detonaron nueve de diez granadas antipersonales y de fragmentación; ya que una de ellas no logró explotar”.
Y es que, en el lugar de los hechos, el panorama luce desolador. Un extenso cerco policiaco mantiene expectantes a las personas que se encuentran presentes. La vigilancia se ha extremado a tal grado que, en un punto crítico de la noche, los automovilistas que regresaban del punto en que se dio el atentado sufrieron serias demoras tras el fuerte dispositivo que se puso en marcha para localizar a los culpables.
“Hemos establecido un fuerte cerco, el cual se ha puesto en práctica de manera inmediata para dar con los responsables (…) tenemos idea de que podría tratarse del grupo de sicarios del Cártel del Golfo, los Zetas…”
En el sitio –impregnado de un inextinguible aroma a pólvora– yacían los cuerpos inertes de los cinco elementos caídos, quienes fueron retirados por personal del Servicio Médico Forense. Además, un gran número de elementos pertenecientes a diversas corporaciones; así como activos del Ejército Mexicano resguardaban con celo la gasolinera; misma que contaba con, por lo menos, ocho automóviles afectados por las explosiones ocasionadas; uno de ellos se encontraba completamente deshecho.
En el lugar quedó como prueba de la brutalidad con que actuaron los sicarios, un inmueble repleto de agujeros; “…aproximadamente se han encontrado 850 casquillos en el lugar”
Las armas utilizadas por los sicarios, además de las citadas granadas –antipersonales y de fragmentación– fueron fusiles AR-15; así como AK-47; también conocidos como “cuernos de chivo”.
En lo que respecta a los miembros de la corporación que murieron a manos de los sicarios; no se han dado a conocer los nombres. No obstante, uno de los tres elementos que salieron con vida del ataque, y quien ha sido el único diagnosticado como estable, ya se ha entrevistado con el jefe policiaco.
“Mencionó que estaban efectuando una revisión precautoria a las personas que se encontraban en el automóvil, puesto que el automóvil en que viajaban lucía sospechoso, cuando uno de ellos realizó una breve llamada por su teléfono celular; tras lo cual arribaron por lo menos, 15 individuos, quienes abrieron fuego sin darles oportunidad de repeler la agresión”
Se presume que el grupo de sicarios se dio a la fuga en, al menos, cuatro vehículos, tomando como rutas de escape, las carreteras de Guanajuato y San Luis Potosí.
Hasta el momento se localizaron abandonados en las cercanías del lugar de los hechos dos vehículos que presumiblemente participaron en el tiroteo.
Se trata de un Tsuru II en color gris que tiene los cristales quebrados y huellas de sangre en su interior, además que se aprecia un sobre que indica contener escrituras de una notaría de Aguascalientes.
Asimismo se localizó en la carretera Ojuelos a Lagos de Moreno una Suburban azul blindada en cuyo interior se aseguraron cajas de cartuchos de armas de fuego y casquillos de grueso calibre.
EL INFORMADOR / Isaack de Loza
“En efecto, cinco de nuestros miembros murieron gracias a que se detonaron nueve de diez granadas antipersonales y de fragmentación; ya que una de ellas no logró explotar”.
Y es que, en el lugar de los hechos, el panorama luce desolador. Un extenso cerco policiaco mantiene expectantes a las personas que se encuentran presentes. La vigilancia se ha extremado a tal grado que, en un punto crítico de la noche, los automovilistas que regresaban del punto en que se dio el atentado sufrieron serias demoras tras el fuerte dispositivo que se puso en marcha para localizar a los culpables.
“Hemos establecido un fuerte cerco, el cual se ha puesto en práctica de manera inmediata para dar con los responsables (…) tenemos idea de que podría tratarse del grupo de sicarios del Cártel del Golfo, los Zetas…”
En el sitio –impregnado de un inextinguible aroma a pólvora– yacían los cuerpos inertes de los cinco elementos caídos, quienes fueron retirados por personal del Servicio Médico Forense. Además, un gran número de elementos pertenecientes a diversas corporaciones; así como activos del Ejército Mexicano resguardaban con celo la gasolinera; misma que contaba con, por lo menos, ocho automóviles afectados por las explosiones ocasionadas; uno de ellos se encontraba completamente deshecho.
En el lugar quedó como prueba de la brutalidad con que actuaron los sicarios, un inmueble repleto de agujeros; “…aproximadamente se han encontrado 850 casquillos en el lugar”
Las armas utilizadas por los sicarios, además de las citadas granadas –antipersonales y de fragmentación– fueron fusiles AR-15; así como AK-47; también conocidos como “cuernos de chivo”.
En lo que respecta a los miembros de la corporación que murieron a manos de los sicarios; no se han dado a conocer los nombres. No obstante, uno de los tres elementos que salieron con vida del ataque, y quien ha sido el único diagnosticado como estable, ya se ha entrevistado con el jefe policiaco.
“Mencionó que estaban efectuando una revisión precautoria a las personas que se encontraban en el automóvil, puesto que el automóvil en que viajaban lucía sospechoso, cuando uno de ellos realizó una breve llamada por su teléfono celular; tras lo cual arribaron por lo menos, 15 individuos, quienes abrieron fuego sin darles oportunidad de repeler la agresión”
Se presume que el grupo de sicarios se dio a la fuga en, al menos, cuatro vehículos, tomando como rutas de escape, las carreteras de Guanajuato y San Luis Potosí.
Hasta el momento se localizaron abandonados en las cercanías del lugar de los hechos dos vehículos que presumiblemente participaron en el tiroteo.
Se trata de un Tsuru II en color gris que tiene los cristales quebrados y huellas de sangre en su interior, además que se aprecia un sobre que indica contener escrituras de una notaría de Aguascalientes.
Asimismo se localizó en la carretera Ojuelos a Lagos de Moreno una Suburban azul blindada en cuyo interior se aseguraron cajas de cartuchos de armas de fuego y casquillos de grueso calibre.
EL INFORMADOR / Isaack de Loza
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