Jalisco

Los antifutbol

Vamos México, el pueblo reclama tus triunfos. No dejes de estudiar y trabajar, el antifutbol te vigila

En estas épocas de euforia mundialista, surgen por doquier los personajes que no soportan ni quieren al deporte de las patadas. Cosas que tiene la vida, al igual que hay verdaderos fanáticos y aficionados, aparecen los enemigos y críticos de este apasionado juego.

Hay mujeres que ya preparan sus maletas para soportar la ausencia de sus maridos durante todo este mes futbolero. Empresarios que no saben cómo castigar el atrevimiento de sus empleados por pedir ver a la ilusa Selección Mexicana jugar sus partidos. Directores de escuela que no van a suspender las clases por un partido que tan sólo dura dos horas, pues por ningún motivo se deben perder las tan valiosas horas de estudio.

El revuelo que causa el futbol va mucho más allá de la comprensión usual que tiene la gente común, y menos para quienes lo perciben como un jueguito tonto y sin mucho chiste, pero que atrapa al pueblo igual de tonta y apasionadamente.

El alcance y las dimensiones de lo que ahora representa este deporte han superado por mucho las expectativas que se tenían de su evolución. Ya es el evento más atractivo y visto en todo el mundo, supera a los Juegos Olímpicos y a una lista enorme de eventos y acontecimientos que no despiertan tanto como el balompié.

Todavía existen intelectuales que no atinan a descubrir su magia y encanto, los simbolismos y estética que exhibe, tanto como la profundidad táctico-estratégica que manifiesta, que es notable.
Si bien parece un jueguito hecho a la medida del vulgo, también los pensantes tienen su rebanada de interesantes fenómenos político-sociales y económicos que no se pueden desdeñar.

Ya ha llegado el momento de valorar la fuerza de su magnetismo, y en vez de luchar contra sus encantos, hay que saberlo utilizar como motivación y energía de cambio.

Tienen razón los que notan una exageración en que un entrenador se puede comparar con un héroe nacional, o que los jugadores estrella sean un verdadero prototipo de ejemplo para las nuevas generaciones. Sí raya en la manipulación y la mercadotecnia llegar a semejantes dimensiones. Pues de cualquier manera, no deja de ser más que un juego, con intensas repercusiones sociales y económicas, pero nada más.

El peligro está en que caiga en manos de los manipuladores políticos, los que quieren aprovechar todo cuanto atrae a la mente humana para llevar agua a su molino, especialmente para incrementar seguidores para un partido político, una ideología o aumentar las ventas.

Los que quieren y aman al futbol simplemente lo van a disfrutar y ya, si gana su equipo favorito saldrán despavoridos a gritar de alegría y gusto. Pero los que lo aborrecen, buscarán la manera de usarlo, de criticarlo y en su momento hasta de impedir que los demás lo gocen.

Y la fiesta empieza, unos a dejar todo para no perderse un partido. Otros a sufrir porque los apasionados nada más tendrán ojos para el balón.

Vamos México, el pueblo reclama tus triunfos. No dejes de estudiar y trabajar, el antifutbol te vigila.
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