Jalisco
Los Laureles, entre basura y conflictos
Vecinos han protestado para que se cierre del basurero, pues conlleva daños ambientales en sus colonias
Construido a partir de 1999, Los Laureles tiene la encomienda de recibir tres mil toneladas diarias de basura de los municipios de Guadalajara, Tonalá, Tlajomulco y El Salto, pero entre sus procesos de tratamiento de los residuos, hay desatenciones y faltas en materia de salubridad; así lo han detectado autoridades ambientales y lo han denunciado, durante años, habitantes de El Salto, Juanacatlán y Puente Grande.
En julio de 2008, una caravana de manifestantes se instaló sobre la carretera Agua Blanca y evitaron que los camiones recolectores de basura pudieran ingresar al vertedero. La petición de la protesta era el cierre total del basurero, debido a la contaminación por olores y los jugos de la basura que recibían los habitantes de las cercanías.
Respecto a las peticiones ciudadanas, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), aseguró que no existían motivos suficientes para cerrar el vertedero Los Laureles, aunque sí había algunas anomalías detectadas en el tratamiento de lixiviados (jugos de basura). La planta de tratamiento anunciada hoy es para enfocarse en estos desechos.
A la voz que detectaba anomalías en el basurero se sumó la entonces titular de la Secretaría estatal de Medio Ambiente (Semades), Martha Ruth del Toro Gaytán, quien advirtió que había irregularidades y que el cierre definitivo dependía de un estudio de las capacidades de carga del vertedero.
Días después la Semades anunció que la vida útil del depósito serían tres años más, es decir, hasta 2011, pero la empresa operadora hizo lo posible para agrandar el periodo, para lo cual se contempló extender el terreno con los predios Los Curtidores, Los Ayala y Los Bomberos. La empresa hizo lo posible por alargar la vida útil del vertedero por 10 años más.
La pugna continuó todavía este año. El 21 de mayo se dio a conocer que la ahora Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) seguirá imposibilitada para clausurar el tiradero; esto por una determinación del pleno del Tribunal Administrativo del Estado (TAE).
Planta tratadora en Los Laureles no es solución de fondo
La planta tratadora que está planeada para encargarse de los jugos de la basura (lixiviados) del vertedero Los Laureles es, además de una respuesta tardía, sólo un paliativo al conflicto ambiental que ese lugar provoca a las comunidades vecinas, explica Graciela González de la asociación civil Un Salto de Vida.
Dado que 25% de las 80 hectáreas que constituyen el relleno sanitario no tienen geomembrana (una especie de lona que ayuda a la protección del suelo y a recolectar los lixiviados), explica Graciela González con datos de un estudio realizado por el investigador Gerardo Bernal, la planta no podrá garantizar el saneamiento de todas las aguas.
Además, es necesario que quede estrictamente claro qué tipo de planta es, su utilidad y tipo de funciones, pues se tiene la experiencia de la macroplanta El Ahogado, la cual se ha publicitado por lograr reducir la espuma de contaminación del Río Santiago, pero no da tratamiento a los compuestos de metal, que son menos evidentes que la espuma. Algún elemento en el saneamiento se puede escapar en el caso de Los Laureles.
La construcción de esta planta significa una contradicción, comenta Graciela González, pues en 2008 la entonces Secretaría estatal de Medio Ambiente anunció que realizaba un estudio de la capacidad del basurero para calcular su vida útil, de lo que resolvió que quedaban tres años, con posibilidad de alargar a 10, si es que se ampliaba el territorio; esto significa una señal de que Los Laureles seguirá funcionando, pese a la corta vida que le queda.
Para Un Salto de Vida AC, la implementación de esta planta de tratamiento tiene más objetivos económicos que ecológicos, debido a que es una estrategia para que la empresa operadora, Caabsa Eagle, se presente como ambientalmente responsable y así captar recursos de organizaciones internacionales.
La asociación ciudadana explica la necesidad de que ese vertedero se cierre, porque además de su término de vida útil, significa contaminación por olores y por los residuos no tratados a las comunidades vecinas de El Salto, Juanacatlán y Puente Grande; pero para esos efectos se debería tener ya un plan para el asunto de la basura, como han prometido las autoridades metropolitanas.
Para saber:
En Los Laureles llegan tres mil toneladas diarias de basura de Guadalajara, Tonalá, Tlajomulco y El Salto.
La frase:
"La planta de tratamiento no es una solución. La discusión de cómo va a resolverse sigue en la mesa, el problema es que los afectados no estamos en esa mesa", Graciela González de Un Salto de Vida AC.
EL INFORMADOR / ALEJANDRA PEDROZA
Síguenos en