Jalisco
Los periodistas
'Ahí radica el verdadero poder de los medios masivos: son capaces de redefinir la normalidad'. Michael Medved
GUADALAJARA, JALISCO (06/DIC/2014).- Los periodistas es el nombre de una de las más aclamadas obras de Vicente Leñero, que ahora viene a colación con la noticia reciente de su fallecimiento como una invitación a reflexionar sobre la labor que realizan estos hombres y mujeres que, lápiz y libreta en mano, se constituyen en los ojos (tal vez únicos) que tiene la sociedad sobre sí misma.
La labor del periodista en México sigue siendo una de las más peligrosas. En la última década han sido asesinados más de 80 periodistas y desaparecido más de 17. Además de que cada vez sabemos más de las recurrentes amenazas de que son víctimas por ejercer su trabajo, e incluso de la necesidad que tienen de exiliarse en otros países para proteger a sus familias.
Más allá de lo heroico que sin duda suena y es la labor que cumplen, es urgente aprender a valorar aquello que realizan en sus espacios cotidianos. Lydia Cacho, también aclamada periodista mexicana, enriquece con su propio testimonio esta reflexión. A través de sus libros Los demonios del Edén y Esclavas del poder, podemos conocer los riesgos a los que se expone una persona que, por vocación y por oficio, decide indagar y poner nombre y rostro a las atrocidades que ocurren todos los días más cerca de lo que imaginamos.
Sin duda Lydia Cacho y Vicente Leñero son la punta de un iceberg, ejemplos de los vaivenes a los que se enfrentan quienes tienen esta vocación. Lo que es seguro es que no son las únicas historias de esfuerzo, talento y valentía que existen. Sin duda detrás de las letras que inundan un periódico, una revista y hasta un blog, están las vidas de hombres y mujeres apasionados por contar historias, por tejer con sus plumas los entresijos de nuestra sociedad, de nuestra vida cotidiana, con todos los claroscuros que ello implica.
Judith Hermosillo Lozano
ECOS DEL DEBATE
“Los periodistas como actores de cambio en México”
“Hoy en día los periodistas juegan un papel fundamental en la sociedad. Ser periodista es una forma de escalar posiciones en la sociedad, de manipular situaciones y de alcanzar fines no siempre benéficos para los hombres y el mundo, sin embargo hay un sinnúmero de periodistas que se han encargado de hacer un cambio positivo en el pensamiento de la sociedad para que esta abra los ojos a la realidad y se haga un cambio en el pensamiento y el actuar de las personas”.
Margarita Morales
“El papel, pero sobre todo la influencia, que ejercen los periodistas en la sociedad puede determinarse a partir del contexto local en el que se sitúan. En escenarios donde la democracia comienza, se encuentra en vías de consolidación, su influencia es sumamente relevante para la formación de una ciudadanía más crítica, responsable, pero sobre todo activa en la vida pública”.
Rafael Curiel Estrada
COMPARTE
De viva voz, los líderes sociales comparten algunas de sus experiencias
Una mujer mexicana que intenta ser congruente todos los días y ama su trabajo
Desde niña sabía lo que quería, le encantaba escribir, hablar con la gente, especialmente con las personas adultas, escucharlas y sentarse en las conversaciones con su madre y con las mujeres con las que ella trabajaba. Su mamá era psicóloga y activista. Sí, hace exactamente lo que siempre quiso hacer.
Durante su trayectoria, como todos los seres humanos, ha tenido momentos definitorios que la encaminaron a encontrar su vocación, no solo del oficio periodístico y la escritura, sino también con el tema de género.
“A lo largo de toda la existencia tenemos pequeños momentos en los que descubrimos ciertas habilidades nuestras o sentimos que maduraron. Y son ciclos en los que me parece que te vas redescubriendo. Yo tengo muy claro que la primera vez que decidí defender los derechos de las mujeres tenía que ver con defender mis derechos propios, cuando era adolescente, en primero de secundaria.”
Una situación durante la preparatoria, donde defendió a una compañera al ser agredida, aunque no de la mejor manera, comprende ahora, así como una discusión con su madre, fueron momentos que le permitieron entender que debía desarrollar esas herramientas que tuvieran mucho más que ver con la inteligencia y la estrategia que con la violencia.
Y te encontraste con las letras en ese camino…
Lydia comenta que en algún momento pensó en estudiar psicología como su mamá, porque descubrió que tenía la habilidad de escuchar a las personas, de ayudarles para que elaboraran ideas, pero al final no fue psicología, fue periodismo, aunque el periodismo tiene mucho de psicología, tienes que establecer vínculos de confianza con la gente para poder entrevistarla, según nos explica la periodista.
En este andar ¿qué ha sido lo más difícil y lo más fácil?
“Probablemente lo más difícil en su momento fue la primera vez que yo recibí amenazas de muerte, que fue dos años antes de publicar Demonios del Edén, cuando estaba escribiendo de trata de mujeres y violencia de mujeres en Cancún. Fue la primera vez que me enfrenté a la violencia”
Por otro lado comenta que lo más fácil fue tomar la decisión, sin importar lo poco que le pagaran en el periodismo, ni lo poco que los editores valoraron su trabajo, siempre que la publicaran, tenía la convicción de que iba a seguir escribiendo.
— ¿Qué es más peligroso, la ignorancia o la indiferencia de las personas?
— Considera que la ignorancia es uno de los componentes de la indiferencia. Es decir, la indiferencia puede tener varios rostros: puede ser por agotamiento.
“Somos un país que ha vivido sometido a la violencia durante tantos años que, no solamente personas como individuos sino comunidades enteras viven con estrés postraumático, y éste se convierte en una carga brutal.”
Por su trabajo, viaja mucho por todo el país, y en sus encuentros con personas de diversas índoles, estudiantes, en universidades, con adultos en cámaras de comercio, con empresarios, la gran mayoría de personas con las que habla sobre todos estos temas de derechos humanos y de trata, están verdaderamente conmovidas y preocupadas, es decir, ella no ve, cuando camina por su país, una sociedad que sea indiferente y cínica; en cambio, ve a una sociedad emocionalmente desgastada, y a veces abrumada con la sensación de que no necesariamente se tienen las herramientas para cambiar las cosas.
Y en este entresijo entre la persona y la estructura, en el que la persona quizá se siente abrumada y piensa que no puede cambiar a la estructura, quizá lo que nos queda es el aspecto cotidiano, ahí donde el sujeto tiene capacidad de agencia. ¿Qué cosas de todos los días, pequeñitas, puede hacer alguien entonces para construir paz?
“Mucha gente lo repite y hay la misma cantidad de gente que se burla de estas recomendaciones pero son esenciales, es decir, la corrupción… es un asunto cultural en México”
Lydia nos comenta que son elecciones cotidianas, todo el tiempo se están tomando decisiones. La manera en que cruzamos las calles, la manera en que conducimos, la manera en que tratamos a los peatones. Considera que sí pasa necesariamente esta acción cotidiana por mirarnos a los ojos los unos y otros. Es decir, son esos momentos de detenerse a mirar la humanidad de los otros.
Sin dejar de lado el juzgar a los políticos cuando se equivocan, y tratar de llevarlos frente a la justicia cuando es necesario, sin duda eso es importantísimo, nos comenta.
Mensaje para los jóvenes:
Elijan alguien a quien admiren y piensen ¿cómo puedo convertirme en alguien como esta persona? Eso es importante, porque somos muy buenos para identificar la maldad, la crueldad, pero de pronto se nos olvida que es mucho más fácil identificar la bondad y la inspiración. Yo siempre he admirado y me he sentido inspirada por muchos hombres y mujeres y pienso, me gustaría hacer esto, o escribir como él o como ella, y siempre estoy aspirando a aprender de las y los demás y yo creo que esa es la tarea más importante, aprender a mirar lo mejor de las personas e intentar convertirnos en quienes admiramos.
PERFIL
Lydia Cacho
Lydia Cacho es una periodista, feminista y activista de derechos humanos de las mujeres.
Forma parte de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género. Ha publicado obras como: Los demonios del Edén (2005), Con mi hija no (2008), Esclavas del poder (2010), entre otras.
VOLUNTADES
Historias de éxito que trascienden
Vicente Leñero. El hombre de las letras (1933-2014)
No solamente el periodismo extrañará la brillante pluma de Vicente Leñero, también lo harán el cine y el teatro, quienes a partir del pasado 3 de diciembre quedaron huérfanos a causa de la muerte del escritor tapatío.
Vicente Leñero deja tras de sí una excelsa carrera en el mundo cultural y de las letras en México. Fue maestro de varias generaciones de periodistas e inició su carrera como escritor con la publicación del volumen de relatos La polvareda (1958), después del cual vinieron las novelas La voz adolorida (1961), Los albañiles (1963), Estudio Q (1965), El garabato (1967), Redil de Ovejas (1973) y Los periodistas (1978).
Además, de 1972 a 1976 dirigió el semanario de Excélsior llamado Revista de Revistas, a través del cual conoció al también periodista Julio Scherer García con quien fundaría más tarde el semanario Proceso, del cual fue subdirector durante 20 años.
Su estilo narrativo fue siempre directo y muy crítico. Aún en sus trabajos como guionista, dramaturgo o literato se notaba una fuerte influencia periodística, asomada con rostro de crítica.
Como dramaturgo destacan sus obras Pueblo rechazado (1968), El juicio (1972), Alicia tal vez (1980), Nadie sabe nada (1988) y El infierno (1991). Mientras que el cine se queda con títulos como Los de abajo (1978), El callejón de los milagros (1995), La ley de Herodes (1999), El crimen del padre Amaro (2002) y El atentado (2010), bajo su autoría.
Irremplazable vacío el de su ausencia para las letras en nuestro país. Descanse en paz, el Maestro Vicente Leñero, el eterno periodista.
10 NOTAS POSITIVAS
1. Zapopan vigilará respeto de espacios para discapacitados.
2. Niña de San Martín Hidalgo gana Olimpiada del Conocimiento Nacional.
3. Entregan equipo de cómputo a estudiantes discapacitados en Jalisco.
4. México cerrará el año como líder de vehículos en América Latina
5. Firman convenio para proteger la Denominación de Origen del Tequila.
6. Se calcula el valor del trabajo voluntario en México en 62 mil MDP: Inegi
7. México acogerá en 2016 cumbre sobre el cambio climático.
8. Bloguera tapatía finalista en los Google Business Group
9. Desarrollan en México chip para detectar el cáncer de mama.
10. Llegará a México Festival Internacional de Clown.
Mar Adentro Propone
Para leer…
Sexo y amor en tiempos de crisis, es el nuevo libro de Lydia Cacho que, no obstante lo divertido de su contenido, también guarda un estricto rigor periodístico. En este reportaje de largo aliento, la autora explora las crisis que enfrentan hombres y mujeres en la edad adulta para vivir y expresar su intimidad.
Para saber…
Ser periodista en México no sólo es peligroso sino que también se percibe como tal. Según el informe Parametría, realizado por la organización Artículo 19, el 97% de los mexicanos considera que éste es un oficio de alto riesgo y hasta el 71% se ha enterado de la muerte de algún periodista.
Para conocer…
El Centro Universitario de la Ciénega de la Universidad de Guadalajara y con sede en Ocotlán, oferta la carrera de Periodismo, siendo pionera en la región en preparar a quienes ejercen esta labor. Puedes saber más al (392) 92 5 94 00
La labor del periodista en México sigue siendo una de las más peligrosas. En la última década han sido asesinados más de 80 periodistas y desaparecido más de 17. Además de que cada vez sabemos más de las recurrentes amenazas de que son víctimas por ejercer su trabajo, e incluso de la necesidad que tienen de exiliarse en otros países para proteger a sus familias.
Más allá de lo heroico que sin duda suena y es la labor que cumplen, es urgente aprender a valorar aquello que realizan en sus espacios cotidianos. Lydia Cacho, también aclamada periodista mexicana, enriquece con su propio testimonio esta reflexión. A través de sus libros Los demonios del Edén y Esclavas del poder, podemos conocer los riesgos a los que se expone una persona que, por vocación y por oficio, decide indagar y poner nombre y rostro a las atrocidades que ocurren todos los días más cerca de lo que imaginamos.
Sin duda Lydia Cacho y Vicente Leñero son la punta de un iceberg, ejemplos de los vaivenes a los que se enfrentan quienes tienen esta vocación. Lo que es seguro es que no son las únicas historias de esfuerzo, talento y valentía que existen. Sin duda detrás de las letras que inundan un periódico, una revista y hasta un blog, están las vidas de hombres y mujeres apasionados por contar historias, por tejer con sus plumas los entresijos de nuestra sociedad, de nuestra vida cotidiana, con todos los claroscuros que ello implica.
Judith Hermosillo Lozano
ECOS DEL DEBATE
“Los periodistas como actores de cambio en México”
“Hoy en día los periodistas juegan un papel fundamental en la sociedad. Ser periodista es una forma de escalar posiciones en la sociedad, de manipular situaciones y de alcanzar fines no siempre benéficos para los hombres y el mundo, sin embargo hay un sinnúmero de periodistas que se han encargado de hacer un cambio positivo en el pensamiento de la sociedad para que esta abra los ojos a la realidad y se haga un cambio en el pensamiento y el actuar de las personas”.
Margarita Morales
“El papel, pero sobre todo la influencia, que ejercen los periodistas en la sociedad puede determinarse a partir del contexto local en el que se sitúan. En escenarios donde la democracia comienza, se encuentra en vías de consolidación, su influencia es sumamente relevante para la formación de una ciudadanía más crítica, responsable, pero sobre todo activa en la vida pública”.
Rafael Curiel Estrada
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De viva voz, los líderes sociales comparten algunas de sus experiencias
Una mujer mexicana que intenta ser congruente todos los días y ama su trabajo
Desde niña sabía lo que quería, le encantaba escribir, hablar con la gente, especialmente con las personas adultas, escucharlas y sentarse en las conversaciones con su madre y con las mujeres con las que ella trabajaba. Su mamá era psicóloga y activista. Sí, hace exactamente lo que siempre quiso hacer.
Durante su trayectoria, como todos los seres humanos, ha tenido momentos definitorios que la encaminaron a encontrar su vocación, no solo del oficio periodístico y la escritura, sino también con el tema de género.
“A lo largo de toda la existencia tenemos pequeños momentos en los que descubrimos ciertas habilidades nuestras o sentimos que maduraron. Y son ciclos en los que me parece que te vas redescubriendo. Yo tengo muy claro que la primera vez que decidí defender los derechos de las mujeres tenía que ver con defender mis derechos propios, cuando era adolescente, en primero de secundaria.”
Una situación durante la preparatoria, donde defendió a una compañera al ser agredida, aunque no de la mejor manera, comprende ahora, así como una discusión con su madre, fueron momentos que le permitieron entender que debía desarrollar esas herramientas que tuvieran mucho más que ver con la inteligencia y la estrategia que con la violencia.
Y te encontraste con las letras en ese camino…
Lydia comenta que en algún momento pensó en estudiar psicología como su mamá, porque descubrió que tenía la habilidad de escuchar a las personas, de ayudarles para que elaboraran ideas, pero al final no fue psicología, fue periodismo, aunque el periodismo tiene mucho de psicología, tienes que establecer vínculos de confianza con la gente para poder entrevistarla, según nos explica la periodista.
En este andar ¿qué ha sido lo más difícil y lo más fácil?
“Probablemente lo más difícil en su momento fue la primera vez que yo recibí amenazas de muerte, que fue dos años antes de publicar Demonios del Edén, cuando estaba escribiendo de trata de mujeres y violencia de mujeres en Cancún. Fue la primera vez que me enfrenté a la violencia”
Por otro lado comenta que lo más fácil fue tomar la decisión, sin importar lo poco que le pagaran en el periodismo, ni lo poco que los editores valoraron su trabajo, siempre que la publicaran, tenía la convicción de que iba a seguir escribiendo.
— ¿Qué es más peligroso, la ignorancia o la indiferencia de las personas?
— Considera que la ignorancia es uno de los componentes de la indiferencia. Es decir, la indiferencia puede tener varios rostros: puede ser por agotamiento.
“Somos un país que ha vivido sometido a la violencia durante tantos años que, no solamente personas como individuos sino comunidades enteras viven con estrés postraumático, y éste se convierte en una carga brutal.”
Por su trabajo, viaja mucho por todo el país, y en sus encuentros con personas de diversas índoles, estudiantes, en universidades, con adultos en cámaras de comercio, con empresarios, la gran mayoría de personas con las que habla sobre todos estos temas de derechos humanos y de trata, están verdaderamente conmovidas y preocupadas, es decir, ella no ve, cuando camina por su país, una sociedad que sea indiferente y cínica; en cambio, ve a una sociedad emocionalmente desgastada, y a veces abrumada con la sensación de que no necesariamente se tienen las herramientas para cambiar las cosas.
Y en este entresijo entre la persona y la estructura, en el que la persona quizá se siente abrumada y piensa que no puede cambiar a la estructura, quizá lo que nos queda es el aspecto cotidiano, ahí donde el sujeto tiene capacidad de agencia. ¿Qué cosas de todos los días, pequeñitas, puede hacer alguien entonces para construir paz?
“Mucha gente lo repite y hay la misma cantidad de gente que se burla de estas recomendaciones pero son esenciales, es decir, la corrupción… es un asunto cultural en México”
Lydia nos comenta que son elecciones cotidianas, todo el tiempo se están tomando decisiones. La manera en que cruzamos las calles, la manera en que conducimos, la manera en que tratamos a los peatones. Considera que sí pasa necesariamente esta acción cotidiana por mirarnos a los ojos los unos y otros. Es decir, son esos momentos de detenerse a mirar la humanidad de los otros.
Sin dejar de lado el juzgar a los políticos cuando se equivocan, y tratar de llevarlos frente a la justicia cuando es necesario, sin duda eso es importantísimo, nos comenta.
Mensaje para los jóvenes:
Elijan alguien a quien admiren y piensen ¿cómo puedo convertirme en alguien como esta persona? Eso es importante, porque somos muy buenos para identificar la maldad, la crueldad, pero de pronto se nos olvida que es mucho más fácil identificar la bondad y la inspiración. Yo siempre he admirado y me he sentido inspirada por muchos hombres y mujeres y pienso, me gustaría hacer esto, o escribir como él o como ella, y siempre estoy aspirando a aprender de las y los demás y yo creo que esa es la tarea más importante, aprender a mirar lo mejor de las personas e intentar convertirnos en quienes admiramos.
PERFIL
Lydia Cacho
Lydia Cacho es una periodista, feminista y activista de derechos humanos de las mujeres.
Forma parte de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género. Ha publicado obras como: Los demonios del Edén (2005), Con mi hija no (2008), Esclavas del poder (2010), entre otras.
VOLUNTADES
Historias de éxito que trascienden
Vicente Leñero. El hombre de las letras (1933-2014)
No solamente el periodismo extrañará la brillante pluma de Vicente Leñero, también lo harán el cine y el teatro, quienes a partir del pasado 3 de diciembre quedaron huérfanos a causa de la muerte del escritor tapatío.
Vicente Leñero deja tras de sí una excelsa carrera en el mundo cultural y de las letras en México. Fue maestro de varias generaciones de periodistas e inició su carrera como escritor con la publicación del volumen de relatos La polvareda (1958), después del cual vinieron las novelas La voz adolorida (1961), Los albañiles (1963), Estudio Q (1965), El garabato (1967), Redil de Ovejas (1973) y Los periodistas (1978).
Además, de 1972 a 1976 dirigió el semanario de Excélsior llamado Revista de Revistas, a través del cual conoció al también periodista Julio Scherer García con quien fundaría más tarde el semanario Proceso, del cual fue subdirector durante 20 años.
Su estilo narrativo fue siempre directo y muy crítico. Aún en sus trabajos como guionista, dramaturgo o literato se notaba una fuerte influencia periodística, asomada con rostro de crítica.
Como dramaturgo destacan sus obras Pueblo rechazado (1968), El juicio (1972), Alicia tal vez (1980), Nadie sabe nada (1988) y El infierno (1991). Mientras que el cine se queda con títulos como Los de abajo (1978), El callejón de los milagros (1995), La ley de Herodes (1999), El crimen del padre Amaro (2002) y El atentado (2010), bajo su autoría.
Irremplazable vacío el de su ausencia para las letras en nuestro país. Descanse en paz, el Maestro Vicente Leñero, el eterno periodista.
10 NOTAS POSITIVAS
1. Zapopan vigilará respeto de espacios para discapacitados.
2. Niña de San Martín Hidalgo gana Olimpiada del Conocimiento Nacional.
3. Entregan equipo de cómputo a estudiantes discapacitados en Jalisco.
4. México cerrará el año como líder de vehículos en América Latina
5. Firman convenio para proteger la Denominación de Origen del Tequila.
6. Se calcula el valor del trabajo voluntario en México en 62 mil MDP: Inegi
7. México acogerá en 2016 cumbre sobre el cambio climático.
8. Bloguera tapatía finalista en los Google Business Group
9. Desarrollan en México chip para detectar el cáncer de mama.
10. Llegará a México Festival Internacional de Clown.
Mar Adentro Propone
Para leer…
Sexo y amor en tiempos de crisis, es el nuevo libro de Lydia Cacho que, no obstante lo divertido de su contenido, también guarda un estricto rigor periodístico. En este reportaje de largo aliento, la autora explora las crisis que enfrentan hombres y mujeres en la edad adulta para vivir y expresar su intimidad.
Para saber…
Ser periodista en México no sólo es peligroso sino que también se percibe como tal. Según el informe Parametría, realizado por la organización Artículo 19, el 97% de los mexicanos considera que éste es un oficio de alto riesgo y hasta el 71% se ha enterado de la muerte de algún periodista.
Para conocer…
El Centro Universitario de la Ciénega de la Universidad de Guadalajara y con sede en Ocotlán, oferta la carrera de Periodismo, siendo pionera en la región en preparar a quienes ejercen esta labor. Puedes saber más al (392) 92 5 94 00
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