Jalisco
Los inhalantes, una amenaza de fácil acceso
En promedio, uno de cada 30 jóvenes en Jalisco consume estos solventes, según encuesta escolar del CECAJ
Consejo Estatal Contra las Adicciones (CECAJ) en 2012 admitió que los consume. En el contexto local, los factores que facilitan esta adicción son la accesibilidad y la desinformación, explica Luis Javier Robles Arellano, coordinador del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones del CECAJ.
La encuesta se realizó entre 21 mil 800 personas de entre 12 y 17 años, y es precisamente en este sector de la población donde se ha detectado el mayor consumo de inhalantes por lo fácil y barato que es conseguirlos, dado que son sustancias de uso industrial y se venden como tales, aunque está normado el suministro a menores de edad, comenta Robles Arellano; además, la falta de información se traduce en que los jóvenes ignoran de la magnitud del riesgo de consumo de inhalantes.
Aunque la labor es constante contra esta adicción, no hay que bajar la guardia desde la trinchera de las autoridades, comenta el coordinador; al Ayuntamiento le tocan las medidas para controlar la venta a menores y a la Secretaría de Salud —y al CECAJ, que de ella se desprende—, la prevención en las adicciones.
En conjunto, las dependencias trabajan con visitas en los establecimientos, escuelas y comunidades para informar sobre adicciones y, concretamente, el riesgo de los inhalantes. Se han visitado todos los municipios del Estado con este propósito, comenta Robles Arellano.
SABER MÁS
Un vapor que mata
Los inhalantes tienen la característica peculiar de que a temperatura ambiente se vuelven vapor y, por su origen de hidrocarburos, al introducirlos en el cuerpo se fijan en las células de grasa.
El recorrido comienza por las vías respiratorias: a las células llega un golpe de químicos, lo que provoca endurecimiento gradual de los tejidos. La sustancia viaja también por la sangre y llega al sistema nervioso, en donde altera el estado anímico y sensitivo y provoca alucinaciones.
La llegada de los químicos al sistema nervioso provoca una muerte neuronal temprana, reflejada en dificultad de pensamiento y memoria. También se reduce la respuesta en motricidad y sensibilidad. En caso crónico, los inhalantes causan cáncer en la sangre.
QUÉ DICE LA LEY
Responsabilidades compartidas
La Ley General de Salud mexicana menciona que la prevención y control de uso de inhalantes —y demás sustancias que causen alteraciones mentales o dependencia— le corresponden a la Secretaría de Salud de la Federación, coordinada con otras autoridades.
A los establecimientos que hagan uso de inhalantes como droga o no cumplan con las medidas sanitarias se les aplicarán sanciones administrativas.
Obligaciones de la Secretaría de Salud y los gobiernos estatales:
Controlar la venta de inhalantes a menores de edad.
Vigilar los establecimientos de expendio, para evitar un uso indebido de las sustancias.
Ofrecer atención médica a las personas que hayan consumido inhalantes.
Llevar a cabo campañas de información sobre los daños que provocan estas sustancias.
LA CIFRA
2 pesos puede costar una dosis de inhalante suficiente para que más de una persona experimente los efectos
LA VOZ DEL EXPERTO
Si hay reglamentos, que haya capacidad de aplicarlos
ALBERTO BAYARDO PÉREZ ARCE (Investigador del ITESO)
No sólo se trata de crear leyes y reglamentos para que quede establecida una regulación, sino que las autoridades deben medir su capacidad para hacer que se cumpla y, en el caso del control de la venta de inhalantes, los municipios tendrán que garantizar la inspección, explica el investigador Alberto Bayardo Pérez Arce.
Es un asunto de capacidad institucional, comenta el experto. Y la supervisión municipal va a implicar que la ciudadanía se involucre y que denuncie los lugares donde se venden las sustancias sin los requerimientos necesarios. De otra forma, difícilmente podrá un municipio, por sí solo, llevar una vigilancia minuciosa; aunque hay estrategias, como la de usuarios simulados, en la que la autoridad se hace pasar por civil para detectar la falta.
GUADALAJARA, JALISCO (07/SEP/2013).- Los inhalantes son un daño de fácil alcance en Jalisco; uno de cada 30 jóvenes consultados en la encuesta escolar que realizó el
La encuesta se realizó entre 21 mil 800 personas de entre 12 y 17 años, y es precisamente en este sector de la población donde se ha detectado el mayor consumo de inhalantes por lo fácil y barato que es conseguirlos, dado que son sustancias de uso industrial y se venden como tales, aunque está normado el suministro a menores de edad, comenta Robles Arellano; además, la falta de información se traduce en que los jóvenes ignoran de la magnitud del riesgo de consumo de inhalantes.
Aunque la labor es constante contra esta adicción, no hay que bajar la guardia desde la trinchera de las autoridades, comenta el coordinador; al Ayuntamiento le tocan las medidas para controlar la venta a menores y a la Secretaría de Salud —y al CECAJ, que de ella se desprende—, la prevención en las adicciones.
En conjunto, las dependencias trabajan con visitas en los establecimientos, escuelas y comunidades para informar sobre adicciones y, concretamente, el riesgo de los inhalantes. Se han visitado todos los municipios del Estado con este propósito, comenta Robles Arellano.
SABER MÁS
Un vapor que mata
Los inhalantes tienen la característica peculiar de que a temperatura ambiente se vuelven vapor y, por su origen de hidrocarburos, al introducirlos en el cuerpo se fijan en las células de grasa.
El recorrido comienza por las vías respiratorias: a las células llega un golpe de químicos, lo que provoca endurecimiento gradual de los tejidos. La sustancia viaja también por la sangre y llega al sistema nervioso, en donde altera el estado anímico y sensitivo y provoca alucinaciones.
La llegada de los químicos al sistema nervioso provoca una muerte neuronal temprana, reflejada en dificultad de pensamiento y memoria. También se reduce la respuesta en motricidad y sensibilidad. En caso crónico, los inhalantes causan cáncer en la sangre.
QUÉ DICE LA LEY
Responsabilidades compartidas
La Ley General de Salud mexicana menciona que la prevención y control de uso de inhalantes —y demás sustancias que causen alteraciones mentales o dependencia— le corresponden a la Secretaría de Salud de la Federación, coordinada con otras autoridades.
A los establecimientos que hagan uso de inhalantes como droga o no cumplan con las medidas sanitarias se les aplicarán sanciones administrativas.
Obligaciones de la Secretaría de Salud y los gobiernos estatales:
Controlar la venta de inhalantes a menores de edad.
Vigilar los establecimientos de expendio, para evitar un uso indebido de las sustancias.
Ofrecer atención médica a las personas que hayan consumido inhalantes.
Llevar a cabo campañas de información sobre los daños que provocan estas sustancias.
LA CIFRA
2 pesos puede costar una dosis de inhalante suficiente para que más de una persona experimente los efectos
LA VOZ DEL EXPERTO
Si hay reglamentos, que haya capacidad de aplicarlos
ALBERTO BAYARDO PÉREZ ARCE (Investigador del ITESO)
No sólo se trata de crear leyes y reglamentos para que quede establecida una regulación, sino que las autoridades deben medir su capacidad para hacer que se cumpla y, en el caso del control de la venta de inhalantes, los municipios tendrán que garantizar la inspección, explica el investigador Alberto Bayardo Pérez Arce.
Es un asunto de capacidad institucional, comenta el experto. Y la supervisión municipal va a implicar que la ciudadanía se involucre y que denuncie los lugares donde se venden las sustancias sin los requerimientos necesarios. De otra forma, difícilmente podrá un municipio, por sí solo, llevar una vigilancia minuciosa; aunque hay estrategias, como la de usuarios simulados, en la que la autoridad se hace pasar por civil para detectar la falta.
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