Jalisco
Líderes jaliscienses
Los grandes empresarios y líderes de Jalisco responden a ¿dónde está Guadalajara?, ¿cuál ha sido el mejor y peor momento?, ¿por qué Monterrey ha despuntado más?, ¿y el Gobierno?, ¿y los nuevos empresarios?
Abelardo Garcíarce, propietario de Consorcio Aga.
No hay que ver las cosas negativas. Hay una importante competitividad de conocimiento en la ciudad. Tenemos algunas zonas depauperadas, pero todavía somos mucho más bellos que Monterrey. El tránsito vial afecta mucho. La cantidad de desarrollos urbanos de bajo nivel hay que analizarla, como en Tlajomulco, porque nos bajarán la imagen.
Me gusta hablar de las cosas positivas, pero hay momentos negativos: hubo unas guerrillas muy poderosas en los setenta, como la Liga 23 de Septiembre, cuando asesinaron a Fernando Aranguren (1973). Esa época fue terrible. No hubo fuga de capitales, pero hubo inseguridad. También secuestraron a un compañero de la escuela, el “Gordo” Williams, que su padre era diplomático de Inglaterra; pero lo dejaron libre. En esa época yo era presidente de la Canaco, y me decían que el siguiente era yo… pero véame.
Ahora hay inseguridad en Guadalajara, pero no se compara con Tijuana, Monterrey y Chihuahua; presumían que tenían todo muy centrado, pero se les armó un problema muy serio de inseguridad. En Juárez ni digamos.
De los empresarios locales, decía un amigo que murió, Jorge Garibay: “Aquí en Guadalajara o Jalisco, todos se juntan para bajar al que se levanta”. Pero hay mucho talento entre empresarios.
Las explosiones de Pemex, el peor momento
Ignacio Aranguren Castiello, presidente del Grupo Arancia Industrial.
Es una barbaridad lo que ha crecido la ciudad. Hay una situación de crisis que se hace más grave cada año por falta de una planeación y visión metropolitana. Hace 20 años existía un proyecto metropolitano, pero se guardó en los cajones. Se debe pensar en Guadalajara en términos de una metrópoli. Ojalá nunca seamos como la Ciudad de México… es un desastre. El Gobierno debe estar centralizado, debe ser un Gobierno Metropolitano.
Hay problemas de calles saturadas de carros, aire contaminado y redes hidrosanitarias obsoletas. Es triste ver a la ciudad que crece con tantas complicaciones; no puede ser que adolezca de cosas elementales. También hay una serie de maniobras corruptas de los ayuntamientos, cambiando la vocación y la densidad de los suelos que a corto plazo no pasa nada, pero esa gente termina impactando el desarrollo urbano. El transporte público es otro problema.
El peor momento fue el de las explosiones de Pemex (1992). Fue una crisis; era una ciudad bombardeada. Tras las explosiones cambió la mentalidad de la gente y las cosas se paralizaron. Hubo un cambio en las personas y en las autoridades, y ahora todo mundo tiene miedo de hacer cosas. Hasta los más insignificantes paran las obras, y termina sufriendo la mayoría de la población.
Rezago en infraestructura y desarrollo urbano
Salvador Martínez Garza, propietario de México Lubricantes.
Guadalajara no ha tenido nunca el perfil de grandes industrias, ha sido una ciudad con pequeñas y medianas empresas, con una generación de comercio muy importante; sin embargo la ciudad se ha quedado rezagada en comparación con otras ciudades como Monterrey, en cuanto a su infraestructura y desarrollo urbano. El Anillo Periférico requiere de más inversión, deben pensar en el Macrolibramiento; estas obras no pueden detenerse, deben realizarse con urgencia. Se requieren más vialidades en donde se vuelve caos el tráfico.
Nuestra ciudad se ha vuelto conflictiva, recordemos que en otro tiempo se le decía la “Ciudad de las Rosas”. Faltan recursos, pero hay que buscar estrategias que ayuden a que la ciudad sea digna, que la gente se sienta orgullosa de habitarla, que se sienta segura, como fue en un tiempo.
Entre los años cincuenta y sesenta, Guadalajara era la ciudad bella por excelencia. Debemos regresar a eso; se han hecho esfuerzos, pero no han sido terminados.
Tengo confianza en los empresarios jóvenes. Con líderes como Pablo Lemus y Miguel Alfaro Aranguren, y algunos más que se me escapan, pueden traer un gran poder de convocatoria y amalgamar un grupo importante. Que nomás nos inviten a reunirnos y a cambiar impresiones, que se reúna a todo el empresariado joven para sumar esfuerzos, encontrar coincidencias y objetivos comunes.
Hay arrogancia en el Gobierno
Javier Gutiérrez Treviño, presidente de Corporación Burlington.
Guadalajara es una gran ciudad envidiada por su clima, sus construcciones, sus centros comerciales… por ser dueños de las tradiciones mexicanas. Los sectores económicos ganadores son los tequileros, constructores de vivienda y joyeros, pero hay grandes industrias perdedoras: las manufacturas (textileras y confeccionistas), y estarán al borde de la quiebra mientras el Gobierno no intervenga.
No podemos hablar de un momento exacto del fracaso, pero desde el sexenio de Guillermo Cosío empezó la debacle con las explosiones, con el asesinato del cardenal Posadas Ocampo, con las cosas tan feas que hizo el Gobierno (federal) para tratar de mantener el poder. Fue un Gobierno violento, que se acompañó con los tratados de libre comercio. Después llegó un Gobierno panista con Alberto Cárdenas, y entran personas inexpertas que empiezan a querer tomar el poder total; se rompió la armonía que había entre Iglesia, Gobierno y empresarios. En ese inter hay una gran arrogancia de políticos: hubo empresarios malos que llegaron a la política con un coraje hacia el sector empresarial porque no fueron exitosos cuando fueron empresarios.
En una ocasión me tocó ser invitado cuando Mercedes Benz sondeó el mercado mexicano, con un estudio en Nuevo León y Jalisco. El resumen: en Nuevo León, 80% de la economía se generaba con la planta productiva, mientras 20% era de personas que vivían de sus rentas o del ahorro. En Jalisco fue al revés: 80% eran hombres que hicieron capital ahorrando, que vivían de sus rentas, que no se habían arriesgado, que seguían viendo cuál financiera les daba más.
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